La Abogacía del Estado habló, ERC mostró su satisfacción por que pidiera que Oriol Junqueras pudiera ir cuando quisiese a ejercer como eurodiputado en el Parlamento Europeo y la investidura quedó despejada. ¿Despejada? En realidad, no. 

Una colección de hechos políticos de gran relevancia se precipitaron este lunes. La Abogacía del Estado presentó su escrito y, en paralelo, el PSOE activó la máquina de cerrar acuerdos. A las 13:00 firmó su pacto con el PNV y a las 17:00 su programa de gobierno con Unidas Podemos.

En ambas reuniones hubo presencia de cámaras de televisión y fotógrafos, pero no de periodistas que pudieran formular una pregunta o, al menos, presenciar el acto in situ para contarlo después. La investidura comenzaba a encarrilarse, pero ERC se mantenía en secreto y Sánchez seguía con su insistencia en esquivar a la prensa para evitar cualquier pregunta incómoda. 

Vilalta fija los tiempos

Cuando habló ERC volvió a marcar la agenda. Pasadas las 20:00, la portavoz del partido, Marta Vilalta, anunció el fin de sus reuniones con el PSOE. "Hemos llegado al final de las negociaciones en esta primera etapa", dijo la portavoz antes de explicar que lo logrado es el "reconocimiento de que nos encontramos ante un conflicto político entre Cataluña y el Estado" y que "hace falta activar una vía democrática". Eso ocurrirá, si hay investidura, en una segunda mesa de negociación "entre Gobiernos": el de la Generalitat y el Ejecutivo central. 

Cuando todo parecía predispuesto para una investidura los días 2, 3 y 5 de enero, la portavoz de ERC anunció que su partido tomará la decisión final el 2 por la tarde en su Consell Nacional, máximo órgano entre congresos. Con timidez, justificada porque no podía hablar en nombre de todo el partido, Vilalta se atrevió a decir poco más que "merece la pena" explorar la vía política con la administración del Estado. "Sólo podremos comprobar si esto va en serio si lo intentamos", justificó. 

ERC vuelve a cambiar el guión

Pero la mera fijación de ese Consell Nacional (una especie de Comité Federal en el PSOE y Junta Directiva Nacional en el PP) para el 2 por la tarde dificulta la investidura de Sánchez y vuelve a frustrar sus planes. Primero pensó en el 16, 17 y 19 de diciembre. Después, en el 27, 28 y 30. Ahora confiaba en el 2, 3 y 5. Pero, ¿puede el debate comenzar sin el portavoz de ERC y mientras el partido independentista decide el desenlace? ¿Es respetuoso convocar un debate de investidura sabiendo que el partido clave tiene que reunirse en Barcelona el mismo día?

Sánchez y el PSOE han repetido en muchas ocasiones que sólo irían a la investidura si tienen los votos y Unidas Podemos considera que es preferible esperar unos días a enviar mensajes que puedan ser percibidos como una provocación por ERC, que es realmente quien marca los tiempos y fija las exigencias. 

4, 5 y 7

En ese sentido, Sánchez podría intentar ser investido con los Reyes atravesados, literalmente, el 4, 5 y 7 de enero. Para la investidura se necesitan cuatro días. El primero es para debatir, el segundo para concluir la deliberación y votar por primera vez (se necesita la mayoría absoluta). Pasadas 48 horas después de la primera votación, llega la segunda y definitiva. Pero el día 6 es festivo nacional (día de Reyes) y se celebra la Pascua Militar y el presidente del Gobierno debe acompañar al rey Felipe VI en el desfile. 

Por lo tanto, la convocatoria del Consell Nacional de ERC podría retrasar otra semana la investidura, hasta el 7, 8 y 10. La convocatoria formal depende de Meritxell Batet, que este lunes guardó un escrupuloso silencio a la espera de la decisión de Sánchez, a su vez a la espera de ERC, como siempre. 

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