El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, no ha desaprovechado el mitin por el sí en el arranque de la campaña del 1-0, que esta noche ha reunido en la Plaza de Toros de Tarragona a una multitud entregada.

Sabedor de que la mera celebración del acto constituye un triunfo moral para el soberanismo -sobre todo después de que este martes la Fiscalía ordenara intervenir a los Mossos para impedir el referéndum-, el presidente de la Generalitat se dejó llevar por la euforia parta arengar a los ya convencidos.

Tomó la palabra dando las buenas noches "a los querellados y querelladas" y, tras recordar las trabas que -a su juicio- le ha puesto el Estado, ha recordado que ha convocado el referéndum con la firma de "todos los miembros del Govern" y el eco que el 1-0 ha tenido ya por parte la secretaría de Estado de los EE.UU. y del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.

Orgullo del 'president'

El momento más destacado de su intervención, el que ha terminado de levantar al auditorio, se ha producido cuando ha presumido del éxito del éxito del procés frente a la incapacidad del Gobierno para impedirlo:"Hace mucho tiempo, cuando iniciábamos esta legislatura de la post-autonomía a la pre-independencia nos dijeron que no recorreríamos ningún tramo. Que no íbamos a tener Presupuestos, y los tuvimos. Que no íbamos a llegar a los 18 meses, y ahora algunos dicen que duramos demasiado. Que no haríamos la ley y la hicimos. Que no íbamos a firmar el decreto de convocatoria y lo hemos firmado todos los miembros del Gobierno".

Sin perder el tono desafiante,  Puigdemont también ha recordado que "pese a que decían que no podríamos hacer este acto, con la gente que hay ahí fuera podríamos hacer dos y tres veces". También se ha jactado de haber puesto en marcha la web informativa, pese a que el Gobierno la ha bloqueado: "Y pondríamos en funcionamiento la página web informativa dos y tres veces, y votaremos". El presidente catalán pidió el voto por el sí el 1-O "por nosotros, por nuestros antepasados y, sobre todo, por los catalanes que vendrán".

Junqueras y Juncker

El vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, arengó al auditorio asegurando que "pese a las querellas y las amenazas, llegamos con mucha más fuerza de la que les gustaría". Sobre la respuesta del Estado ha asegurado que "cada amenaza se ha convertido en alcaldes que se comprometen: más de 750".

Además, ha aprovechado la entrevista en la que el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude-Juncker, ha dicho que Bruselas no tendría más remedio que aceptar la victoria del  en un referéndum [pactado], para coger el rábano por las hojas y dar por hecho que una Cataluña independiente tras el 1-o "formaría parte de la UE". Lo de menos es que el propio Juncker haya subrayado que quedaría fuera.

La celebración de este mitin ha sido el clímax de una semana en la que la escalada de tensión entre las autoridades de la Generalitat y el Estado se ha multiplicado. El mitin se ha celebrado el mismo día que Oriol Junqueras anunciaba al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que no piensa remitirle información sobre las cuentas de la Generalitat -como es su obligación- y de que la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, haya llegado a un acuerdo para favorecer la votación el 1-0. Por parte del Estado, la Fiscalía se ha querellado contra los responsables de la Asociación de Municipios por la Independencia, Neus Llovera y Miquel Buch.

Las tres mofas al Estado 

El presidente entró en el coso aclamado por una multitud al grito de "¡Votarem, votarem!" y "¡No tinc por!", entre otras consignas conocidas. Tres grandes pancartas con las palabras "Europa, Cataluña, República decoraban el acto, que empezó con un pequeño concierto y una cuestación para hacer frente a las querellas y procesos que pesan sobre los organizadores del 9-N.

Los teloneros hicieron todo lo que sabían para mofarse del Estado. El presidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sànchez, ironizó sobre que este ha sido "el acto más ilegal de la Historia". Su compañera sobre el escenario animó al público a cantar "Dónde están las papeletas, dónde están las papeletas", en alusión a las pesquisas de la Guardia Civil.