Hay plenos en el Congreso que oficializan distancias y consagran separaciones. El de este miércoles sobre la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas fue uno de ellos.
El debate y las intervenciones cruzadas sirvieron para plasmar las divergencias entre Yolanda Díaz y Junts, que vuelve a dejar al Gobierno en la estacada.
Poco queda de aquella Díaz que fue a Waterloo en septiembre de 2023 para tratar de acercar posturas con Carles Puigdemont de cara a la investidura de Pedro Sánchez.
Tampoco de los últimos guiños del Gobierno al separatismo.
La última derrota llegó sólo unas horas antes de la Diada, decretada ahora como una especie de fiesta de guardar en el calendario del Congreso por Francina Armengol.
La presidenta decidió concentrar todos los plenos de esta semana en martes y miércoles para que ERC y Junts pudiesen tener libre el 11 de septiembre. Pero ni con esas. Al único que se le aguó la fiesta fue al Gobierno.
"En vísperas de la Diada, se colocan del lado opuesto a lo mejor del pueblo catalán", le reprochó la vicepresidenta segunda a Míriam Nogueras buscando el cuerpo a cuerpo
Una de las críticas que en el PP hacían al Gobierno a la salida del pleno era la incongruencia de querer reducir la jornada laboral en un pleno que duró cerca de 13 horas.
"Es espectacular, votaciones cerca de las diez de la noche para no tener que trabajar en la Diada por exigencias del independentismo", aseguraban fuentes de Génova.
Díaz contra Nogueras
Pese a la derrota, en el entorno de la vicepresidenta y líder de Sumar mostraban cierto optimismo y auguraban que el resultado de este miércoles "movilizará a la izquierda".
La ministra de Trabajo hizo uno de sus discursos más vibrantes. Tratando de enfrentarse "a las tres derechas", en las que incluyó a Junts, algo que irritó a los independentistas.
Díaz les acusó de "representar" el "capital" y los intereses de la patronal en sus sectores más reaccionarios".
"Usted no se pone del lado del trabajador, se pone del lado del que hoy en España y Cataluña se está forrando", aseguraba ante una Nogueras indignada en su escaño, que preparaba a bolígrafo su réplica.
La vicepresidenta rompió incluso una regla no escrita de cierta confidencialidad en las negociaciones al sacar un papel con las ofertas que le habría hecho su ministerio a Junts, y con la que trataba de desmentir la falta de negociaciones que le reprochaban los separatistas.
El Gobierno nunca había mostrado antes esa actitud antes de una votación, por muy rotas que estuviesen las negociaciones.
La soledad de Díaz
La estrategia de Yolanda Díaz contrasta con la de Moncloa, que siempre ha preferido tratar con guante de seda a Junts tras cada derrota, mientras culpaba al PP de cualquier descalabro parlamentario.
El intento de reconducir los puentes con Waterloo, como el que hizo Salvador Illa recibiendo en Bruselas a Carles Puigdemont, no ha ablandado a los separatistas.
El enfrentamiento de Yolanda Díaz con Junts llega a puertas de negociar los Presupuestos. Justo cuando Moncloa más necesita ese apoyo, después de haber prometido presentarlos en el Congreso.
"Usted habla como si tuviese una mayoría que no tiene. Es más, las encuestas le ponen en un lado residual", atacó ayer Nogueras.
En el sector socialista no ocultaban cierto malestar con la actitud que Yolanda Díaz exhibió durante casi todo el pleno, pero preferían poner el acento en la intervención final de la vicepresidenta.
Fue cuando el debate estaba finalizando. En ese momento, Díaz volvió a subir a la tribuna con un tono muy diferente: "Me va a encontrar siempre dialogando. Empecemos mañana".
"Eso me reconforta", aseguraba un ministro del PSOE aliviado a la salida, tras "el intento" de la ministra de Trabajo de rebajar la tensión.
Fue llamativa la soledad de Yolanda Díaz durante casi todo el pleno. Sólo estuvo arropada por los ministros de Sumar. Los socialistas se ausentaron de la bancada azul y el presidente del Gobierno ni siquiera acudió a votar.
Díaz se comprometió a volver a llevar al Consejo de Ministros y al Congreso la reducción de la jornada laboral. Si no quiere volver a naufragar tendrá que incorporar medidas de ayuda a las pymes catalanas. Es lo que le pide Junts.
"Los que sí han reducido su jornada han sido el presidente del Gobierno y el ministro del Interior, que en lugar de quedarse en el Congreso para votar la reducción de jornada se han ido al estreno de una peli", ironizaban en el PP tras ver a Sánchez en la premier de la última película de Amenabar a la que el presidente acudió con Begoña Gómez.
"Arrancó el día en el juzgado y lo acaba en el cine", añadían.
