Daniel Montero Alejandro Requeijo Paolo Fava Javier G. Jorrín

"En cuanto escrituré la casa, la puse a la venta porque no podía pagarla". El senador de Podemos Ramón Espinar negó así haber especulado con una vivienda de precio tasado por la Comunidad de Madrid. Sin embargo, la documentación obtenida por EL ESPAÑOL revela que el senador de Podemos no dice la verdad. Si no quería hacer negocio con el inmueble, a Espinar le bastaba con renunciar a su plaza en la cooperativa para que le devolvieran el dinero. Sin una sola penalización. En lugar de eso, estuvo pagando las cuotas de la cooperativa desde 2007 hasta la entrega de las llaves en 2011. En caso de no haber realizado estos pagos, se le habría retirado la vivienda.

Ejemplo de contrato redactado por Vitra.

El contrato redactado por Vitra Comunidad de Madrid para este tipo de promociones reza textualmente que "el socio podrá causar baja voluntaria en todo momento, mediante preaviso por escrito al órgano de administración, en un plazo de tres meses". Así, Espinar pudo simplemente anunciar su baja en la cooperativa y tener derecho "al reembolso de sus aportaciones al capital social". Es decir; a que le devolvieran el dinero aportado desde 2007. En lugar de eso, el candidato a liderar Podemos en Madrid prefirió escriturar la vivienda, avalado por su familia, y ponerla en ese mismo momento a la venta. Según su versión, nueve meses después obtuvo un beneficio neto de 20.000 euros. 

Tal y como adelantó la cadena Ser, Espinar entró en 2007 en la cooperativa para optar a una vivienda promovida por Vitra, vinculada al sindicato Comisiones Obreras. El suelo para la promoción fue negociado con el Ayuntamiento de Alcobendas mientras que el precio, como en el resto de las unidades inmobiliarias de este tipo, fue tasado por el departamento de Urbanismo de la Comunidad de Madrid. Se da la circunstancia de que el alcalde de la localidad madrileña en aquellas fechas, José Caballero, era además consejero de Caja Madrid junto al padre del senador, Ramón Espinar Gallego; que ocupó durante 15 años cargos de responsabilidad en la entidad bancaria a propuesta del PSOE.

Acta de Caja Madrid con información sobre el crédito de Vitra

Para desligar esta vinculación, Espinar recordó ante la prensa que la compra del inmueble se realizó con la subrrogación de una hipoteca concedida previamente a la cooperativa por el BBVA. Sin embargo, las relaciones de Vitra con Bankia son constantes. Según ha podido confirmar EL ESPAÑOL, en el momento de la venta de la vivienda (2011)  la cooperativa en Asturias pidió 2,2 millones de euros en un préstamo promotor, tenía avales de Bankia frente a la administración por 660.000 euros en Castilla-La Mancha, una línea de créditos de un millón de euros abierta, otros 2,1 millones de euros en otro crédito para una filial vinculada a una línea ICO de liquidez... Y así una larga lista. Mientras Espinar Gallego fue consejero de Caja Madrid, la cooperativa de CCOO negoció solo en Madrid créditos por más de 17 millones de euros con la entidad financiera.

En su comparecencia ante la prensa, Espinar esquivó pronunciarse sobre cómo tuvo conocimiento para optar a una de las viviendas que la cooperativa asignó a dedo y por libre designación. Asegura el senador de Podemos que se apuntó al Plan de Vivienda Juvenil de la Comunidad de Madrid. Sin embargo, esta operación no se realizó a través de este programa, sino que la realizó directamente el Ayuntamiento de Alcobendas. Según informan fuentes autonómicas, la participación de la Comunidad se limitó a aportar subvenciones para pagar el suelo.

La vivienda que recibió Espinar respondía al porcentaje del 15% que Alcobendas permitía que la cooperativa adjudicase de forma discrecional. Esto significa que Vitra entregó esta vivienda a dedo, con la única condición de que cumpliese los requisitos del programa de protección. Al año siguiente, el consistorio cambió la normativa y obligó a que todos los inmuebles de este tipo fueran entregados a personas inscritas en los planes de apoyo a la vivienda y no de forma discrecional. 

Además, Espinar explicó durante su rueda de prensa que el precio al que vendió la vivienda era el que le fijó la Comunidad de Madrid. Sin embargo, la normativa autonómica estipula un precio mínimo y máximo para el metro cuadrado. Los "módulos" a los que se refirió el senador de Podemos marcan solo una horquilla, pero no es el precio obligatorio al que se tiene que vender. Esto significa que Espinar pudo traspasar el inmueble al precio por el que lo compró sin obtener el beneficio de 20.000 euros que ha reconocido.

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