La opinión de los españoles sobre la situación política ha mejorado en el último mes coincidiendo con el cambio de Gobierno, ya que se ha duplicado el porcentaje de ciudadanos que piensan que la situación es buena o muy buena , del 2,1 al 4,6, y han bajado diez puntos los que la califican de mala o muy mala.





Según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), cuyo trabajo de campo del barómetro se desarrolló entre el 1 y el 10 del pasado mes de junio, justo después de la llegada del socialista Pedro Sánchez al Palacio de la Moncloa, un 4,6 % de los españoles ven la situación política general de España como "buena o muy buena" frente al 2,1 de mayo. La mejora de la percepción sobre la situación política tiene un leve reflejo cuando se les pregunta por la economía.





No obstante siguen siendo una abrumadora mayoría, el 66,9 por ciento, los encuestados que piensa que la situación es "mala o muy mala", si bien el mes anterior opinaba eso mismo un 76,8 por ciento. 

A un año vista, los españoles son más optimistas y casi se duplica el porcentaje de los que creen que irá a mejor, un 22,5% en junio frente al 12,7% de mayo. Y los que creen que la situación seguirá igual, bajan del 43,5 al 30,3%; y los que piensan que irá a peor, caen del 28,2 al 23,1%.

Sin embargo, en la lista de preocupaciones sube de forma relevante la inquietud por la falta de acuerdos y la inestabilidad política, que pasa del 1,7% de mayo al 4,2% del mes pasado, aunque no entra entre los problemas más mencionados.

El paro, citado por un 62,4%, aunque haya bajado un punto, continúa siendo la primera preocupación ciudadana, seguida por la corrupción, con un 39,2% y ya en tercer puesto se sitúa los partidos y los políticos, con un 24,5% cuando era un 25,4% hace un mes.

Los problemas de índole económica suben un punto hasta el 21,9%, y le sigue la sanidad, con un 11,9; la calidad del empleo y las pensiones, mencionadas por un 10,6%, así como la educación, con un 8,8, que sube más de un punto.





Sin apenas variaciones se mantiene la preocupación por la independencia de Cataluña, citada por un 7,1 por ciento, una décima menos que en mayo, y cae a la mitad la inquietud por la Administración de Justicia (3,1) que en el anterior barómetro escaló hasta el 6,8 coincidiendo con la sentencia de La Manada.