Barcelona

La tranquilidad suele durar poco en el PSOE, un partido acostumbrado al debate interno y, muchas veces, a través de los medios de comunicación. La incontestable victoria de Pedro Sánchez en las cruentas primarias por el liderazgo del partido de mayo de 2017 serenó los ánimos porque su liderazgo se considera incontestable, probablemente hasta que vuelva a ser probado en las urnas en unas elecciones generales. 

Sin embargo, los signos de los últimos meses no son positivos. El efecto de las primarias dibujó un gran impulso en las encuestas posteriores y el barómetro del CIS lo cifró en una subida de cinco puntos, pero desde entonces, ese caudal de apoyo no se ha consolidado.

Las últimas elecciones en Cataluña muestran que el PSC no tira pese a que la campaña se suponía la más fácil de los últimos años. La candidatura de Miquel Iceta cosechó el segundo peor resultado del partido en democracia (el peor fue en 2015), confirmando que los socialistas no han logrado que sus propuestas sobre el modelo territorial hayan cuajado todavía. 

Una marcha significativa

Este miercoles, José Antonio Pérez Tapias, histórico referente de Izquierda Socialista, candidato a las primarias por el liderazgo del partido en 2014 y que hizo campaña activamente desde las plataformas que cimentaron la victoria de Sánchez en mayo, anunció que se daba de baja en el PSOE. 

"Cuando se produce un distanciamiento patente entre las posiciones que uno defiende y las que sostiene la organización a la que se pertenece llega la hora de salir de esa organización", ha dicho en una entrevista en Contexto tras reconocer que apoyó a Sánchez "pensando que era la salida viable y digna para el PSOE". 

La marcha de Pérez Tapias no es menor. Su peso en el aparato del partido es muy limitado, pero el decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Granada sí goza del reconocimiento del ala más a la izquierda del partido por sus convicciones y discurso. Sin ir más lejos, en 2014 logró el 15% de los votos. Muchos se preguntan aún si Eduardo Madina, que mordió el polvo frente a Sánchez, sería hoy el líder del partido si Pérez Tapias no se hubiese presentado, ya que ambos competían entonces por el voto más izquierdista. 

Es precisamente ese sector el que más movilizado estuvo en las primarias que devolvieron a Sánchez a Ferraz. El lema de su campaña fue "Somos la izquierda" y en sus mítines no faltaba nunca la Internacional, puño en alto. 

Ferraz habla de "decisión personal"

"Hay poco que decir. Es una decisión muy personal y fruto de su reflexión", dijo Carmen Calvo, número cuatro del partido, en una entrevista cuando fue preguntada al respecto. Pero su marcha no es personal sino de naturaleza política y ampliamente argumentada en público.  

Dos son los motivos de su renuncia al carné del PSOE, que viajaba con él en su cartera desde hace 25 años: la falta de un proyecto que apueste por un proceso constituyente que reformule el Estado y la falta de voluntad para "articular la pluralidad de la izquierda y seguir perfilando una política de alianzas".

La plurinacionalidad, uno de los reclamos de Sánchez, desapareció de las elecciones catalanas. El diálogo con Podemos está en punto muerto y en las últimas semanas a Sánchez se le ha visto muy poco, pero siempre para respaldar la aplicación del artículo 155. 

Entre no pocos dirigentes del PSOE escuece el apoyo a Rajoy en la crisis catalana, aunque reconocen que se hizo por convicción ante una deriva secesionista que ponía en riesgo los cimientos mismos de España y dejaba desamparados a los ciudadanos que no han votado independencia, que tanto en 2015 como en 2017 han sido más del 50%. 

La erosión del 155

Sin embargo, la falta de un perfil propio, la recobrada sintonía personal de Sánchez y Rajoy y la nula implicación de las bases en las decisiones ha hecho que comiencen a saltar las alarmas entre los militantes que soñaban con un cambio profundo en el PSOE que podría haberse quedado en un argumento de campaña.

Para recuperar el pulso, Ferraz ha anunciado la convocatoria de 52 asambleas abiertas por toda España, una nueva gira de Sánchez por España, aprovechando que a lo largo de 2018 no hay prevista ninguna convocatoria electoral y que él no es diputado tras su renuncia para no investir a Rajoy. 

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