"Los guardias civiles y nuestras familias seguimos soportando en Cataluña el acoso y el odio de los que se llaman defensores del derecho a decidir de los catalanes". Así comienza la denuncia que la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) ha emitido con motivo de las presiones que sufren sus agentes en Cataluña por parte de los CDR, "los dueños del día a día de las calles catalanas".

La gota que ha colmado el vaso ha sido "un nuevo escrache" protagonizado por miembros de la agrupación independentista, que pintaron de amarillo las viviendas de los guardias civiles de Vic. A juicio de la AEGC, esta "actitud intransigente" es "una muestra más del carácter totalitario de unas personas que tratan de imponer por la fuerza sus ideas a toda una sociedad".

La AEGC también ha acusado a los CDR de actuar "como lo hicieron los nazis con los judíos", ya que "ellos son los que se encargan de marcar a los guardias civiles que aún permanecen en Cataluña". Pero la principal preocupación de estos agentes de la Benemérita es "cómo puede afectar este acoso a las familias" de los guardias y "cómo afectará en su vida diaria en este municipio", a la vez que claman por la defensa de sus derechos: "¿Dónde queda su respeto a los derechos humanos de los menores que viven en el Cuartel de Vic, el mismo que en 1991 sufría el cruel golpe de ETA que causó 10 muertos, cinco menores, y 44 heridos?".

La AEGC ha recordado que los ataques se producen "más de un año después" del "intento fallido del Referéndum ilegal" y ha lamentado que los guardias civiles "siguen siendo el centro de sus ataques y de su odio", a pesar de que su actuación se produjo "acatando órdenes de una juez".

La asociación de la Benemérita está personada como acusación particular por su actuación en diversos institutos de Barcelona durante la jornada del 1 de octubre de 2017 y se encuentra a la espera del recurso de apelación que se encuentra en la Audiencia Provincial de Barcelona.

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