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José María Aznar denunció que la Agencia Tributaria de Cristóbal Montoro filtró sus datos fiscales por sus críticas al Gobierno de Mariano Rajoy y ante la posibilidad de que volviera a la primera línea de la política.

El expresidente del Gobierno abortó su regreso y renunció a la presidencia de honor del PP tras publicarse que había sido sancionado por Hacienda.

La Agencia Tributaria abrió una inspección a Aznar en 2014 tras su distanciamiento del PP de Rajoy por las políticas que estaba llevando a cabo tanto en materia de impuestos como por la escasa firmeza que había mostrado con el independentismo catalán y vasco.

Aznar estaba en contra de las continuas subidas de impuestos realizadas por Montoro y apostaba por rebajar la presión fiscal para crear riqueza y motivar la inversión privada.

En abril de 2016, varios medios publicaron los datos fiscales de Aznar y una multa de 70.403 euros impuesta por Hacienda por irregularidades fiscales en los ejercicios de 2011 y 2012.

La Agencia Tributaria había realizado una inspección entre 2014 y 2016 a Famaztella SL, la empresa familiar de Aznar y su esposa Ana Botella y a través de la cual canalizaban los ingresos de conferencias y libros.

El expresidente del Gobierno denunció ante la Fiscalía la revelación de sus datos tributarios y señaló directamente al Ministerio de Hacienda de Cristóbal Montoro como el origen de la filtración.

El expresidente José María Aznar, durante su entrevista con Carmen Lomana en Antena 3 en 2013. Atresmedia

Según la denuncia, Aznar denunció un delito de "revelación de secretos" e indicó que esos datos eran confidenciales y que sólo estaban en poder de la Agencia Tributaria.

La respuesta de Hacienda fue que la filtración podía haber salido de otras gestorías, asesorías o incluso bancos, excusando de esta forma cualquier responsabilidad directa del propio Ministerio.

Aznar percibió aquella filtración como una maniobra política de Rajoy y Montoro para dañar su imagen y desacreditarlo ante la sociedad tratándolo como un defraudador.

El objetivo del Gobierno de Rajoy era 'matar' políticamente a Aznar y su legado ante la posibilidad de que se planteara presentarse a la presidencia del PP en un próximo congreso nacional.

El expresidente del Gobierno José María Aznar, durante el XXI Congreso Nacional del PP, en el recinto ferial Ifema de Madrid. Efe

Unos meses después de la filtración, en diciembre de 2016, Aznar renunció por carta a la presidencia de honor del PP y comunicó que no acudiría al Congreso del partido. Fue entonces cuando cerró la puerta a la posibilidad de volver a la política.

Antes de esa breve carta enviada al entonces presidente del Gobierno, Aznar y Ana Botella habían sido humillados por Rajoy al ser colocados en el extremo más alejado de la mesa durante una reunión del Comité Ejecutivo del PP.

Otros dirigentes históricos del PP como Jaime Mayor Oreja o Esperanza Aguirre, de la que también se filtraron datos fiscales, apoyaron a Aznar ante lo que consideraban una campaña de descrédito organizada por Rajoy y Montoro.

La entrevista en Antena 3

La inspección de Hacienda a Aznar se realizó después de que en 2013 concediera una entrevista a Gloria Lomana en Antena 3 en la que fue muy duro con Rajoy y Montoro.

"Hace falta bajar los impuestos en España ya, es urgente, tenemos un sistema fiscal que ha sido superado", afirmó sobre la legislación impulsada por el entonces ministro de Hacienda.

Sobre la gestión de Rajoy, Aznar dijo: "Me encuentro como la mayoría de los votantes del PP, a los que les gustaría ver un proyecto político muy claro y una acción política definida".

El expresidente del Gobierno dejó en esta entrevista la puerta abierta a regresar a la política cuando fue preguntado sobre ello: "Nunca he eludido mi responsabilidad, cumpliré con mi responsabilidad, con mi conciencia, con mi partido y con mi país. No tenga usted ninguna duda de ello".

Además, Aznar guardó silencio cuando fue preguntado por Gloria Lomana sobre si volvería a elegir a Rajoy como sucesor.

Unos meses después, en noviembre de 2013, Rajoy boicoteó el acto de presentación del libro sobre las memorias de Aznar.

Ningún miembro del Gobierno acudió al acto y Aznar afirmó que tomaba nota.

"Si algunas de las interpretaciones tienen razón y lo que se ha mandado es un mensaje de escenificación o de decisión de una ruptura, pues se toma nota", aseguró sobre la ausencia de todos los ministros de Rajoy.

El desafío político de Aznar a Rajoy, según la percepción del propio Aznar, fue el origen de la inspección de Hacienda iniciada por Montoro meses después.

Además de la multa de 70.403 euros, la empresa familiar de Aznar tuvo que abonar una liquidación complementaria de 199.000 euros.

La Agencia Tributaria determinó que dichos ingresos debían tributar por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), en lugar de hacerlo por el Impuesto de Sociedades.

Esta práctica, muy común durante décadas en España, permitía tributar a un 25% los ingresos a través de la sociedad en vez del aproximadamente 50% en el IRPF.

Es decir, Aznar declaró todos los ingresos que tuvo y la multa fue por una cuestión técnica de cómo debían tributarse.

"¿Dónde está el PP?"

El divorcio entre Aznar y el PP de Rajoy provocó que el expresidente se llegara a plantear darse de baja del partido que él había liderado hasta llegar a la Moncloa en 1996.

José María Aznar, en una entrevista con EL ESPAÑOL. Sara Fernández

En la convención del PP en 2015, Aznar preguntó: "¿Dónde está el PP? ¿Aspira a ganar las elecciones?".

Sin embargo, el expresidente finiquitó la posibilidad de fundar otro partido o de darse de baja: "Sigo creyendo que el Partido Popular es el mejor instrumento para defender los intereses de los españoles. Ahí es donde estoy y donde he estado siempre y donde seguiré estando en el futuro".

Entre los mensajes que envió a Rajoy destacaron dos: uno sobre la autocrítica que debía hacer el Gobierno y otro sobre la corrupción.

"Queremos ganar las elecciones para que las cosas que se han hecho bien se hagan mejor y para que las cosas que se han hecho menos bien se corrijan", apuntó sobre la necesidad de que el PP retomara el rumbo.

"La corrupción es un cáncer que no podemos tolerar. Os digo que cada uno tiene que responder de sus actos, con la ley, con todas sus garantías pero con todas sus exigencias. Y os digo que yo respondo de los míos, desde el primero hasta el último", afirmó sobre el caso Bárcenas.

Desde la Fundación FAES, tras ya haber renunciado a la presidencia de honor del partido, Aznar continuó librando una batalla ideológica con Rajoy.

Aznar había 'independizado' a FAES del PP ante la falta de sintonía con las políticas de su sucesor en la presidencia del partido.

"España no se ha roto, pero se está rompiendo Cataluña", afirmó el expresidente sobre la falta de contundencia de su sucesor en el PP sobre el independentismo catalán.