Crecen las voces en el PSOE que reclaman un golpe de efecto en la Comunidad de Madrid. Las recientes declaraciones de Francisco Granados, ex secretario general del PP madrileño y exconsejero de Esperanza Aguirre, han reactivado las ganas del PSOE de intentar una moción de censura contra Cristina Cifuentes. 

Este martes, durante la última Ejecutiva regional del PSOE madrileño, que dirige José Manuel Franco, el presidente del partido en la comunidad, Manuel Robles, propuso presentar la alternativa de Ángel Gabilondo cuanto antes.

Según su razonamiento, explicado a este periódico por fuentes conocedoras de la reunión, no hay que desaprovechar el momento de extrema debilidad de Cifuentes, una presidenta que no sólo estuvo muy cerca de los presuntos casos de corrupción sino que, según Granados, los conocía a la perfección. La falta de explicaciones y la negativa a comparecer en la cámara o aportar documentación son parte de los motivos de enfado de los socialistas con la también presidenta del PP madrileño. 

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Presentarla sí o sí

Según Robles, alcalde de Fuenlabrada hasta hace unas semanas y referente orgánico, la moción de censura debe presentarse sí o sí, incluso aunque no prospere. Para que lograse la mayoría, el PSOE necesitaría a Podemos, en principio proclive, y a Ciudadanos, aunque sólo fuese con el voto a favor de uno de sus diputados, que es el que daría la mayoría absoluta al texto.

Hasta ahora, Ciudadanos ha apoyado a Cifuentes en las votaciones clave, como su investidura o los Presupuestos, pero su situación es cada vez más incómoda por las revelaciones sobre la presunta corrupción en el PP y la creciente rivalidad entre ambos partidos, en Madrid y en el ámbito nacional, que han endurecido el tono del partido de Albert Rivera. 

Rechazo de los líderes del partido

Fuentes socialistas aseguran que ni Franco, el líder del PSOE en Madrid, ni Ángel Gabilondo, el portavoz en la Asamblea, están por la labor. Es más, en la Ejecutiva más de uno reaccionó con estupefacción, al igual que varios diputados en la reunión de grupo que se celebró este miércoles, donde se comentó el tema. 

Hasta ahora, la posición oficial de los socialistas ha sido defender un cambio pero no liderarlo presentando una moción de censura por la negativa de Ciudadanos a entrar en él.

Según el razonamiento de Robles, la operación podría ser exitosa de todas maneras: si prospera, porque hace presidente a Gabilondo; si no, porque obliga a retratarse a los demás grupos, en especial a Ciudadanos, algo que podría ser útil al PSOE de cara al voto centrista o que valora la regeneración democrática cuando falta poco más de un año para las elecciones. 

En junio, la última moción de censura se quedó muy lejos de prosperar. La presentó Podemos. Como el PSOE, el partido morado dispone del número de diputados suficiente para impulsarla en solitario. Finalmente, tras un debate muy largo y muy bronco, sólo sus 27 parlamentarios votaron a favor frente a los 64 en contra de PP y Ciudadanos. Los 37 del PSOE se abstuvieron al considerar que no era el momento y que la iniciativa no llevaba a lugar alguno. Si ahora el PSOE madrileño hace caso a su presidente, el escenario podría ser distinto. 

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