El PSOE mantiene la esperanza de una investidura cuanto antes, aunque el sueño de acabar 2019 con presidente con plenas funciones se desvanece para Pedro Sánchez por falta de tiempo. ¿Será investido el 5 de enero, por Reyes? "Ojalá", confía uno de sus asesores en conversación con este periódico. Todo está en el aire. 

El PSOE ha recubierto de optimismo su discreción absoluta sobre las negociaciones, por lo que a medida que el calendario corre y las esperanzas de una investidura se diluyen, sólo queda como hecho cierto la opacidad. ERC la rompe a diario con mensajes que va colocando en los medios, generalmente en forma de advertencia. 

Nada más conocer la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, el máximo dirigente de ERC, Pere Aragonés, se apresuró a advertir de que la manera de cumplirla era liberar a Oriol Junqueras y declarar nulo el juicio por el que fue condenado a 13 años de prisión junto a otros responsables del proceso independentista catalán. Ahí comenzó la presión sobre la Abogacía del Estado.

Como todas las partes en el proceso, la Abogacía debe presentar un escrito con su posición sobre los pasos que debería seguir el Tribunal Supremo una vez conocido el pronunciamiento judicial europeo. Los servicios jurídicos del Estado no pueden determinar la decisión de los jueces, pero ERC considera imprescindible que el escrito se acerque a sus prioridades como gesto político de Sánchez, necesitado de los votos independentistas para ser investido. En la práctica, supondría que Sánchez utiliza a los técnicos para un gesto político y que trata de influir en la Justicia con un cambio de criterio donde pesa poco lo jurídico. Tiene sus riesgos. 

"Inmediata liberación"

Este martes, Nochebuena, la defensa de Junqueras también presentó su escrito. Su abogado, Andreu van den Eynde, pidió en nombre del presidente de ERC que el Supremo aplique el protocolo de inmunidad del Europarlamento "dando lugar a su inmediata liberación". Según el escrito de la Defensa, el fallo judicial europeo "debe dar lugar a un efecto real sobre la situación de Junqueras". 

Ahí, en cómo afecta a Junqueras el fallo, más que en gestos sin trascendencia, está la clave de lo que está pasando estos días. La Abogacía se está tomando su tiempo para presentar su escrito, prueba de que o bien Sánchez no tiene tanta prisa o no es fácil imprimir un rumbo nuevo tras asegurar en Luxemburgo que el fallo que finalmente se materializó en ningún caso iba a cambiar la situación procesal de Junqueras, en prisión y ya no de forma provisional. 

Diversas informaciones apuntan a que la Abogacía podría retomar su criterio de junio, cuando defendió que Junqueras acudiera al Congreso, sede de la Junta Electoral Central, para acatar la Constitución, como hizo cuando fue elegido diputado. Otra cosa sería desplazarse a Estrasburgo o Bruselas para cumplir con su función como eurodiputado. Salir fuera del país puede comportar problemas y riesgos para el cumplimiento de su condena en firme. 

Iceta quiere ver a Junqueras

Mientras los abogados del Estado pasan en tensión las fiestas antes de presentar su escrito, el PSOE sigue haciendo gestos. En una entrevista concedida al digital Nació Digital, el líder de los socialistas aseguró que le gustaría reunirse con Junqueras en prisión. "Si de lo que se trata es de abrir una nueva etapa, todo el mundo tiene que salir de la zona de confort", ha dicho Miquel Iceta, que hasta ahora se había negado a un encuentro de esa naturaleza.

Iceta reconoce que su punto de vista sobre el procés ha cambiado por la falta de alternativa, aunque el giro en el discurso haya coincidido también con las elecciones del 10 de noviembre y la decisión de Sánchez de sellar su investidura a través de ERC.