Por primera vez, la estrategia electoral del PSOE, que avanzaba sin complicaciones entre los sobresaltos de varios de sus partidos rivales, se ha topado con un importante e inesperado bache. Por primera vez en mucho tiempo, Pedro Sánchez ha sonado incómodo, duro o incluso cabreado. Ha sido en la tarde de este jueves, entrevistado por Julia Otero en Onda Cero sobre la fecha y el formato del debate electoral entre candidatos a la Moncloa que aún sigue en el aire. 

Pedro Sánchez ha advertido a sus rivales que sólo está dispuesto a participar en un debate, que debe ser el martes 23 de abril y que debe celebrarse en RTVE. Su exigencia, unida al anuncio de Pablo Casado, Albert Rivera y Pablo Iglesias de estar ese día en Atresmedia (Antena 3, La Sexta, Onda Cero), con quien ya se habían comprometido, deja el debate en el aire.

Podría ocurrir que Sánchez compareciese solo en RTVE y los otros tres candidatos en Atresmedia, con el atril vacío del presidente del Gobierno. Sánchez ha dicho estar dispuesto a que eso pase. 

"Insto y pido a los líderes políticos de las otras fuerzas que vengan al medio de comunicación público", ha dicho el candidato del PSOE. "Tendrán ellos que decidir si llevan una representación a RTVE o no, pero yo voy a estar el día 23 en la cadena pública para debatir con quien quiera debatir", ha advertido. 

Por qué se produce el "lío"

¿Por qué se produce este entuerto? Inicialmente, RTVE propuso un debate a cuatro el lunes 22 de abril. Lo hizo así por la rígida legislación electoral, que no permite a la corporación pública dar espacio a formaciones sin representación parlamentaria. Casi al mismo tiempo, Atresmedia ofreció para el martes 23 uno a cinco, en el que participase también Santiago Abascal, líder de Vox, partido que se colocará según todas las encuestas entre los cinco primeros el 28-A. Casado, Rivera e Iglesias estaban dispuestos a acudir a ambos y esperaron a que el PSOE tomase su decisión. 

Entre el debate a cuatro en los medios públicos y uno que incluyese a Abascal en los privados, Sánchez eligió a Abascal. "A mí no me gusta que la ultraderecha exista en este país, pero creo que es necesario que esté en el debate para contraargumentar", ha dicho Sánchez este jueves. Y sólo aceptó participar en ese debate mientras los demás candidatos pedían que se celebrasen más, también en distintos formatos. Casado y Rivera reclamaron cada uno un cara a cara con Sánchez, pero los socialistas también lo rechazaron para no favorecer a ninguno de los dos en su pugna por la alternativa.

Cuando ya parecía claro que sólo habría un debate, que sería a cinco, el 23 de abril y en Atresmedia, la Junta Electoral Central lo frustró al asegurar que, incluso en un medio privado, tendrían antes más derecho a participar otros partidos con mayor representación y número de votos. 

Con la JEC comienzan las curvas

Es ahí cuando empiezan de verdad las curvas. RTVE volvió a ofrecer su debate el 22 y Atresmedia readaptó el suyo para que fuese a cuatro. Los partidos tenían sobre la mesa dos debates a cuatro dos días seguidos. 

Este miércoles, a las 9:52, el PSOE hizo pública su decisión. Una vez excluido Vox, Sánchez optaba, ahora sí, por la televisión pública. Sin embargo, no aclaraba la fecha, Horas después, fuentes del partido aseguraban que su "disponibilidad" se limitaba a la noche del 23 de abril, a pesar de que el 22 no tiene nada en la agenda de campaña o institucional.

Por su parte, RTVE defendió este miércoles la fecha inicial en un comunicado. TVE ofreció de nuevo "el 22 de abril, si bien RTVE, fiel a su naturaleza de servicio público, está abierta a poder hacerlo en fechas posteriores, siempre que las diferentes formaciones invitadas lo consensúen entre ellas", dice el texto. 

En otras palabras: Sánchez aceptaba el debate en RTVE, pero imponía la fecha, que pasaba a coincidir con el debate de Atresmedia al que Casado, Rivera e Iglesias ya habían prometido ir. Este jueves a mediodía, RTVE emitió otro comunicado en el que manifestaba su "disposición" a que fuese el 23, la fecha elegida por Sánchez.

El presidente del Gobierno ya tenía armado su discurso. Con el cambio de RTVE, dos debates a cuatro coincidían y él cree más razonable optar por los medios públicos. "La disyuntiva en la que estamos ahora mismo es si queremos que se celebre en un medio de comunicación público o en uno privado", ha dicho en Onda Cero. "Creo honestamente que tiene que hacerse en la cadena pública", según él.

Rebelión en RTVE y enfado de los partidos

La decisión de RTVE enfureció a los Consejos de Informativos y al periodista Xabier Fortes, una de las estrellas de la casa y que estaba llamado a ser el moderador de la cita. La dirección de la casa había cambiado la fecha para amoldarla a las prioridades de uno de los candidatos y, según los demás partidos, sin consultarles a ellos. 

"TVE ha emitido hoy un comunicado antes de ponerse en contacto con el PP alterando la fecha inicialmente establecida. Nos parece inaceptable que la televisión pública, de la que se espera esté al servicio de todos, actúe al dictado del candidato socialista", dijeron fuentes populares. 

Rivera e Iglesias criticaron duramente a Sánchez por utilizar a TVE con fines partidistas, según ellos. 

Las explicaciones de Sánchez

En su entrevista, Sánchez ha cuestionado la decisión de la Junta Electoral Central y ha defendido su apuesta por incluir a Vox. "Es importante que los españoles vean también al quinto partido que está en liza, que es un partido fundamental para el PP y Ciudadanos si se quieren encaramar a las instituciones y quieren gobernar en España como están haciendo en Andalucía", ha dicho Sánchez. 

"Este lío" no ha sido "provocado" por "el grupo Atresmedia, ni por supuesto tampoco por parte del PSOE ni de ningún partido político sino como consecuencia de una resolución de la Junta Electoral Central", ha dicho. "[Es] una resolución que yo acato pero que no comparto" que "a quien está beneficiando es a la ultraderecha", ha dicho. 

"Los grandes partidos políticos tenemos que sacar la conclusión de que en la próxima legislatura, una de las cuestiones que tenemos que poner encima de la mesa y acordar es cómo regular los debates en las campañas electorales", ha dicho.

Según él es "necesario" e "imprescindible", pero su programa electoral dice lo contrario. Tras reclamar una normativa en las elecciones de 2015 y 2016, cuando criticaba a Mariano Rajoy por no debatir lo suficiente, Sánchez no ha impulsado ninguna medida desde el Gobierno y ha retirado la propuesta del programa electoral que presenta para el 28-A, como ha revelado este periódico.

"Yo tengo muchas ganas de debatir, muchas ganas de debatir", ha dicho, pero ha asegurado que sólo aceptaría dos debates si el otro fuese a cinco. Preguntado por la periodista por qué no acepta un cara a cara con Casado, Sánchez ha dicho que es para evitar el agravio de Rivera e Iglesias.