Marta Espartero Daniel Ramírez

Hogar, dulce hogar pero sólo de momento. Buena parte de los 80 adultos y 30 menores de una veintena de familias sirias que estuvieron viviendo a la intemperie junto a la mezquita de la M-30 en Madrid podrán volver a casa. Al menos, de manera factual, a una vivienda. El Ministerio del Interior ha finalizado los trámites del proceso de asilo de la mayoría de ellos y a partir del lunes vivirán en su propia residencia, según ha podido saber este periódico. 

Desde que este viernes medios como EL ESPAÑOL denunciaran la situación en la que malvivían estas personas desde hacía dos semanas sin que nadie se diera cuenta, los refugiados fueron trasladados a Guadalajara hasta que los reubicara el dispositivo de acogida del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, a través de convenio con la entidad ACCEM.

La primera noche durmiendo bajo techo ha sido buena. "Los niños han comido, están limpios. A las mujeres también se les ha comprado ropa interior. Los dos hoteles -uno en Azuqueca de Henares y otro en Guadalajara capital- están muy bien", ha confirmado Nadia Otmani, de la Asociación de Mujeres Al Amal. Ella fue la que puso el grito en el cielo y dio la voz de alarma.

Quince días siendo invisibles

La imagen impresionaba. Decenas de niños, mujeres y hombres se acostaron en el parque junto a la mezquita de la M-30 hace quince días y han sido invisibles hasta este jueves. Ni Carmena, ni el Ministerio, ni Cifuentes, nadie advirtió su presencia. Hasta que llegó Nadia.

Los refugiados podrán estar tres días en estos hoteles, mientras se buscan "otras alternativas". Sin embargo, al menos nueve personas han renunciado al refugio en estos hoteles porque tenían miedo de que les pudieran detener. "Han tenido malas experiencias con la Cruz Roja en Córdoba y pensaban que con ACCEM sería igual".

Les preocupa que les separen para repartirlos por la geografía del país, en función de las cuotas del Gobierno. Y son claros: si distancian a familias, se negarán y volverán al parque de la M-30 madrileña. A la capital del Refugees Welcome. Sin embargo, no están enfadados con el trato. "Ellos dicen que, si me acoges, sólo ábreme la puerta y ya está", relata Nadia Otmani.

Lo denunciarán a la Embajada de Arabia Saudí

A quienes sí le van a pedir explicaciones es a la Embajada de Arabia Saudí. Les parece intolerable que en quince días con sus respectivas noches "nadie de la mezquita haya ayudado a estos refugiados". La asociación de mujeres Al Amal ha remitido un escrito a la sede diplomática para denunciarlo. 

De momento, estos refugiados pasarán el fin de semana en Guadalajara. Donde, al menos, sí pueden lavar su ropa y ducharse tranquilos.

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