La localidad barcelonesa de Moyá conmemoró el tercer aniversario del 1-O con un mural inspirado en el Guernica de Pablo Ruiz Picasso pero en su 'versión' independentista. Éste no muestra los estragos de un bombardeo, sino lo que para los promotores de la obra y del acto fue "represión".

La responsable del mural, de gran formato -6,40 metros de ancho por 3 de alto-, es de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) de Moyá, y está ejecutada por el ilustrador local Eduard Altarriba sobre lona en una estructura de madera. En él se identifican algunas de las imágenes más icónicas de la obra de Picasso, con rostros que muestran horror.

La diferencia reside en que la creación no refleja o denuncia la matanza o la destrucción en la localidad vizcaína durante la Guerra Civil en 1937, sino que se ve una urna, una papeleta y una estelada, y también y sobre todo cargas policiales o una mano que sangra formando las barras de la bandera catalana. 

No son los únicos elementos que Altarriba ha incorporado de aquella jornada en la que se celebró el referéndum ilegal, que ha terminado con sus principales responsables -los que no han huido- en prisión, como el barco de Piolín que alojó a los agentes de refuerzo antes, durante y después del 1 de octubre de 2017.

"El objetivo del mural es recordar el dolor del pueblo catalán aquel día, pero sin olvidar el punto de humor con que conviene mirar la realidad", explica Eduard Altarriba. Recoge Regió7 que el artista trabajaba en la obra desde el pasado otoño, cuando una vecina del pueblo tuvo la idea de vincular el 1-O con el Guernica.

"Enseguida pensé que un mural que tomara el Guernica como referencia podría explicar muy bien el sentimiento de los votantes durante el referéndum", dice esta vecina.

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