Tras el golpe inicial, ha llegado la costumbre. O, al menos, el intento de alcanzarla. Porque en Podemos cuesta mucho adaptarse a las ausencias de Irene Montero y Pablo Iglesias. Los dos principales líderes han tenido que abandonar temporalmente la primera línea debido al nacimiento prematuro de sus mellizos. Sin ellos, Podemos sigue siendo Podemos, pero no es el mismo Podemos. O eso parece. 

El PSOE gobierna y las encuestas le sonríen. El PP ha renovado su liderazgo tras perder el poder abruptamente. Ciudadanos intenta recomponerse y rearmarse después de quedarse sin la iniciativa. ¿Y qué pasa con Podemos?   

El partido morado ha perdido protagonismo. Su presencia mediática es menor. Sus mensajes y argumentos se siguen lanzando, pero no calan tanto en los medios. Sin sus dos principales figuras en escena, Podemos se va difuminando en el gran teatro que es la política española. 

Irene Montero da a luz a sus mellizos de forma prematura a los seis meses JALEOS

Un liderazgo indiscutible

Después de imponerse con claridad a Íñigo Errejón en la pelea fratricida de Vistalegre 2, allá en febrero de 2017, Iglesias designó a Montero como portavoz parlamentaria en sustitución del número dos derrotado. Las dudas que algunos tenían en Podemos sobre la valía de la nueva cara visible en el Congreso se disiparon definitivamente en la moción de censura fallida que el partido presentó contra Mariano Rajoy en junio del pasado año. 

Desde entonces, el liderazgo de Iglesias y Montero era (y es) incuestionable. Ambos y un estrecho círculo de colaboradores, entre ellos Pablo Echenique y Juanma del Olmo, conforman el núcleo duro donde se decide la estrategia y el argumentario de Podemos. Ahora, la desaparición obligada del secretario general y la portavoz parlamentaria ha cambiado el paso a este grupo, donde unos y otros se reparten tareas para sustituir a los ausentes. 

Superado el amargo trago que supuso la polémica desatada por la compra de su chalé, Iglesias y Montero habían recobrado la iniciativa en el contexto de la moción de censura de Pedro Sánchez contra Mariano Rajoy. La llegada del PSOE al poder abría un complejo desafío para Podemos: cómo ser apoyo y oposición del Gobierno al mismo tiempo

Así se les sustituye

La fatalidad se cruzó en su camino el pasado 3 de julio. Desde entonces, Iglesias y Montero han desaparecido de la escena pública, lógicamente centrados en lo más importante, el cuidado de sus pequeños. Lo que iban a ser bajas normales en cualquier madre o padre se han convertido en ausencias sine die

Tras una suerte de shock inicial, poco a poco Podemos se va acostumbrando a no contar con sus dos rostros más carismáticos. Echenique ha asumido el rol de principal representante del partido, tanto en lo mediático como en las peleas internas. La coportavoz parlamentaria, Ione Belarra, y el responsable de Sociedad Civil de Podemos, Rafa Mayoral, han tomado el relevo en el Parlamento. 

Con agosto llegan las vacaciones y apenas hay actividad parlamentaria. Un poco de tregua para Montero e Iglesias. Y para sus compañeros de filas, que echan de menos a sus líderes en primera línea.