"Le hemos querido trasladar el impacto negativo que esta nueva política penitenciaria está teniendo en las víctimas". Resignación, rabia, ira, incomprensión o tristeza son algunos de los sentimientos manifestados por las 188 víctimas de ETA después de cada acercamiento a cárceles vascas de un miembro de la banda terrorista ETA. Todos sus testimonios aparecen en el dossier de más de 200 páginas que la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) le ha entregado este miércoles al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.

Los representantes de esta asociación se lo han facilitado en la reunión que han mantenido este miércoles tras un año reclamando volver a sentarse frente a él. 12 meses en los cuales los traslados de etarras en el seno de Instituciones Penitenciarias han aumentado progresivamente con el paso de las semanas ante la desazón de las víctimas. 

En ese dosier, cuyo contenido ha podido conocer EL ESPAÑOL, se desgrana el trabajo que se realiza desde la AVT cada vez que se les comunica el traslado o la progresión de grado de presos etarras con delitos de sangre.

De las casi 200 víctimas con las que los psicólogos de la asociación se ponen en contacto después de los traslados ya instaurados cada viernes, se ha constatado que al menos la mitad manifiestan sentimientos de indefensión, resignación y tristeza ante tales hechos. Cada semana, desde hace muchos meses, se repiten las mismas llamadas desde esos servicios de la asociación, con un resultado similar en todas ellas. 

El dossier todavía no está cerrado porque los traslados prosiguen, tanto desde el sur de la península como desde aquellos ya al norte, que van regresando paulatinamente a penitenciarías de su tierra natal. Es por eso que desde la asociación presienten que todavía queda un largo trabajo por llevar a cabo en cuanto a esa ayuda psicológica que prestan a las víctimas y que ellas necesitan.

Marlaska defiende su gestión

En la reunión, el ministro reiteró que los traslados se llevan a cabo cumpliendo la ley y de forma individualizada. Testigos de la conversación apuntan que el tono resultó del todo "cordial", y que Marlaska les manifestó que entendía "el descontento" de las víctimas.

El titular de la cartera de Interior, pese a ello, sostuvo la misma postura que viene defendiendo desde que asumió el cargo en el verano de 2018, que todo lo que hacen es legal. Que pretenden continuar con esa estrategia. Y que en un momento en que ETA ya ha desaparecido la política con los presos de la banda ya no es política antiterrorista, sino política penitenciaria al uso. 

Los tribunales difícilmente defenderían la dispersión en estas circunstancias, aseguró Marlaska a las víctimas, quienes por su parte ponen en duda que todos los etarras aproximados al País Vasco hayan manifestado ya su arrepentimiento y puedan ser incluidos en las políticas penitenciarias comunes. "Habrá casos y supuestos en los que la reinserción de ese preso implique que cumpla la pena fuera de su casa".

En la reunión se colocó sobre la mesa el caso de Francisco Javier García Gaztelu, alias 'Txapote', asesino, entre otros, de Miguel Ángel Blanco, uno de los jefes duros de la banda que nunca ha pedido perdón, ni ha mostrado colaboración con la justicia. Ante ese ejemplo, Marlaska aseguró que jamás le defendería, en absoluto, pero que según él, una vez ETA ya ha desaparecido, con la legislación penitenciaria en la mano, la pena de prisión se debe cumplir en el centro más adecuado para la reinserción del recluso. 

Las prisiones vascas

La presidenta de la AVT, Maite Araluce, ha encabezado la representación en este encuentro en el que, según Interior, se ha puesto en valor que el departamento dirigido por Marlaska es el primero que informa sobre cada uno de los traslados de etarras.

"Supone una cesión a una reivindicación histórica de ETA", aseguran sobre la derogación de la política de dispersión, por lo que la AVT ha reiterado su reclamación de que "se debe exigir la colaboración con la justicia y un arrepentimiento real y no contentarse con la firma de unas supuestas cartas de arrepentimiento que no eran más que formularios tipo, tal y como la propia Audiencia Nacional ha reconocido".

Las víctimas han vuelto a exigir que para acceder a los privilegios de los traslados o las progresiones de grado, los etarras deben mostrar "colaboración con la justicia y arrepentimiento real". No resulta suficiente la firma, señalan, "de unas supuestas cartas de arrepentimiento que no eran más que formularios tipo, tal y como la propia Audiencia Nacional ha reconocido".

Además, realizaron especial hincapié en su inquietud sobre el futuro de la gestión de las cárceles del País Vasco y Navarra. El próximo 1 de octubre se hará efectiva la transferencia de prisiones a la comunidad autónoma vasca. Actualmente hay ya 44 presos en el País Vasco y 10 en Navarra de un total de 192. Se trata de una cifra que ha ido aumentando en los últimos meses.

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