Manuela Carmena lo dejó claro en su programa: quiere que los ciudadanos decidan sobre "cuestiones vitales" a través de consultas de efecto vinculante. "Empoderar al madrileño", "generar espacios de decisión" o "una oportunidad para el municipalismo" son tres lemas frecuentes en el argumentario de Ahora Madrid.

Con las terceras elecciones coleando, los dos 'referéndums' anunciados por la alcaldesa podrían servir de prólogo o postre a unos nuevos comicios. El Consistorio lo sabe y por eso ha decretado como fecha un periodo amplio: del quince de diciembre al quince de febrero.

Por primera vez en la Historia, los madrileños votarán opciones propuestas por sí mismos, algo de lo que presume el Ejecutivo de Cibeles a pesar de la baja participación cosechada en sus experiencias previas. La diferencia entre la nueva convocatoria y las anteriores pasa por su procedencia: esta vez la pregunta de las papeletas ha sido idea ciudadana, y no consistorial.

De momento, no se conoce la metodología, aunque el equipo de Gobierno ha asegurado que serán varios los días para votar y que se ofrecerá la posibilidad telemática y presencial. Habrá urnas virtuales y materiales.

El deseo de Ahora Madrid

Las votaciones por un billete único para todos los medios de transporte público y la implantación de un programa de medidas que haga de Madrid una ciudad sostenible han conseguido recabar vía online el número mínimo de apoyos exigidos por la normativa para tornarse 'referéndum': 27.064 personas.

Cuando Carmena llegó a la alcaldía abrió el portal 'Decide Madrid', donde cualquier ciudadano puede proponer algo. Cuando esa medida logra más de 27.064 votos, el Ayuntamiento la convierte en consulta. Así ha ocurrido con el billete único de transporte y las medidas contra el cambio climático.

Al empezar a gobernar Ahora Madrid, los deseos ciudadanos incluidos en el portal debían aunar más de 54.125 'síes' para llevarse a las urnas, pero un acuerdo entre Ciudadanos, PSOE y los de Carmena redujo el umbral al actual 27.064.

El delegado de Transparencia, Pablo Soto, aprovechó el 15 de septiembre para anunciar la convocatoria porque "es el día internacional de la democracia". "Este gobierno mandará obedeciendo", presumió.

En estos dos casos, las consultas tendrán más fachada que fondo: el Ayuntamiento no tiene la potestad para instaurar un billete único de transporte. Si triunfa el 'sí', podrá trasladar el deseo de los madrileños al consorcio regional. Por otro lado, las medidas contra el cambio climático son varias y hay algunas que ya están en proceso de llevarse a cabo, por lo que el resultado de lo votado no será del todo tangible.

Los intentos anteriores

"The winner sois vosotros", llegó a decir Manuela Carmena. La participación es una de las mayores preocupaciones del equipo de Gobierno, aunque de momento los resultados son más simbólicos que materiales. Ahora Madrid no consigue movilizar a los ciudadanos. Para muestra, un botón: sólo 179.900 personas están registradas en el portal 'Decide Madrid'.

Soto, interpelado más de una vez por esta cifra, prefiere ver el vaso medio lleno: "Antes era cero y no existía, así que la evolución es positiva".

El Partido Popular ha criticado reiteradamente los experimentos participativos de Carmena: "La gente no se entera y sólo colaboran sus votantes, aquellos que se mueven en sus círculos". Los populares han llegado a tachar las consultas como propias de "un sistema bolivariano".

El 'desierto' de Plaza de España

Manuela Carmena dejó en manos de los madrileños la reforma de la Plaza de España. Deslizó un cuestionario con varias opciones. Podía elegirse entre peatonalizar, plantar más árboles, qué hacer con el monumento al Quijote... Pero sólo votaron 26.686 personas, un porcentaje irrisorio si se tiene en cuenta que el 100% de quienes podían concurrir superaba los 2,5 millones. Dicho de otro modo: sólo votó uno de cada cien madrileños.

Las cifras se cosecharon en mes y medio, el plazo que habilitó el Consistorio para depositar el voto. Además, la consulta estuvo rodeada de anuncios y llamamientos a las urnas. Incluso se llamó por teléfono para invitar a la colaboración.

Los presupuestos participativos: 60 millones en manos de 45.000 personas

En otro intento participativo, Manuela Carmena prometió incluir en los presupuestos de 2017 una nueva partida: 60 millones de euros distribuidos en distintas iniciativas propuestas y elegidas por los madrileños.

De las opciones aprobadas, la que más apoyos logró fue la instalación de una red de puntos limpios, con 4.405 'síes'. En total, participaron en el proceso 45.000 personas sobre los 2,6 millones que podían haberlo hecho.

Carmena sigue dando alas a las consultas. Ha ampliado el voto hasta los 16 años pero, de momento, los referendos no logran rozar siquiera el 5% de participación, unas cifras que no asustan al Consistorio. "Antes era nada", suele repetir Soto.

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