La Fiscal General del Estado, Dolores Delgado, y el ex juez Baltasar Garzón han formalizado su relación y han emprendido una vida en pareja desde junio, según ha podido saber EL ESPAÑOL de fuentes próximas a su entorno.

Ambos están separados de sus respectivos cónyuges y han informado a sus hijos y familiares directos de su decisión de emprender una vida en común. Según las mencionadas fuentes, sus entornos familiares han asumido esa decisión con naturalidad y sin que mediara ningún elemento traumático.

Dolores Delgado y Baltasar Garzón se conocen desde 1993 cuando ella fue asignada como fiscal al Juzgado Número 5 de la Audiencia Nacional del que era el titular. Su estrecha colaboración profesional en la persecución de delitos relacionados con el terrorismo y la droga desembocó en una relación de amistad que dio pie a recurrentes rumores y especulaciones.

Es ahora, casi 30 años después, cuando esa relación ha adquirido otra dimensión. En el interín, Baltasar Garzón protagonizó algunos de los casos más sonados en la Audiencia Nacional hasta que en 2012 fue expulsado de la carrera judicial, tras ser condenado por el Tribunal Supremo a 11 años de inhabilitación por un delito de prevaricación que los magistrados consideraron había cometido durante la instrucción del caso Gürtel. Desde entonces, ha iniciado una nueva carrera como abogado y mantiene un bufete especializado en asuntos de carácter internacional.

Entre tanto Dolores Delgado siguió desarrollando su carrera como fiscal especialista en temas de terrorismo y yihadismo hasta que en 2018 fue nombrada ministra de Justicia por Pedro Sánchez. Tras la formación del nuevo gobierno a comienzos de este año, el Congreso de los Diputados la nombró Fiscal General del Estado a propuesta del propio Sánchez.

Fuentes próximas a la pareja han mostrado su desagrado por el tratamiento escabroso que algunos medios han dado a las fotos captadas durante un reciente viaje de fin de semana a Roma. Aseguran que su vida transcurre con normalidad y no existe ningún problema para comparecer públicamente juntos cuando haya ocasión para ello.

Según las citadas fuentes, la actividad profesional de Baltasar Garzón no incidirá para nada en las funciones de Dolores Delgado como Fiscal General del Estado, por desarrollarse fundamentalmente en el extranjero.

También precisan que si se produjera algún tipo de conflicto de intereses o incompatibilidad en algún caso concreto, la Fiscal General del Estado se abstendría de intervenir, de acuerdo con lo establecido en la ley. "Quienes la conocen saben que es una profesional que en su trabajo antepone la ley y su sentido de servicio público, equidad y respeto a la justicia, a cualquier otra circunstancial".

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