Volver a repetir la victoria de las últimas elecciones va a ser más difícil de lo que el PSOE pensaba cuando se encaminó a los segundos comicios. "Yo siempre pensé que iba a ser muy complicado", explicaba este martes un ministro, lamentando que para su partido nunca está fácil. El PSOE ya no las tiene todas consigo. Los sondeos que apuntaban a una considerable subida en escaños se han esfumado y hace tiempo que ya dicen de todo, desde una cierta estabilidad hasta un declive. 

El último sondeo de SocioMétrica para EL ESPAÑOL apunta a que el PSOE lograría entre 118 y 122 escaños, en el mejor de los casos uno menos de los 123 que obtuvo en las últimas elecciones. Otras encuestas apuntan en la misma dirección y, lo que es peor, se pueden relacionar fácilmente con un hecho concreto: la digestión de la sentencia del procés, con violencia en las calles de varias ciudades de Cataluña. 

La preocupación va, de nuevo, por barrios. Las mismas direcciones regionales del PSOE que advertían de la dificultad de movilizar al electorado socialista son, ahora, las que creen que Cataluña puede pasar factura. En Ferraz y Moncloa se mantiene, de nuevo, el optimismo oficial. "Pablo Casado y Albert Rivera han hecho el ridículo, porque han puesto toda la carne en el asador y han pedido más contundencia cuando ahora se ve que la estrategia del Gobierno estaba dando resultado, además sin alimentar el victimismo independentista. Aún faltan semanas para que podamos explotarlo", confían.

Sánchez: no es necesario crear "alarmismo" con la llegada de una recesión

El fantasma andaluz 

En cualquier caso, el fantasma de Andalucía sobrevuela el 10-N y el riesgo de que se contagie la apatía y la noche electoral sea amarga cobra fuerza. Tanto es así que Pedro Sánchez ya no lo disimula. 

El líder del PSOE ha vuelto al ruedo de la campaña tras una semana volcado en la gestión de la crisis en Cataluña. La fecha de la cita con las urnas se acerca y Sánchez es uno de los pilares de la campaña socialista, por encima de la marca PSOE. Este lunes combinó una visita exprés a Barcelona con un mitin en Ciudad Real. El martes visitó Huelva y Cádiz. Este miércoles visitará Segovia, Salamanca y Zamora, otras tres capitales de provincia, con mitin en cada una de ellas. 

Sánchez y el PSOE temen a la abstención hasta el punto de conjurarse contra ella varias veces en cada intervención pública. 

"Tenemos cero votos"

"Hay muchas encuestas. Hay muchas encuestas y todas dicen que el PSOE va a ganar las elecciones. Todas. ¿Sabéis lo que ocurre? Que las elecciones no se ganan con las encuestas. A día de hoy, el PSOE tiene el mismo número de votos que el resto de partidos políticos, es decir: cero. Por lo tanto, lo que tenemos que hacer el próximo 10 de noviembre es movilizarnos. Porque una España movilizada es una España desbloqueada, que avanza y con un Gobierno progresista con el PSOE al frente", dijo Sánchez este martes por la noche en Cádiz. 

"Ahora mismo, en las urnas no hay ningún voto. No nos confiemos con las encuestas. Sabemos que la derecha va a votar y la izquierda tiene que votar y concentrar su voto", insistió. 

"Mejor votar un día un poquito cabreado"

Más gráfica aún fue Susana Díaz, líder del PSOE andaluz, con la que Sánchez mitineó en sesión de mañana y tarde. "Os pido que aprendamos de lo que nos pasó aquí. No olvidemos el 2 de diciembre. No nos relajemos. No creamos que todo está hecho, que no es verdad. Hay que ganar voto a voto, calle a calle, pueblo a pueblo. Hay que salir de este momento, en todos los rincones de Andalucía. Es preferible votar un día un poquito cabreado que pegarte cuatro años enfadados por no ir a votar y tener que soportar a la derecha castigando a nuestra tierra. Eso no puede pasar el 10 de noviembre. Hay que salir a votar al PSOE", pidió. 

La estrategia socialista coincide, básicamente, en cargar contra todos los rivales. Contra el independentismo y Quim Torra, del que Sánchez ya se burla abiertamente en los mítines ("le ha entrado este atracón a llamarme todos los días"), y contra Pablo Casado, Albert Rivera y Pablo Iglesias. 

"El otro día me reuní con los tres y me dijeron que iban a ser leales. La lealtad les duró lo que tardaron en salir por la puerta de Moncloa", lamentó. Según él, sólo si se vota al PSOE se podrá garantizar que se vence al bloqueo. Mientras, el PSOE se mantiene o baja de sus 123 diputados actuales. La mayoría absoluta, los 176 que garantizarían que no hay bloqueo, son ahora mismo ciencia ficción. 

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