"Venían de cacería, venían de cacería contra Llarena. Algunos de los CDR -autodenominados Comités de Defensa de la República- iban con medio cuerpo fuera de la ventanilla. Nos buscaban como a alimañas". Así acierta a describir la sensación que vivió en la madrugada del sábado al domingo uno de los 20 asistentes a la cena en Palafrugell tras la que independentistas radicales intentaron atacar al juez Llarena.

"Todo ocurrió muy rápido", explica esta persona a EL ESPAÑOL, que ha pedido no ser identificada para no quedar en el centro de la diana de los frustrados agresores.

"La cena comenzó a las 22.40, algún cliente del restaurante debió alertar a los CDR". Ellos no se dieron cuenta de lo que pasaba. "Era una cena normal, en la que había una veintena de personas en una mesa larga. La típica cena de verano en la que los amigos quedan para verse".

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"Sólo había un político -el portavoz del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández Díaz- y ningún personaje de la cultura ni de la judicatura, como se ha dicho", excepto la mujer de Pablo Llarena, "que es magistrada" y actual directora de la Escuela Jurídica de Barcelona.

"Por suerte llegaron tarde"

La cena se alargó hasta la 1 de la madrugada. "A esa hora nos estábamos despidiendo. Justo estaban empezando a salir los coches cuando llegó el primer vehículo de los CDR. Los que viajaban en su interior iban con medio cuerpo fuera de la ventanilla", recrea los momentos de tensión vividos.

La impresión de este comensal era que "se habían dado cuenta de que llegaban tarde y querían impedir que saliéramos".

"Fue de película", confiesa. "Iban de cacería como si fuéramos alimañas". Cree que tuvieron suerte porque "si tardamos un par de minutos más no podemos irnos del restaurante, nos pillan en bragas".

Los CDR identificaron rápidamente el coche de Llarena al grito de "las calles serán siempre nuestras". "Se pusieron en frente del coche frenándolo y comenzaron a golpearlo. Cuando se dividen para golpear el capó y los laterales y las ventanillas es cuando el policía que conducía el coche de Llarena y su esposa logra esquivar a los CDR y se van". 

"Quieren hacerle al resto la vida imposible"

El vehículo de Llarena, aclara, no era un "Maserati o cualquier otro de lujo como se ha dicho. Por supuesto, tampoco había gente del CNI".

El comensal con el que ha contactado este diario dice que el juez Llarena es "una persona templada". "Es la confirmación", cree que así lo siente el magistrado del Supremo, "de que van tener dificultad para volver a Cataluña".

"Cuando detectan a alguien van a por él para hacerle la vida imposible. Lo peor es ver a Puigemont alentando este tipo de actos".

En ese momento no les dio tiempo a pensar nada. Ya estaban allí los nacionalistas radicales. "Íbamos todos en nuestros vehículos particulares. La reflexión viene a posteriori. Los CDR creyeron que las fotos que recibían de nosotros eran falsas y por eso aparecieron tan tarde. Es increíble la que montaron en redes sociales para detectarnos y comenzar la cacería".