José Manuel García-Margallo se ha enzarzado en una guerra dialéctica con Fabián Picardo justo al mismo tiempo que España llevaba a Naciones Unidas su nuevo plan para recuperar Gibraltar al calor del Brexit. Este miércoles por la noche, recién presentada en Nueva York la oferta de cosoberanía hispano-británica para el Peñón, a Margallo se le inquirió en RTVE acerca de estas palabras de Fabián Picardo, ministro principal de Gibraltar, ante la Comisión de Descolonización de la ONU: “No way José! Usted nunca pondrá sus manos sobre nuestra Roca. Nunca”.

La respuesta del ministro en el programa 24 Horas no se hizo esperar: “La mano no, la bandera, y mucho antes de lo que Picardo cree”. A continuación esbozó su plan para izar esa bander española en “unos cuatro años” a contar a partir de marzo de 2017, cuando empiecen las negociaciones entre Londres y Bruselas tras la activación del artículo 50 de salida de la Unión. Este jueves, Picardo respondió así en una rueda de prensa en la sede del Gobierno de la Roca: “La historia ha demostrado que el pueblo de Gibraltar no responde a amenazas (…) . Gibraltar nunca será español, ni en 4 años, 40, 400 ni 4000, ni en ningún otro momento en el futuro. Nunca significa nunca. No significa No. El Brexit no cambia nada”.

Margallo no tiene tiempo que perder. Según fuentes diplomáticas, tras el Brexit, el pasado 23 de junio, se convenció de que estaba ante una “oportunidad histórica” para recuperar un pequeño pero estratégico territorio en la provincia de Cádiz que España cedió a perpetuidad al Reino Unido en 1713. Para el ministro, la lotería es la salida del Reino Unido de la Unión Europea y la posibilidad de que Gibraltar (el único de los 14 territorios de ultramar que pertenecen a la UE) quede jurídicamente huérfano.

¿EL MES DE LA INVESTIDURA?

Este mes de octubre puede ser el último de Margallo en el ministerio de Exteriores si la investidura de Mariano Rajoy sale adelante y éste decide ofrecerle otra cartera o prescindir de él. Cada minuto cuenta. El martes, España ofreció un paquete a los llanitos (así se denomina a los 30.000 gibraltareños) ante la ONU que que incluye la nacionalidad española sin perder la británica; el derribo de la Verja; autogobierno como si fuera otra comunidad autónoma y mantenimiento del régimen fiscal especial. Lo hizo a través del embajador ante la ONU, Román Oyarzun, y con “muy buenas maneras”, según fuentes diplomáticas. Una parte más de la ofensiva “de seducción” que España decidió acometer tras el fracaso de la confrontación que marcó la llegada del Gobierno del PP en 2011.

"Lo estropea todo"

Pero la semana anterior, Margallo había sustituido la zanahoria de la ONU por el palo de la UE al enviar una carta a todos los miembros menos el Reino Unido pidiendo que se excluya a Gibraltar de las negociaciones de Londres con Bruselas. En RTVE lo volvió a decir este jueves el ministro usando un lenguaje despectivo que enerva a los llanitos: “Ahí solo juegan los mayores [Reino Unido y España]”.

“Cada vez que habla Margallo lo estropea todo”, afirman fuentes del Gobierno de Gibraltar. “Aquí es un hombre detestado. Nos ha llamado de todo, empezando por contrabandistas. ¿Ahora pretende que vendanos nuestra soberanía por unas habichuelas europeas? Se puede ir olvidando”.

En su avance hacia la Roca, el ministro busca aliados. Este jueves ha telefoneado a Susana Díaz, la presidenta de la Junta de Andalucía, y el próximo 17 de octubre tiene previsto visitar el Campo de Gibraltar para entrevistarse con los alcaldes de la zona. Todo, en unos días cruciales para la formación de un nuevo Gobierno en España.

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