Vox ha convertido la sesión de control al Gobierno en un ataque frontal al Partido Popular, un partido que votó en contra de la moción de censura de Santiago Abascal y que este miércoles ha recibido un aluvión de críticas por parte de la bancada verde.

El portavoz parlamentario de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, aprovechaba una pregunta al vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, para desviar el foco abrir la veda contra el PP. Antes de intentar meter en el mismo saco al Gobierno y a conservadores, subrayó que su partido es el "único que queda" en la oposición: "No es que Vox se quede solo, es que ya solo queda Vox", remachó. 

Los líderes de Vox hablaron de que el Gobierno ha conseguido "domesticar" a Pablo Casado, a quien "ha homologado" dándoles el "carné de demócratas". Espinosa de los Monteros felicitó al Ejecutivo por conseguir "que todos los partidos menos uno -Vox- estén de su lado". Con este ataque frontal a Casado, Vox intentaba borrar la amarga imagen que trascendió la semana pasada, cuando el Parlamento al completo dejó solo a Vox. A la vuelta al ring parlamentario, sus dirigentes quisieron dejar palpable que, pese a su sonoro fracaso, aún cuentan con el respaldo de "millones de españoles que ejercen la oposición con nosotros".

Espinosa de los Monteros y la diputada Macarena Olona aprovecharon la sesión de control para señalar a los miembros del Gobierno y a los de la oposición que el lunes acudían a la entrega de Los Leones de EL ESPAÑOL, un acto que se celebró cumpliendo escrupulosamente las normas y que finalizó a las 22.45 horas. "En agradecimiento lo celebran en fiestas hasta altas horas mientras amenazan a los españoles con sanciones si se comportan con ustedes", acusó falsamente Espinosa de los Monteros. 

Su compañera Olona tomó la palabra para engordar el bulo de que los participantes al acto se saltaron las normas impuestas: "Nosotros no compartiríamos mantel en cenas lujosas organizadas por medios de comunicación incumpliendo aforos limitados y el toque de queda". La entrega de premios de este periódico se celebró en un espacio con capacidad para 240 comensales en 24 mesas de diez personas. A la celebración acudieron 80 invitados, lo que representa el 33% de la capacidad total de la sala. El aforo se distribuyó en doce mesas de seis personas y dos mesas más de cuatro personas cada una. Por lo tanto, las normas se cumplieron a rajatabla.

Operación Kitchen

Para demostrar la complicidad del 'nuevo' PP con el Gobierno, Olona se dirigió a la portavoz socialista en el Congreso, Adriana Lastra, y le preguntó directamente por qué ha "paralizado" la comisión de investigación contra la Operación Kitchen que el PSOE impulsó. "¿Se lo pregunto a usted o a los populares?", preguntó, retórica, para, a continuación, reprochar que "esa derecha, al igual que ustedes, se han convertido hoy en auténticas agencias de colocación. En ese manifiesto falta una firma: la de los populares".

La diputada aseguró que el Ejecutivo está contento con la derecha "sumisa, complaciente, contemplativa" y "lastrada por la corrupción" que representa el PP. Y subrayó que el 'no' de Casado a la moción de Abascal fue "un 'no' a la existencia de Vox". A continuación, Olona advirtió a los populares de que antes del nacimiento de Vox era el PP el partido que la izquierda calificaba de "fascistas". Ahora, la diputada enarbola la bandera de que Vox "es la única oposición. Sigan aplaudiendo como focas, nosotros actuaremos como dique de contención". 

El siguiente diputado de Abascal en tomar la palabra fue el expopular Ignacio Gil Lázaro, que continuó con la línea marcada por sus compañeros: "Nosotros no vamos a hacer lo que algún otro hizo la semana pasada", y habló de que Vox no va a "caer" en la "rendición indigna" de otros partidos, en una clara alusión al PP. 

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