"Vamos a proceder a la desinfección del pueblo. Señora, por favor, ¡métase en casa!". Una bocina se encargó de dar la alerta a a los habitantes en el centro del pueblo. Al momento, los 917 habitantes de Castillo de Bayuela, una pequeña localidad de la provincia de Toledo, se guarecieron en sus viviendas, y observaron como un cañón gigante de nieve transportado sobre un camión de color rojo recorría las calles del municipio.

No era eso lo que expulsaba a través de su enorme turbina, sino litros y litros de líquido desinfectante. El pasado domingo, el nuevo invento de la Unidad Militar de Emergencias (UME) echaba a a andar. 

El Primer Batallón de Intervención en Emergencias (BIEM I) de la UME lleva, como el resto de sus compañeros en toda España, una semana de jornadas maratonianas. Hace unos días, una empresa les cedió al equipo un camión dotado de ese enorme tubo, y el ingenio de los integrantes de la unidad hizo que lo transformasen en un arma de gran calibre contra el coronavirus.

Lo primero que hicieron fue equiparlo con dos tanques de 1.000 litros, cada uno equipado con una motobomba, los conectaron a la turbina y los rellenaron de desinfectante. Accionaron el dispositivo. Comprobaron, exultantes, que funcionaba. 

'Dracarys', el cañón de la UME para desinfectar grandes superficies.

La potencia del artefacto es tal y está logrando unos resultados tan satisfactorios que ya se le conoce como 'Dracarys', en referencia al dragón de la serie Juego de Tronos. El Brigada Félix Rodríguez Lozano, uno de los integrantes de este primer batallón, dice a EL ESPAÑOL que lo probaron el fin de semana en el IFEMA y que lograron desinfectar una nave completa en apenas media hora. 

"Necesitábamos aumentar la capacidad de desinfección para abarcar el máximo posible", explica a este periódico. "Trabajamos para seguir evolucionando, tanto en ciudades como en pueblos. Esta ha sido una idea que ha nacido en el Primer Batallón. El ingenio se agudiza cuanto más aprieta la situación". 

El cañón nebulizador 

Desde que se decretó el Estado de Alarma la UME se ha encargado de desinfectar enormes espacios y recintos habitualmente concurridos en todas las comunidades autónomas. Tras más de una semana de trabajo, han patentado un nuevo arma a sus labores de limpieza. Con ella continuarán trabajando en las labores de desinfección efectuadas en todas las Comunidades Autónomas.

"Estamos apretados, pero con el ánimo levantado, con la moral alta", asegura Rodríguez, desde el batallón. Este cuerpo de élite del Ejército lo conforman unos 350 efectivos, una parte importante de los 2.680 militares desplegados en 135 localidades para combatir el avance de la pandemia en el territorio nacional. 

La prueba clave para iniciar las actividades con el cañón nebulizador tuvo lugar en IFEMA el pasado fin de semana. Allí, uno de los hospitales de campaña, un enorme pabellón para acoger pacientes leves del Covid-19, fue convenientemente desinfectado. "El vehículo lo maneja solo una persona, y otra guía desde la carretera. El desinfectante fue rápidamente esparcido y espolvoreado. La tarea se culminó con enorme agilidad".

La idea es utilizar el 'Dracarys', sobre todo, para lograr de un modo más efectivo la desinfección de grandes espacios. Con él, su primera misión en ese pequeño pueblo toledano terminó en muy poco tiempo. Lograron limpiar las calles y el centro de salud. 

Trasladarlo a toda España

Ahora que el invento está ya en pleno funcionamiento, por lo menos en el Primer Batallón de la UME, la idea es trasladar esta nueva arma contra el virus a los batallones de otros lugares de España. Pronto podría estar disponible en distintas ciudades para que todas las unidades de emergencias puedan desarrollar su propio ejemplar.

El cañón nebulizador en el IFEMA. Ministerio de Defensa

Todos sus equipos están perfectamente equipados para desarrollar su labor. Cuentan con las medidas de autoprotección necesarias. Y van variando su procedimiento dependiendo de la zona que les toque desintoxicar. 

Para ir más al detalle vienen empleando mochilas difusoras, pertrechados con depósitos de hipoclorito. Al accionarlo, lo esparcen de manera homogénea por todo lo que pretenden desinfectar: bancos, barandillas, puntos de reunión, la entrada de los edificios...

El segundo nivel de potencia es el de las autobombas. Esa es la que venían empleando en los aparcamientos de los grandes recintos sanitarios. Y ya para espacios más grandes, como calles enteras, van a empezar a utilizar el cañón. 

Las unidades de la UME, los cinco batallones gemelos que la integran, son uno de los efectivos cruciales mientras se prolongue el despliegue de las Fuerzas Armadas en la 'Operación Balmis'. Están en la vanguardia del operativo. Son ellos los que tratan de llevar primero a todos los rincones la mayor desinfección posible, quienes limpian calles y de las avenidas de la geografía nacional. Están entrenados para ello. 

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