Las encuestas sobre el experimento de Partido Popular y Ciudadanos de presentarse juntos a las elecciones de País Vasco no son nada esperanzadoras. Si hace cuatro años los naranjas no consiguieron representación parlamentaria y los conservadores se hicieron con 9 sillones en el Parlamento vasco, de celebrarse hoy elecciones la suma de ambos apenas llegaría a los siete diputados, según la encuesta de SocioMétrica para EL ESPAÑOL. Una suma muy insuficiente para las aspiraciones de Génova, que va a volcarse de lleno en la campaña electoral para intentar, al menos, mantener los nueve escaños que tiene hoy.

El presidente del PP ha decidido implicarse personalmente en una campaña en la que decidió cambiar a su candidato a menos de dos meses de la cita electoral. La negativa de Alfonso Alonso de ser el candidato de una coalición que le dieron cerrada en Madrid provocó la primera gran crisis en el nuevo Partido Popular que Pablo Casado sofocó en apenas dos días y de la forma más drástica: destituyendo al candidato que había sido elegido apenas unas semanas antes. 

Desde que la opción Alonso decayó, Casado siempre pensó en ofrecer ser cabeza de cartel a Carlos Iturgaiz, el conservador que en los años noventa consiguió los mejores resultados electorales para el Partido Popular. "El País Vasco de 2020 no es el País Vasco de 1996. Afortunadamente ETA ha dejado de matar y los muertos ya no venden", reconoce un miembro del partido en esta autonomía, que vaticina un "desastre electoral" por "el shock del divorcio con Alonso contado en directo". Según sus cálculos, "PP+Cs salvará los muebles si consigue formar grupo parlamentario propio": cinco diputados. De consumarse el descalabro, se pondría en cuarentena futuras alianzas entre los dos partidos en otras regiones donde el nacionalismo también está muy vivo, como en Cataluña. "Si se demuestra que juntos restan, ¿quién va a querer repetir el experimento?", se pregunta un barón autonómico. 

Acto con Arrimadas

La dirección nacional del PP es consciente del riesgo de la apuesta y, para no perderla, redoblará la presencia del presidente y de pesos pesados del partido en la campaña electoral. El objetivo principal es lanzar un mensaje de calma y de aparente normalidad. Como si ahí no hubiera pasado nada y el presidente del partido no hubiera dimitido por no contar con la confianza de la dirección nacional. La dirección nacional mantiene una buena sintonía con los dirigentes de Ciudadanos y ambos partidos trabajan ya para cerrar un gran acto de Casado con Inés Arrimadas si la líder de Ciudadanos se hace con la presidencia del partido la próxima semana. 

Casado ya se ha volcado con el candidato Iturgaiz, a quien vio la semana pasada en Ermua, el pueblo natal de Miguel Ángel Blanco, el concejal del municipio asesinado por ETA en 1997. El líder del PP volverá al País Vasco este sábado para acompañar al aspirante a lehendakari a dar un mitin en su pueblo natal, Santurce. Los dos líderes estarán acompañados por otros miembros del PP y por dirigentes de Ciudadanos en la comunidad. "Tienen que vender que el constitucionalismo unido suma y no resta". 

Desmovilización

La dirección nacional mantiene mucha cautela antes de pronosticar ningún resultado, pero encara la precampaña electoral con moderado optimismo. Además, creen que los fichajes de personas "independientes" a la coalición PP+Cs puede servir como revulsivo para mantener unos resultados dignos. La ilusión de la unión del constitucionalismo que quiere transmitir Génova choca frontalmente con el ánimo recorre en estos momentos todos los rincones del PP vasco. "Va a haber una desmovilización total", auguran. 

El PP también quiere volcarse en atender las demandas de los más jóvenes, para que los nuevos electores vean la opción constitucionalista como una apuesta segura frente al nacionalismo. De hecho, Iturgaiz participó el miércoles en un encuentro con Nuevas Generaciones de Guipúzcoa en el que participó la diputada nacional, Beatriz Fanjul, y el presidente nacional de Nuevas Generaciones. Diego Gago pidió a los más jóvenes "que luchen contra el pensamiento único y no dejen que les teledirijan".