Tánger

La avenida de cinco carriles que se extiende desde la puerta de la frontera de Melilla con Beni Ensar hasta la primera glorieta de la localidad marroquí ya tiene nombre: Omar Doudouh (Omar Dudú, en español).

Aprovechando los cambios que prepara para la frontera con la ciudad autónoma, Rabat ha decidido homenajear al líder melillense promarroquí que se exilió en el país vecino en 1987. 

Integrado en el Ministerio del Interior, es gobernador desde 1994 y quien organiza la peregrinación a la Meca de los musulmanes melillenses. Pero antes y en España, fue consejero del ministro del Interior Rafael Vera, con rango de director general adjunto.

Sólo ocupó el cargo unos meses en 1986 a pesar del elevado salario de 1.200.000 pesetas (7.200 euros) que percibía. También fue el primer musulmán en Melilla en ser miembro de la dirección de un partido nacional español: el PSOE.

Hoy, mientras Marruecos le homenajea con una calle, Melilla le niega la entrada a la ciudad a pesar de que desde 1999 cruzaba la frontera entre los dos países con regularidad, incluso ha llegado a residir un año en España.

Con el gobierno actual de coalición (PSOE, Cs y CpM) las cosas han cambiado. Tiene prohibido el paso desde septiembre de 2019. Por eso Dudú no pudo acudir a la cita anual en el cementerio musulmán de Melilla para visitar la tumba de su madre y realizar la zadaca, rito de oraciones y ofrendas en las que participan decenas de musulmanes melillenses.

Igualmente, quedaron anuladas sus revisiones médicas con los especialistas de cardiología y diabetes. Esa orden le impidió también visitar a su hermano mayor que se encontraba enfermo.

En el Congreso

“Después de que le cerraran la valla en la cara, no lo volvió a intentar”, explican allegados de Dudú a EL ESPAÑOL. Y desde hace cinco meses se recupera de una operación delicada en su casa de Nador.

Dudú fue el primer musulmán en entrar al Congreso de los Diputados en 1986. “Duró poco en Madrid porque tenía unos ideales, no estaba interesado en el dinero. Es un hombre activo, que le gusta liderar, moverse, hacer propuestas; y allí lo llevaron para quitarlo de Melilla donde movía a las masas”, recuerda un amigo melillense musulmán.

Lo cierto, es que Dudú dio un puñetazo en la mesa del despacho de Madrid para que en un plazo de 15 días se le otorgase la nacionalidad a los musulmanes de España. Al no ver la intención, regresó a su ciudad natal.

Fue el organizador del movimiento cívico melillense en los años 80 que reclamaba la ciudadanía española para los musulmanes de la ciudad con la ONG Terra Ómnium (Tierra de todos).

Se convirtió en interlocutor permanente entre el gobierno español y la comunidad musulmana. Pasó de ser el único que negociaba por Melilla en Madrid a tener que exiliarse en Marruecos con la ayuda del rey Hassan II tras ser acusado de secesión.

Siempre que puede, presume de su origen morisco. Dudú pertenece a la familia Funti que llegó de España expulsada por Felipe III en 1609. Por eso, en multitud de ocasiones se ha definido como “melillense, amazigh, andalusí e hispano marroquí, por nacimiento, origen e historia”.

En tres lenguas

Nació en Melilla y estudió Ciencias Económicas y Empresariales en la Universidad de Málaga. Después regresó a su ciudad tras pasar un concurso oposición para ejercer de funcionario municipal. Compaginó esa tarea con su función de asesor fiscal y empresarial. Se casó con una melillense, y en la ciudad nacieron sus dos primeros hijos; el tercero es malagueño. Con ellos se vio obligado a refugiarse en Rabat.

La placa con su nombre en la avenida se instaló discretamente en agosto de 2019, pero no ha sido hasta esta semana cuando se ha informado al propio Dudú. Se espera que se realice un acto oficial cuando se inaugure el paso fronterizo con Melilla. Algo que se puede ver como una provocación justo ahora que España le vuelve a cerrar las puertas.

Tampoco parece casual que se haya elegido el nombre con el que se le conoce en España, y no como Omar El Funti, su nombre marroquí. Además está escrito en tres lenguas diferentes al español: árabe, amazigh y francés.

Con este acto se convierte en realidad lo que decía el escritor Juan Goytisolo, gran amante de Marruecos: “Omar Dudú es un hombre de frontera, español para los marroquíes y marroquí para mis paisanos”. Hoy por hoy sigue siendo el único interlocutor español musulmán reconocido en Marruecos.

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