El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha vuelto a dejar clara su firme convicción de que Cataluña alcanzará la independencia de acuerdo a su hoja de ruta y que eso "no significará el fin de España". En una entrevista concedida al canal luso RTP que se ha emitido este sábado, Puigdemont sacó punta del encuentro que tuvo la víspera con Mariano Rajoy en Oporto, donde ambos coincidieron en la inauguración de la exposición 'Joan Miró: Materialidad y Metamorfosis'. Fue apenas un saludo "cordial", como ambos destacaron, pero en el que los gestos y las alocuciones tuvieron una significación especial.

Rajoy quiso ensalzar entonces la "convivencia ibérica" entre Portugal y España como "un ejemplo poderoso y un gran mensaje que enviamos al resto de las naciones". Durante su intervención, el presidente en funciones aprovechó para contraponer a este modelo los peligros del separatismo, que fue interpretado como un mensaje dirigido directamente a Puigdemont.

"España es un estado muy fuerte, no será su fin"

Sin embargo, el presidente catalán retorció los argumentos para tomar esa amistad y colaboración entre Madrid y Lisboa como ejemplo también, sí, pero precisamente de lo bien que podrían ir las cosas entre España y una Cataluña independiente algo que, con seguridad, afirmó que "sucederá". Preguntado por el periodista en ese momento si con esa hipotética escisión teme el fin de España, Puigdemont gesticula y quita hierro: "No... España es un estado muy potente y con una historia muy sólida", asegura.

El President quiso sacar músculo poniendo en el escaparate todo lo que su Ejecutivo y el de su predecesor Artur Mas han llevado a cabo en los últimos tiempos para cumplir su objetivo. "Llevamos más de cinco años haciendo lo imposible, sacando a la calle millones de personas, teniendo una mayoría absoluta en el Parlament a favor de la independencia... y estamos cada vez más cerca".

Que el PP apoye el referéndum sería "extraterrestre"

En otro momento de su intervención, Carles Puigdemont también se ofreció a que "las fuerzas políticas catalanas en el Congreso español dieran apoyo y estabilidad a un gobierno español", aunque condiciona ese apoyo a la celebración de un referéndum de independencia, algo que considera casi inviable e incluso le ha puesto fecha, septiembre de 2017: "Es evidente que con un gobierno con Rajoy es imposible llegar a ningún acuerdo pero si el PP estuviera en condiciones de aceptar un referéndum, cosa que parece bastante extraterrestre, ¿por qué no?".

También aprovechó en su intervención para reprochar al PSOE su pretensión de imponer un modelo federalista sin que, cuando han estado en el poder, "no han federado nada".