Partido Popular y Vox tienen la mirada fija en las elecciones de Cataluña, la tierra donde se medirán electoralmente por primera vez tras el divorcio que oficializaron en prime time desde el Congreso de los Diputados. El derrumbe de Ciudadanos ha desatado la ilusión en el bloque de centroderecha, donde hay un bombardeo de encuestas sobre cómo se reconstruirá el tablero político una vez que se celebren los nuevos comicios. 

El partido de Santiago Abascal maneja ya datos internos que hablan de que entran por primera vez en el Parlamento catalán y que lo harían con siete diputados. Según estas predicciones internas, serían exactamente los mismos asientos que ocuparía el  Partido Popular, que esta legislatura solo amarró cuatro escaños.  

"Aunque nos dan un empate técnico con el Partido Popular, nuestro único objetivo es entrar en el Parlamento. Eso ya será un éxito para nosotros", resumen fuentes de la dirección nacional del partido que lidera Abascal, que aseguran que los de Inés Arrimadas se quedarían con una horquilla de diez a doce diputados. 

Mientras Vox presume de empate técnico con Casado, en el Partido Popular de Cataluña manejan datos que aseguran que duplican en escaños a los de Abascal. Los últimos pronósticos les indican que el PP subiría de los cuatro hasta nueve diputados, pero dicen que Vox se quedaría con entre cuatro y cinco parlamentarios.

El equipo de Alejandro Fernández esquiva hacer cualquier comentario sobre la penetración de Vox en el territorio: "Ellos tienen su público, pero nosotros nos dirigimos a uno mucho más amplio", aseguran fuentes de la dirección regional del PP, que están muy esperanzados en capitalizar la mayor parte del voto del constitucionalismo desencantado con el portazo de Inés Arrimadas.

El derrumbe de Cs 

Arrimadas dejó a Lorena Roldán como su sucesora natural, pero hace unos meses la cambió por Carlos Carrizosa: las encuestas vaticinaban un varapalo más duro que el que recibió Albert Rivera en las elecciones generales, cuando pasó de tener 57 escaños a quedarse con diez diputados. 

Ciudadanos consiguió en 2017 en Cataluña algo que parecía imposible: convertirse en la fuerza más votada y ocupar 37 escaños en el Parlament. El recambio, sin embargo, fue visto como una traición y el bloque constitucionalista se encuentra ahora huérfano de referentes. 

Los datos que manejan en la formación liderada por Arrimadas es que conseguirán retener entre 15 y 17 escaños, menos de la mitad de los que hoy tienen, pero internamente hacen una lectura positiva: "Nuestros trackings nos dicen que el PSC está sufriendo y el PP también, que nosotros crecemos y tenemos camino a recorrer". Han llegado a haber encuestas que les situaba por debajo de los diez escaños.

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