El coronavirus mata más a los hombres que a las mujeres, con una diferencia de un 18% en total, pero que se duplica en determinadas franjas de edad. Se ha cebado especialmente con los mayores de 74 años. Y aquellos españoles que optaron por quedarse en su casa/residencia en vez de ir al hospital, ya fuera por decisión voluntaria o al no tener opción de elegir, murieron en una proporción elevadísima, con respecto a los que sí acudieron a los centros hospitalarios.

Estas conclusiones se extraen del primer estudio pormenorizado realizado sobre los efectos del Covid-19 en la población española, firmado por Inverence, la empresa de bigdata que está adelantándose con precisión en la siniestra -pero necesaria- estadística de los muertos por la pandemia. Los datos están cerrados con fecha 22 de abril, cuando en España había 21.717 fallecidos de manera oficial. Un cálculo claramente inexacto, como ya es asumido por el mismo Ministerio de Sanidad. Según la investigación de Inverence, el pasado miércoles la mortandad real por el coronavirus sumaba 34.103 fallecimientos.

Por tanto, el desglose siguiente parte de 34.103 decesos. Inverence divide su estudio con los fallecidos por Covid entre los producidos en hospitales, el 37%, alrededor de 12.600 personas, y los no hospitalizados (en casa o en residencias, en la mayoría de los casos), con un 62% y unas 21.400 personas. A través del sexo de los fallecidos, de la edad y del lugar en que se produjo el óbito se obtienen conclusiones sociológicas y también de valor médico que serán muy útiles para el futuro porque la pandemia no ha finalizado aún.

Primer estudio pormenorizado realizado sobre los efectos del Covid-19

Por sexo. El coronavirus está confirmando algo sabido, pero con una contundencia implacable: el cromosoma XX es más resistente que el XY. Debido a esta enfermedad vírica, cuya procedencia aún está sin aclarar, de cada 100 españoles muertos el 46% son mujeres y el 54% restante son hombres. Pero este dato exige un segundo análisis, porque en realidad el coronavirus es más letal para el sexo masculino de lo que parecen indicar estos porcentajes.

Téngase en cuenta que el mayor número de muertos se está produciendo entre los mayores de 74 años, edad en la que viven más mujeres que hombres. Por tanto, proporcionalmente ese 54% es más elevado en cuanto a la letalidad sobre los hombres. De los 34.103 españoles muertos hasta el miércoles, 18.882 eran hombres y 16.714 mujeres. Pero donde se aprecia de manera más clara la incidencia del coronavirus por sexos es en las franjas de menos de 65 años, incluso entre 65 y 74 años.

Entre 0 y 64 años murieron el doble de hombres que de mujeres: 1.102 por 543. La desproporción entre un sexo y otro es aún mayor entre 65 y 74 años: 2.987 hombres por 1.221 mujeres. Es evidente que el sexo femenino llega en mejor estado de forma cuando empieza la edad de la jubilación, al menos en lo que se refiere ante los efectos devastadores del coronavirus.

Por edad. Además de las conclusiones anteriores, la empresa de análisis Inverence muestra que casi el 83% de los fallecidos tenía más de 74 años. En cifras: 28.251 muertos, de los que 14.290 eran hombres y 13.951 mujeres.

Una profesional sanitaria en el Hospital Universitario de Fuenlabrada. EFE

Por lugar de fallecimiento. El estudio pormenorizado es especialmente doloroso al poner la lupa sobre la localización de las muertes por coronavirus. La primera conclusión, que podría parecer obvia, es que se tiene más posibilidad de morir por esta enfermedad si no se acude al hospital. Conviene recordar que durante esta crisis sanitaria se instaló cierto estigma en la conciencia popular contra los centros hospitalarios, al considerarlos lugares peligrosos y desaconsejables porque “el remedio podía ser peor que la enfermedad”, según el dicho popular.

De los 34.103 fallecidos establecidos por Inverence, 12.634 decesos se produjeron en los hospitales frente a 21.469 personas que perdieron la vida donde residían, en la mayoría de los casos, centros de la tercera edad. En tantos por ciento, el 37,04% frente al 62,95%. Estas diferencias son aterradoras si concluimos que miles de ancianos murieron por la sencilla razón de que no tuvieron oportunidad de ser atendidos en centros hospitalarios.

Injusto y terrible

Una situación tan terrible como injusta se mire por donde se mire: 1) porque todo el mundo tiene derecho a una atención sanitaria justa, situación que no se produjo al no estar las residencias preparadas para ello, y 2) porque estos fallecidos, todos ellos queridos por sus descendientes, fueron personas que trabajaron durante muchos años, cotizaron decenios a la Seguridad Social y cuando necesitaron ayuda hospitalaria, carecieron de ella. Es lo que en un grito de dolor y exageración se ha calificado de genocidio involuntario.

Una corona en el cementerio de Tomelloso, frente a un nicho recién ocupado. Jorge Barreno

El estudio de Inverence da, pues, muchas pistas sobre la naturaleza de las muertes y puede ayudar a tomar medidas antes futuras oleadas del coronavirus.

Cálculo final de muertes: Según esta empresa de cálculo, cuando finalice la crisis del coronavirus en España habrán muerto cerca de 42.000 personas, estimación proyectada hasta el 13 de mayo. Para esta fecha, si se mantiene la curva descendente, según los datos del Ministerio de Sanidad los muertos oficiales serían unos 26.630. Según el estudio del IHME (Universidades de Washington y Seattle) a partir del 20 de mayo ya no habrá más muertos en España por Covid-19. Queda, pues, tanto dolor como incertidumbre.

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