Eduardo Zaplana sufrió un trasplante de médula ósea con hasta cuatro complicaciones graves, según afirma el jefe de Hematología del Hospital de La Fe de Valencia que lleva el caso del exministro: "Desde una pericarditis aguda a una trombosis seguida de una embolia pulmonar masiva. Todo ello complicado por la denominada enfermedad del injerto contra huésped".

Guillermo Sanz, el médico del expresidente de la Generalitat valenciana ha tratado durante meses de convencer a la jueza de que le deje en el hospital ya que en la cárcel corre un riesgo extremo: "Podría morirse mañana mismo", dice en una entrevista a El Mundo.



Señala también la "edad en el momento del trasplante" y "el hecho de hacerlo en un momento de enfermedad activa, en el que el paciente tenía ya una leucemia aguda". como causas de las complicaciones que han derivado en una "inmunosupresión muy grave y que se sigue manteniendo y que le coloca en una situación de grave riesgo vital".

Sobre un posible reingreso en el centro penitenciario de Picassent dictado por la jueza, el médico se muestra tajante: "Lógicamente tengo que acatar la ley pero será sin el alta médica y bajo su responsabilidad".

En la cárcel, según Sánz, Zaplana ha entrado en un "estado de desnutrición" y añade que "en una situación de prisión no es posible el manejo más adecuado de la enfermedad y se ha ido agravando estos meses afectando a órganos que antes no afectaba como las articulaciones, la cavidad oral o la superficie cutánea".

Además, afirma que Zaplana tiene como prioridad defender su honor, algo que considera un error: "Todos los días intento quitárselo de la cabeza. Independientemente del tema procesal, si quiere defender su honor, lo que tiene que hacer es llegar vivo al juicio".

"Al principio estaba deprimido y en un momento pasó a estar en una situación de dejadez absoluta", asegura Sanz.



Cuenta en la entrevista que tanto "si está en su casa como si está en el hospital en caso de presentarse cualquier complicación, su acceso a los médicos es inferior a una hora. Si está en la cárcel, tarda no menos de cuatro horas".

Trata de explicar también las causas por las que la jueza le deniega su permanencia en el hospital dada su salud: "Yo creo que no era consciente de la gravedad del estado de Zaplana. No obstante, el hecho de que el juzgado haya aceptado su ingreso en el hospital es un cambio de actitud que valoro positivamente y parece que se reconoce que Zaplana necesita unos cuidados especiales que no se le pueden dispensar en el centro de Picassent. La posición de la Sociedad Española de Hematología también creo que ha podido ayudar a cambiar la posición del juzgado al no ser ya la única persona que ha informado en el mismo sentido".