"Hay que evitar que internet se infecte con contenidos ilegales y yihadistas. Esa difusión es una parte esencial de su estrategia". El eurodiputado del PP Javier Zarzalejos ha sido el negociador del grupo mayoritario de la Eurocámara en la elaboración de un proyecto con el que se pretende dar un nuevo golpe a los canales propagandísticos de las organizaciones yihadistas .

Así las cosas el pleno del Parlamento Europeo ha dado esta semana luz verde a la nueva norma que faculta a los Estados miembros a obligar a plataformas digitales, como Facebook o YouTube, a retirar de sus espacios virtuales todo tipo de contenidos que inciten al terrorismo.

La norma indica que se debe atender la orden en un plazo máximo de una hora desde su detección, una vez se solicite que sean eliminados. Esta nueva medida se articula, tal y como explica Zarzalejos en conversación con EL ESPAÑOL, con el fin de evitar que imágenes que ensalzan los métodos de las organizaciones terroristas como Al Qaeda o Daesh, el autodenominado Estado Islámico, se sigan difundiendo a través de la red.

Miembros del Estado Islámico.

Cada año, las policías de toda Europa detectan una ingente y constante cantidad de contenidos propagandísticos de esta índole. "Hablamos de decenas de miles de contenidos yihadistas, que sacaremos de la circulación. En la última operación grande desarrollada investigando en Telegram terminó con la retirada y el bloqueo de más de 10.000 cuentas asociadas a elementos yihadistas", explica el eurodiputado.

Una de las técnicas empleadas en los últimos año por los yihadistas y sus lobos solitarios desperdigados por el mundo es la de crear miles de bots y cuentas fake en diversas redes sociales que les sirvan como altavoz para propagar su mensaje. "Crean perfiles falsos para potenciar su mensaje en la red".

Esto es algo que está creciendo. Los que han tenido una capacidad de producción más sofisticada hasta el punto de profesionalizar los contenidos han sido Al Qaeda y el Estado Islámico -insiste Zarzalejos, advirtiendo de la preocupante tendencia-. Estos contenidos se viralizan, aparecen varias veces, y si se los encuentran los cambian mínimamente y los vuelven a subir".

Los estados miembros y las grandes plataformas cuentan ya con herramientas que están utilizando para proseguir esta lucha cibernética. Pero son necesarias más armas como esta nueva ley. De este modo, las autoridades de un país de la UE, como España, podrán ordenar directamente a las grandes empresas digitales la eliminación de contenidos usados como propaganda en esos países.

Los proveedores online tendrán ese plazo máximo de 60 minutos para cumplir la orden. Quedará en manos de los Estados miembros establecer el marco de sanciones en caso de incumplimiento. Cada país es responsable de asegurarse que las plataformas siguen las indicaciones, por lo que recae en los gobiernos nacionales de la Unión Europea la responsabilidad de que se cumpla esta nueva norma.

La formación conservadora europea plantea que para que esta nueva medida llegue a buen puerto, el Gobierno de Pedro Sánchez deberá encargar a una autoridad externa y sin relación con las instituciones políticas que se encargue de controlar y ordenar la supresión de esos contenidos.

"Debe ser una autoridad independiente. España es un país reconocidamente activo y eficaz en la lucha contra el yihadismo. Ahora, el Gobierno de España tiene que definir quién es la autoridad competente para hacer cumplir la norma", apunta el eurodiputado popular a EL ESPAÑOL.

Medidas específicas

Las plataformas en las que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado hallan a menudo contenidos que exaltan los ideales y los discursos propios del terrorismo islamista deberán tomar medidas específicas para subsanarlo. Para impedir el mal uso de sus servicios y para proteger sus redes de ser utilizadas como canales en los que se difunden contenidos ilícitos.

En la norma aprobada en el seno de la Unión se deja a la decisión de las compañías decidir qué medidas son las que pone en marcha para cumplir esta obligación.

Asimismo, la regla prevé salvaguardas para evitar abusos, incluido un mecanismo de reclamación para que los contenidos que hayan sido bloqueados o retirados por error puedan ser reinstalados tan pronto como sea posible.

"Esta nueva normativa será un instrumento clave para evitar nuevos atentados terroristas en suelo europeo y lograr que los terroristas no se apoyen en internet para impulsar y cometer ataques; por tanto, esta nueva ley salvará vidas", insiste Zarzalejos.

La luz verde al reglamento se ha producido tras más de un año de duras negociaciones y tras alcanzar un acuerdo entre los principales grupos políticos de la Cámara. El acuerdo se alcanzó este jueves, durante una reunión entre el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE.

La nueva norma permitirá, a partir de ahora, que las respectivas autoridades nacionales puedan solicitar la retirada de contenido y propaganda terrorista. Podrán evitar situaciones en las que determinados individuos suben vídeos a la red que alcanzan un nivel de difusión con crecimiento exponencial.

Un ejemplo práctico

Uno de esos casos lo hemos visto esta misma semana con la última operación de la Comisaría General de Información (CGI) de la Policía Nacional en la cual se detuvo a tres jóvenes marroquíes residentes en Granada por alentar a miles de personas en sus redes sociales a realizar todo tipo de actos terroristas. 

Uno de los detenidos en la operación de la Comisaría General de Información. Policía Nacional

Tras la oportuna investigación, los especialistas detectaron que a través de sus perfiles acometían una intensa actividad en Internet. Los tres detenidos gestionaban diferentes cuentas con casi 19.000 seguidores, y dirigían sus proclamas especialmente a un público joven.

Conscientes de su influencia en esos seguidores de corta edad, emprendieron la creación de contenido específico y adaptado a ellos, con el objetivo, relatan desde la CGI, "de ganarse la confianza de los más vulnerables y captarlos".

En concreto, publicaban vídeos en abierto que alcanzaban una enorme difusión. En ellos aparecían los tres amigos, por ejemplo, quemando la bandera de Francia y profiriendo todo tipo de amenazas a las instituciones de ese país, incluso hacia su presidente, Emmanuel Macron.

Estas son la clase de cosas que los países de la Unión Europea, con la nueva norma, pretenden evitar.

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