El rey Felipe VI ha presentado la ausencia de su padre en Mallorca, en la Copa del Rey de Vela, como una cuestión estrictamente médica, tapando así toda referencia a la polémica suscitada a raíz de la divulgación de las cintas en las que Corinna aseguraba que tiene un patrimonio oculto en el extranjero y daba detalles de sus testaferros.

"Está fastidiado. Tenías muchas ganas de venir, pero los médicos le han recomendado no moverse mucho. Le estaba cogiendo gusto a hacer ejercicio", ha justificado el Monarca, en una conversación informal con periodistas.

La Casa del Rey informó el pasado viernes, días después de las revelaciones de las cintas de Corinna, de que Juan Carlos I no competiría en las regatas, ni iría a Bogotá el 7 de agosto a la investidura del nuevo presidente de Colombia, Iván Luque, por una supuesta lesión en la muñeca que le ha generado problemas musculares en la zona cervical y lumbar.

Felipe VI ha asegurado, en la misma charla con periodistas, que le hubiera gustado hacerse una foto con su padre mañana lunes al comienzo de la Copa del Rey Mapfre en aguas de la bahía de Palma, puesto que no coinciden en el torneo desde 2009, cuando el anterior jefe del Estado participó por última vez.



Las consecuencias de las cintas de Corinna



La divulgación del contenido de las cintas de Corinna por EL ESPAÑOL obligó al director del CNI, el general Sanz Roldán, a comparecer en la Comisión de gastos reservados del Congreso. Al mismo tiempo, la Audiencia Nacional ha abierto una pieza separada bajo el nombre de 'Carol' para investigar los presuntos delitos del Rey emérito tras su abdicación y de la aristócrata con la que mantuvo una relación sentimental.

Algunas voces tan relevantes como la de la escritora y periodista Pilar Urbano, autora de varios libros sobre la Familia Real, han pedido a Juan Carlos que renuncie a su condición de Rey emérito antes de que su hijo se vea obligado a apartarle como ocurrió con la Infanta Elena.