Dos agentes del CNI han sido detenidos en los últimos días, según han cofirmado a EL ESPAÑOL fuentes policiales y de los servicios de inteligencia.

Un juez de Madrid ha abierto una investigación por revelación de secretos a varios agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) por una supuesta filtración de información reservada a Estados Unidos, según ha confirmado la ministra de Defensa, Margarita Robles.

Los agentes fueron arrestados hace algo más de un mes. La denuncia partió de los propios servicios de inteligencia, y fue a principios de otoño cuando fueron detenidos por suministrar información confidencial a Estados Unidos a cambio de dinero.

La situación derivó en una denuncia por parte del centro a la Fiscalía, que a su vez judicializó el asunto con la mayor reserva posible. Los hechos, a día de hoy, se investigan en uno de los Juzgados de Instrucción de Plaza de Castilla, en Madrid.

Hasta ahora no ha trascendido cuánta información pudieron facilitar los dos agentes a EEUU. Los controles internos y la investigación posterior destaparon que parte de la información fue vendida por dinero, aunque también ha habido otros motivos para ese traspaso ilegal de inteligencia que no han trascendido.

Confirmación

La titular de Defensa, en su visita a la base Adazi de Letonia, ha confirmado la apertura de esas pesquisas y ha indicado que la denuncia partió precisamente del centro de inteligencia al que pertenecen los agentes, si bien no ha ofrecido más detalles del caso por encontrarse bajo secreto.

Ambos agentes ingresaron en prisión provisional tras la decisión de la jueza que lleva la causa secreta. Tiempo después tan solo permanece en la cárcel el que más implicado estuvo de los dos en las filtraciones.

Las diligencias se instruyen "con la máxima reserva". Esta investigación "ha provocado una crisis con Washington, aunque el Gobierno de Pedro Sánchez ha intentado que no trascienda", según señala El Confidencial, que ha adelantado la noticia.

De acuerdo con estas informaciones, los funcionarios del CNI están siendo investigados por revelación de secretos, aunque los hechos también podrían ser constitutivos de una versión agravada de ese delito, como es la traición por espionaje para una potencia extranjera, que puede castigarse con entre 6 y 12 años de prisión, indica Efe.