Es un compromiso personal. El presidente del PP nacional se va a volcar de lleno con las elecciones en Cataluña, un territorio hostil en el que los conservadores solo cuentan ahora con cuatro diputados en el Parlament.

Pablo Casado presentará este mismo sábado en Barcelona a su cabeza de cartel, Alejandro Fernández, y tiene previsto multiplicar su presencia en la región durante las tres próximas semanas. El objetivo final es frenar el ritmo frenético a Vox y evitar el sorpasso del que hablan algunas encuestas.

"El presidente va a seguir muy implicado en la campaña con una agenda muy sectorial: economía, agricultura, pesca... y estará muy pegado al terreno", describen fuentes de la dirección nacional del PP. 

Pablo Casado empezó a aumentar su presencia en Cataluña hace meses, cuando decidió ir a esta autonomía cada semana. "La campaña se está haciendo en coordinación con el Partido Popular catalán. Alejandro Fernández es el que traza la estrategia y, además, está teniendo un gran protagonismo", añaden las fuentes.

El Partido Popular se esfuerza por extender en todos los rincones de Cataluña las líneas maestras de su proyecto: "Una de las claves de esta campaña es explicar que el PP quiere lo que ya aplica en otras autonomías: bajada de impuestos, menos trabas burocráticas, más libertad educativa...". 

El propio Pablo Casado expuso su proyecto para España hace unos días en el Círculo Económico de Cataluña. Allí mismo pidió un voto de confianza "para hacer cosas diferentes" y explicó que el proyecto que él presenta es "de largo recorrido" en el que primará la "estabilidad política y el progreso económico" de la región, que en los años noventa era firme y sostenido. 

Voto "por el cambio"

Los conservadores quieren extender la idea de que su compromiso para reconstruir una región invadida por los independentistas "va mucho más allá de la cita electoral". Además, piden el voto "por el cambio" porque "los tripartitos" que ha formado anteriormente el PSC "ya sabemos cómo acaban". 

La obsesión de Pablo Casado el 14-F es que Santiago Abascal no saque un voto más que el PP. La ruptura oficial entre los dos partidos se mide en urna por primera vez en esta cita electoral, y el presidente del PP quiere mostrar este resultado ante los suyos para corroborar que el nuevo rumbo hacia la moderación es el camino correcto. 

Pablo Casado se presenta como un líder al frente de un partido "europeísta, autonomista, moderado y central", que quiere albergar "a más y más votantes" por "el centro". El fichaje de Lorena Roldán, exportavoz de Cs, que ha pasado a ser la número dos de la lista del PP por Barcerlona, es el ejemplo de ese cambio de rumbo. 

Los populares creen que tienen mucho margen para ampliar sus cuatro escaños ante la caída de Ciudadanos. Lo que más preocupa en Génova es la fuerza real con la que el partido de Abascal será capaz de irrumpir en el Parlament. Las últimas encuestas hablan de un empate técnico a siete escaños. 

En el PP, sin embargo, aspiran a duplicar su presencia en el Parlament y subir hasta los nueve  diputados. Sus datos, dicen, dejan a Vox con entre cuatro y cinco diputados. El CIS, en cambio, vaticina que el partido de Abascal irrumpiría con hasta diez escaños y superaría en votos al Partido Popular. 

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