En toda acción de Gobierno, y más aún si se trata de un gabinete primerizo, hay compromisos más importantes o urgentes que otros, o si se quiere más prioritarios. Si la izquierda lograse formar gobierno en la Comunidad de Madrid después de las elecciones del próximo 4 de mayo; si en ese gabinete entrase Pablo Iglesias pese al veto expresado recientemente por el socialista Ángel Gabilondo e incluso si Podemos tuviera la cartera de Educación, como parece que podría solicitar, los colegios exclusivamente de niñas o exclusivamente de niños podrían tener los días contados.

Al menos, y siempre que todo lo anterior se cumpliera, los que se rijan por el sistema de concierto, ya que otra cosa son los centros exclusivamente privados que decidan separar a sus alumnos por sexo o solo admitir al femenino o al masculino. No es ninguna novedad que Podemos aboga por acabar con lo que no dudan en calificar de educación "segregada", un tipo de colegios a los que la recientemente aprobada Ley Celáa, de carácter estatal, excluye de los conciertos educativos.

Precisamente por eso Iglesias, durante un acto sectorial este lunes en un Instituto público de Getafe, una de las ciudades más pobladas del sur de Madrid, presentaba sus propuestas en materia educativa y situaba el fin del dinero público para esos centros como el primer punto de sus medidas.

Según datos de la Consejería de Educación madrileña, los centros que no mezclan a niños y niñas entre su alumnado son apenas el 3% de toda la red concertada. En concreto 17 colegios de los 550 que reciben algún tipo de concierto en toda la región.

No es "inconstitucional"

La polémica sobre si este tipo de escuelas pueden recibir subvenciones públicas, algo que sí permitía la Ley Wert aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy, podría terminar llegando al Tribunal Constitucional (TC) ante el que el PP llevará la reforma educativa del Ejecutivo de Pedro Sánchez.

Una aula solo de alumnas. EFE

Hasta el momento, el máximo intérprete de la Carta Magna ha dictaminado, como hizo en una sentencia de 2018, que separar por sexos dentro de las aulas no es inconstitucional, como afirmaba un recurso presentado por el PSOE. 

Al margen de la educación "segregada", Unidas Podemos plantea otra medidas en el mismo ámbito como introducir en la pública y en la concertada la "eduación afectivo-sexual, contra las violencias machistas y la educación en diversidad sexual" algo que incluiría formación específica para el profesorado.

Además, y como medida de prevención contra el "Pin parental" que defiende Vox, se blindaría "por Ley" la "imposibilidad de objeción parental respecto de estos contenidos con el mismo nivel de protección que cuaqluier asignatura troncal, como matemáticas o lengua española".

Iglesias aboga por un aumento de la inversión educativa en la Comunidad de Madrid de 1.000 millones de euros anuales y por un incremento de 10.000 profesores más con el objetivo, según el partido morado, de "reducir los ratios y mejorar las condiciones salariales y laborales de los profesionales educativos". A su juicio, el PP no ha hecho sino "intensificar" a través de su política educativa las "diferencias sociales y de clase" en Madrid. 

  

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