Los nombres de Marc Hernández y Paula Mas, de 23 y 21 años, se han convertido en una obsesión para los Mossos d'Esquadra en los últimos meses. Los dos jóvenes desaparecieron en extrañas circunstancias en las inmediaciones del pantano de Susqueda (Girona) el pasado mes de agosto. Al cabo de unas semanas, los agentes localizaron sus cuerpos en el agua. Desde entonces, los investigadores han volcado sus esfuerzos en saber quién pudo cometer el doble crimen con tanta frialdad. Esta semana, seis meses después de que se denunciase la desaparición de la pareja, han detenido a Jordi Magentí Gamell, vecino de Anglès de 60 años, por su presunta implicación con el caso.

¿Cómo llegaron los Mossos hasta Jordi? En rueda de prensa posterior a la detención, los agentes aseguraron que no tenían ninguna duda de que él había sido el autor material de los hechos. Su certeza se basaba en medio año de pesquisas, complejas y a veces lentas ante la falta de pistas. Su investigación podría resumirse en siete claves fundamentales que fueron cercando el terreno en torno a Jordi Magentí.

Los Mossos registran el huerto del tío del presunto asesino de Susqueda

1.La frialdad criminal

Los detalles del doble crimen sorprendieron por su crudeza. Paula y Marc viajaron hasta Susqueda a bordo de un Opel Zafira azul con la intención de pasar unas jornadas de montañismo y navegando el pantano con kayak. La siguiente noticia que se tuvo sobre ellos fue la localización del vehículo y la embarcación, bajo el agua y hundidos con piedras a bordo. El hallazgo, pese a todo, no descartaba la hipótesis -al menos de forma definitiva- de una fuga voluntaria.

A finales de septiembre, no obstante, se hallaron sus cuerpos. Estaban sin ropa y alguien los había atado junto a sus pertenencias a varias rocas con la intención de que se hundiesen en el agua. Además, presentaban orificios de bala: habían sido asesinados con un arma de fuego. 

Quienquiera que fuese el asesino, sabía lo que hacía. Mató a los dos jóvenes y trató de borrar todas las pistas. Sólo alguien con una trayectoria criminal podía hacer algo así. En un amplio saco de sospechosos, Jordi cumplía con esta descripción. En 1999 había sido condenado a 15 años de prisión por matar a disparos a su mujer, Pepita García.

Marc y Paula desaparecieron a finales del pasado mes de agosto.

2.El perfil del cazador

Una de las hipótesis que se plantearon los Mossos d'Esquadra en los primeros compases de la investigación es que el criminal fuese un cazador furtivo, frecuentes en la zona. Los agentes habían registrado varios antecedentes de individuos que, de forma ilegal, pescaban o cazaban en la zona. "Aquí hay sobrepoblación de jabalíes", apuntaba un vecino de la zona a EL ESPAÑOL.

El asesino de Marc y Paula manejaba bien las armas. Al menos, eso se deducía de las heridas de bala que los forenses detallaron en sus informes. Por tanto, el perfil del cazador no resultaba descabellado. 

Jordi lo era. Tenía armas de caza y sabía manejarlas.

El pantano de Susqueda es una zona frecuentada por cazadores furtivos.

3.El pantano de Susqueda

Quien conoce el pantano de Susqueda y sus inmediaciones sabe que es un lugar de relativo difícil acceso. Hay zonas que resultan impracticables a bordo de un vehículo y hay otras muchas zonas que apenas conocen algunos vecinos de la zona.

El criminal tenía que conocer bien todos estos vericuetos para cometer el doble asesinato. Tenía que saber llegar hasta la zona en la que mató a Marc y Paula, el lugar en el que debía arrojar las pruebas para que los Mossos no las localizasen. Jordi Magentí, asiduo pescador en Susqueda, se movía con especial soltura en este área.

Los últimos kilómetros hasta el pantano de Susqueda circulan por una carretera mal asfaltada.

4.La prueba pericial sonora

Los testigos. ¿Quién había escuchado o visto algo atípico? Apenas hay vecinos que vivan cerca del pantano de Susqueda. Los agentes interrogaron a todos ellos, entre los que se encontraban unos belgas, un hombre que vivía en una cabaña y unas pocas personas más. Los belgas y el individuo de la cabaña cobraron una especial relevancia en la primera fase de la investigación, si bien sus testimonios eran sólidos y nada les inculpaba directamente con el crimen. 

En cualquier caso, ofrecieron una información importante: escucharon sonidos de disparos procedentes de una zona concreta del pantano. Los agentes confirmaron el lugar exacto del crimen gracias a una prueba pericial sonora basada en el testimonio de estos testigos. Así determinaron que Marc y Paula fueron asesinados en un paraje conocido con el nombre de Fuente del Borni. 

Contrastar esos datos con las grabaciones de las cámaras de seguridad podría aportar una información clave en el seguimiento del asesino.

Los Mossos coordinaron las labores de búsqueda de Marc y Paula en el pantano de Susqueda.

5.Las cámaras de seguridad

El pantano de Susqueda no es una zona prolija en cámaras de seguridad. Se trata de un enclave aislado, pero relativamente transitado. Especialmente por excursionistas, deportistas y bañistas.

Los agentes pidieron las grabaciones de las cámaras de seguridad. Si bien no encontraron excesiva información relevante en ellas, sí que establecieron una relación de los vehículos que circularon esos días por la zona. De entre ellos, les llamó la atención -por sus extraños movimientos- la presencia de un todoterreno blanco. Todavía no lo sabían con certeza, pero era el de Jordi Magentí.

Los agentes estudiaron el rastro de las cámaras de seguridad en el pantano de Susqueda. David Borrat EFE

6.Un todoterreno sospechoso

Las grabaciones de las cámaras de seguridad pronto se apoyaron en el testimonio de los testigos, que aseguraban haber visto varias veces un todoterreno blanco en la zona. Los focos se estrechaban cada vez en torno a este vehículo. Los agentes pidieron una relación de personas con un coche de estas características en un radio próximo al pantano de Susqueda.

Entre las coincidencias obtenidas, había una persona que llamaba la atención por encima de las demás. La de un asesino que había sido condenado a 15 años de prisión por haber matado a su mujer, que tenía gran pericia en el manejo de armas y que conocía la zona como la palma de su mano. Era Jordi Magentí, vecino de Anglès de 60 años.

Jordi Magentí es aficionado a la pesca, una actividad muy frecuente en el pantano de Susqueda.

7.Billetes a Colombia

Con todas estas pistas sobre el tapete, los Mossos centraron sus esfuerzos en Jordi, en estudiar sus movimientos y saber cuáles eran sus planes. Pronto advirtieron que el sospechoso tenía previsto trasladarse de forma inminente a Colombia para encontrarse con Nancy, la mujer a la que había conocido tras su paso por prisión y con la que se casó en 2012. Tenía billete de ida, pero no de vuelta, y había cerrado todas sus cuentas bancarias en España. Todo apuntaba a que Jordi se marchaba para no volver.

Los Mossos d'Esquadra explotaron este lunes la operación que sacudió el panorama informativo. Seis meses después, detuvieron a dos personas por el doble crimen de Susqueda: a Jordi Magentí y a su hijo. Los investigadores aseguran no tener ninguna duda de que el primero es el autor material del asesinato de Marc y Paula. En el informe resta escribir los motivos por los que acabó con la vida de los dos jóvenes.

Registro policial en casa de Jordi, detenido por su supuesta implicación en el doble crimen de Susqueda. RobinTownsend Agencia EFE

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