El expresidente de Banesto, Mario Conde, intenta demostrar al juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, que ordenó su detención e ingreso en prisión el pasado mes de abril, que su dinero no proviene de lo robado de la entidad, y por lo que ya ha cumplido condena.

Según ha podido saber EL ESPAÑOL de fuentes jurídicas, el exbanquero -en libertad desde junio tras el pago de una fianza de 300.000 euros- acaba de entregar al magistrado la documentación de sus cuentas en Suiza para intentar demostrar que los 13 millones de euros que ha ido ingresando desde varias cuentas fuera de España a las cuentas de las sociedades familiares provienen de dos pelotazos farmacéuticos en los años 80.

Conde ha entregado los movimientos de sus cuentas para demostrar que el dinero ingresado fue la parte de sus comisiones por esas operaciones realizadas junto al empresario Juan Abelló y no tiene relación alguna con los 25 millones de euros que la Justicia sentenció que había sustraído de Banesto.

Negocios con Abelló

Antes de aterrizar en Banesto, Conde, tras aprobar las oposiciones de abogado del Estado con 24 años, entró en Laboratorios Abelló. Tras conseguir varios logros en la compañía creada por Abelló padre, su hijo y Conde gestaron la venta de la compañía a Merck Sharp and Dohme (MSD) por 2.700 millones de las antiguas pesetas (16 millones de euros). De aquella operación, Conde recibiría el 7% en comisiones.

Más tarde, entró como accionistas en Antibióticos S.A. con un 23% del capital social y junto a Abelló (con el 49% de la compañía) se hicieron con el control de la farmacéutica. Tres años más tarde vendieron también esta empresa a la italiana Montedison. Por esta operación, la pareja Conde-Abelló consiguió 58.200 millones de pesetas (349 millones de euros).

Ahora Conde sostiene que el dinero guardado en el extranjero tiene su origen que las comisiones obtenidas en estas dos operaciones, y que en cualquier caso cualquier delito relacionado a éstas estaría prescrito.

Operaciones previas a Banesto

Con la entrega de todos los movimientos de las cuentas donde guardó el dinero, el exbanquero quiere demostrar al juez que ninguno de los ingresos coinciden con las fechas de Banesto, sino que son anteriores. Ahora, el instructor deberá requerir a las autoridades helvéticas que envíen una comisión rogatoria para confirmar que la documentación aportada es correcta.

Pedraz ordenó la detención tanto de Conde como de sus dos hijos tras detectar la Policía que el exbanquero estaba haciendo movimientos de dinero desde el extranjero a varias de sus sociedades a pesar de haberse declarado insolvente tras la sentencia de la Audiencia Nacional y no haber devuelto los 25 millones de euros sustraídos de Banesto.

Durante la investigación, el juez requirió información sobre cuentas vinculadas a Conde no sólo en Suiza, sino en Italia, Países Bajos, Reino Unido, Luxemburgo. Una de las maneras de introducir el dinero a España fue a través de préstamos entre sociedades vinculadas a Conde en el extranjero con suyas en España. “El hecho de que nunca se devolviesen los préstamos recibidos por Barnacla y Oleificio Español procedentes de Galloix Holding y Dryset LTD refuerza la evidencia de que tales entidades eran dirigidas por las mismas personas que las sociedades prestatarias”, recoge un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, encargada de la investigación.

Los agentes mantienen que el único objetivo de estos préstamos era el de “servir de manera adecuada para la oportuna ocultación del origen de los fondos transferidos a las sociedades españolas, fondos manejados por la familia Conde y su entorno más cercano y que estarían directamente relacionados con los más de 25 millones de euros sustraídos por Mario Conde y por lo que fue condenado por la Audiencia Nacional, y no teniéndose constancia de que los mismos hayan sido depositados, ni localizados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”.

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