Pablo Crespo, ex dirigente del PP en Galicia y condenado por el caso Gürtel, cuyas empresas clave dirigió, convenció en la mañana de este martes al diputado de ERC Gabriel Rufián. Esa podría ser la noticia (o el tuit) de la sesión de la comisión en el Congreso sobre la presunta financiación ilegal del PP, al menos a tenor de la propia sorpresa con la que Rufián, que interrogó entre bromas y elogios al condenado a 37 años, interno en la prisión de Valdemoro. 

Pero Rufián estaba "agradecido" porque Crespo estaba "rajando de lo lindo". Había una cierta expectación con que el ex secretario de Organización del PP gallego y gestor de empresas clave de Francisco Correa como Special Events aportase alguna prueba que destapase las más altas responsabilidades políticas de la trama Gürtel, pero Crespo evitó aclarar si Mariano Rajoy o dirigentes como José Manuel Romay Beccaría, José Manuel Barreiro o Pío Cabanillas estaban más implicados de lo que han reconocido hasta ahora, que es nada.

Crespo sí describió un sistema por el cuál él "personalmente entregaba sobresueldos" a cargos del partido, en dinero negro y que no figuraban en la contabilidad oficial. Ya en su etapa al frente de las empresas de Correa, a partir de 2002, cobró del PP en negro (bajo la advertencia de no cobrar del PP de otra manera) e hizo pagos en negro por orden del PP, según ha reconocido. 

El PSOE y la trama Gürtel

Sin embargo, la sorpresa llegó al final, cuando Crespo relacionó a la actual ministra de Justicia, Dolores Delgado, el exjuez Baltasar Garzón y la cúpula de Interior en los tiempos de Alfredo Pérez Rubalcaba y Antonio Camacho como ministro y secretario de Estado de Seguridad. 

"Ellos montaron prejudicialmente el caso", acusó. "Nosotros hemos sido nada más que el garrote" de "una operación política organizada por el PSOE para acabar con el PP", según él. Como pruebas, citó una reunión de Rubalcaba con José Luis Peñas, exconcejal del PP en Majadahonda, que se precia de haber descubierto el caso Gürtel por hacer grabaciones y denunciar el caso. En esa operación sería clave Juan Antonio González, jefe de la Policía Judicial. 

Se trata de unos contactos que el excomisario José Manuel Villarejo reconoció, como hace semanas se ha sabido por grabaciones que han salido a la luz, y de las que aseguró formar parte en sus contactos con la entonces cúpula de Interior. 

La cacería de Jaén

Crespo también aludió a la cacería que tuvo lugar en febrero de 2009 en Torres (Jaén), en la que participaron Garzón, que era juez instructor de Gürtel, la entonces fiscal y hoy ministra de Justicia Dolores Delgado, el comisario González o el entonces ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, que tuvo que dimitir al trascender la velada y sus detalles. 

"Qué curioso que después" personas como Delgado o Garzón hayan salido en grabaciones donde, según Crespo, se arropa la idea de una operación orquestada contra el PP. Esas grabaciones son las publicadas por Moncloa.com y a las que ha tenido acceso EL ESPAÑOL. En ellas se escucha al excomisario Villarejo en conversaciones con Delgado, Garzón o la exsecretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, y su pareja, Ignacio López del Hierro. 

Las grabaciones, pues, vendrían a abonar la versión de Crespo, según él. Pero podría no ser una coincidencia, según sugirió la diputada de Unidos Podemos Carolina Bescansa al señalar que el abogado de Crespo, el conocido Miguel Durán, que defiende gratis al condenado por el embargo de sus bienes, según explicó este, es también el abogado del medio de comunicación Moncloa.com, que publica las grabaciones. 

"¿Conoce alguna causa en España en el que instructor haya sido condenado por gravísimos delitos […] y causa haya seguido adelante?" preguntó Crespo a Rufián sobre Garzón. Según él, eso no ocurre en ningún lugar de España. Por ese motivo, hace semanas que algunos de los condenados han anunciado una querella tras escuchar las grabaciones de Villarejo, que según ellos prueban que el juicio no se desarrolló como debía

Los vínculos de Crespo con el PP y la catedral de Burgos

Crespo cantó, pero no contra su partido, al que aseguró que le une aún una vinculación afectiva a pesar de haber dejado de militar en el PP en 2002. El portavoz del PP, Óscar Clavell, no le hizo ninguna pregunta. Fue el único portavoz que procedió así, haciendo un discurso en el que criticó la existencia de la propia comisión y al PSOE. 

En un momento, Clavell rechazó un aspecto "más falso que la catedral de Burgos", algo que provocó el estupor y algunas risas en la sala. "Me ha dejado muy preocupado con la catedral de Burgos", replicó Pedro Quevedo, presidente de la comisión. "Me he equivocado: la catedral de Burgos existe", corrigió Clavell.

Para algunos diputados en la sala, lo que existía en Crespo era la intención de arremeter contra el PSOE buscando quizás la complicidad de su antiguo partido de cara a un posible indulto cuando cambie el Gobierno. Del PP, Crespo se negó a desvelar "por elegancia" detalles o nombres nuevos. 

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