Pablo Llanera, el juez del Tribunal Supremo encargado de la instrucción de la causa del referéndum ilegal de independencia del 1-O, ha vuelto a vivir en su propia persona una situación de acoso por parte de los independentistas. El juez, que posee una casa en Cerdanyola, tuvo que salir escoltado del restaurante donde se encontraba cenando anoche.

Llanera se encontraba cenando con un grupo de unas 20 personas, entre las que se encontraba Alberto Fernández Díaz, presidente del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, en un restaurante de Palafrugell (Gerona), localidad en la que a la misma hora se estaba celebrando, a unos dos kilómetros de distancia, una "cena amarilla" en homenaje al expresidente de la ANC, Jordi Sànchez.

Llarena y sus acompañantes se vieron sorprendidos por varias decenas de independentistas que habían sido alertados de la presencia del juez a través de la cuenta en Twitter de los CDR, que publicaron una foto del interior del restaurante. "Tenemos al enemigo en casa... Llarena y Fernández cenando en Montras. No es broma".



El juez fue objeto de insultos y tuvo que ser escoltado por agentes de la Policía Nacional de paisano, que han reforzado su servicio de protección desde que instruye la causa del 1-O. Llanera pudo salir del restaurante, entre gritos de "¡Bienvenido al Ampurdán!" y "¡Las calles serán siempre nuestras!", y con ciertas dificultades, ya que los manifestantes bloqueaban el paso del vehículo llegando incluso a golpear el coche.

Otros incidentes de acoso

No es la primera vez que el juez Llarena sufre el acoso de grupos independentistas desde que instruye la causa por el 1-O. El pasado 25 de marzo, apenas 24 horas después del incendiario discurso de Torrent en su toma de posesión como nuevo president del Parlament, la vivienda vacacional de juez en el municipio de Das, Gerona, amaneció con pintadas amenazantes: "¡Llarena fascista! Ni en Das, ni en ningún sitio", "Los Països Catalans serán tu infierno" y "Libertad presos políticos". El grupo Arran se responsabilizó de aquellas pintadas, de las que de hecho presumió en sus redes sociales.