La Consejería de Salud de la Generalitat valenciana adquirió 16.000 unidades de mascarillas para albañiles y las repartió en distintos hospitales de la Comunidad para uso por personal sanitario. 

Durante al menos cuatro días estas unidades sin homologación ni certificación europea se han utilizado en algunos hospitales de las provincia de Alicante y Valencia, así como en centros de Atención Primaria, según ha podido confirmar EL ESPAÑOL.

La compra de estas mascarillas, cuya misión es evitar el polvo en la construcción y en ningún caso evitar la propagación de la Covid-19, se hizo a una empresa brasileña.

Según ha podido saber EL ESPAÑOL, en centros hospitalarios de la capital valenciana como el Peset, el General y el Clínico, o el Hospital de Denia, personal sanitario ha usado estas mascarillas al menos entre uno o cuatro días antes de que el Departamento de Dirección Económica y Compras de cada centro decidiera retirarlas este martes tras las quejas de los sindicatos.

El sindicato CSIF de Alicante fue el que elevó la petición a la Conselleria de Sanidad porque “se ha podido comprobar que no están avaladas por las normas europeas (en concreto por la UNE 1492001+A1) ni están homologadas por la National Institutes of Occupational Safety and Health (NIOSH) de la FDA”.

Empresa brasileña

La empresa brasileña que contrató el Consell de Ximo Puig para la provisión de mascarillas se llama Grazia. Se trata de una compañía especializada en material de protección para las obras.

Si se observa su página web, los productos de “protección respiratoria”, “visual”, “auditiva” y en “altura” con los que cuenta están destinados a las tareas de construcción. Tampoco disponen de la homologación de la Unión Europea.

Los primeros en dar la voz de alarma fueron los propios sanitarios, ante la extrañeza de unas mascarillas azules y con características muy distintas a las que son habituales en el campo de la Salud. Incluso compararon su envoltorio con el de un "paquete de cotillón de Nochevieja". Sus sospechas fueron a más cuando el Ministerio de Sanidad obligó a retirar 140.000 mascarillas que resultaron defectuosas.

Desde la Consellería de Sanidad, liderada por Ana Barceló, secretaria general del PSOE en la provincia de Alicante, han asegurado que únicamente se habían distribuido en cinco departamentos de la región, pero que no llegaron a ser utilizadas. Personal sanitario lo desmiente tajantamente.

"Por viajar"

La polémica se produce después de que Ana Barceló llegara a justificar la elevada cifra de personal sanitario afectado por coronavirus con el argumento de que algunos se contagiaron “por viajar, o a través de amigos o familia". Sus manifestaciones las realizó mientras desmentía que hubiera escasez de material de protección frente al coronavirus. Un mes después, trasciende el empleo de mascarillas para albañiles en los hospitales valencianos.

Todos los intentos de EL ESPAÑOL por contactar con fuentes de la Consellería de Sanidad para recabar su posición han resultado infructuosos.

Los sindicatos del personal sanitario valenciano están reclamando ya al Ejecutivo valenciano que realice test serológicos a los trabajadores que han llevado estas mascarillas, así como "test diagnósticos" a todos los profesionales de la sanidad.

En la Comunidad Valenciana el número de contagios oficiales alcanza los 10.000 y el primer hombre que falleció en España por coronavirus, el 13 de febrero, fue en un hospital de Valencia. No se confirmó la causa hasta el 3 de marzo.

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