Barcelona

Como sucede cada vez que Junts pel Sí (JxS) y la CUP deben pactar algo, habrá que esperar hasta el último minuto para saber si el proyecto de Presupuestos del Govern supera el primer debate en el Parlament. La formación anticapitalista anunciará esta noche a las 11 si retira su enmienda a la totalidad a las cuentas de la Generalitat y permite que se sigan negociando durante las próximas semanas. Por enésima vez en pocos meses, el Govern ha quedado a merced de lo que decide sobre la bocina el Consejo Político de la CUP.

El proceso que viven los anticapitalistas con los presupuestos recuerda a lo sucedido con la investidura de Artur Mas. Las dos almas que habitan en el partido han vuelto a dividirse entre un sector partidario de aprobar las cuentas y otro grupo más beligerante -y mayoritario- que apuesta por tumbarlas.

Después de que el Consejo Político decidiera que no apoyaría los Presupuestos, la queja de tres Asambleas Territoriales ha obligado a la formación a celebrar otra reunión este martes para volver a decidir sobre el mismo asunto. La decisión final la tomará el mismo órgano que decidió no investir a Artur Mas, formado por 57 miembros del Consejo Político más los representantes de las 9 organizaciones afines a la CUP. En el partido anticapitalista esperan una reunión larga que terminará con una votación muy ajustada.



Si la formación asamblearia mantiene su enmienda a la totalidad, sería la primera vez que el Govern ve rechazadas sus cuentas. En el caso de retirar la enmienda, el Parlament admitirá a trámite los Presupuestos y se abrirá otro periodo de negociación para decidir si se aprueban definitivamente en un pleno previsto para finales de julio.



La estabilidad independentista, en juego

La aprobación de estos Presupuestos va mucho más allá de una simple negociación sobre cómo debe gastar el dinero el Govern. Tanto la hoja de ruta de JxS como la confianza entre los dos socios parlamentarios quedará muy tocada si la CUP no levanta su veto. La campaña electoral para el 26 de junio, además, amenaza con crispar aún más la relación ante la necesidad -sobre todo de CDC- de marcar perfil propio dentro del electorado soberanista.

Si bien nadie quiere hablar de nuevas elecciones, cada vez hay más dudas sobre cómo quedará el pacto de estabilidad parlamentaria firmado entre la CUP y JxS en el caso de que las cuentas no superen el primer trámite del miércoles. La CUP considera que ese acuerdo no le obliga a aprobar las cuentas, mientras que JxS cree lo contrario. “Es evidente que si los Presupuestos no pasan este primer trámite el acuerdo de estabilidad se habrá incumplido”, ha afirmado este martes la portavoz del Govern, Neus Munté. La portavoz, sin embargo, se ha negado a “adelantar escenarios” cuando se le ha preguntado por un hipotético avance electoral.

No descartan un acuerdo 'in extremis'



Munté incluso ha insinuado que, a pesar de que la CUP se mantenga firme esta noche, puede que durante la jornada de mañana se llegue a algún acuerdo ‘in extremis’. “Tenemos que esperar no solo a la reunión de esta noche sino a lo que suceda mañana durante el pleno de los Presupuestos”, ha respondido.



El propio presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y el vicepresidente, Oriol Junqueras, se han volcado personalmente en las negociaciones para llegar a un acuerdo con la CUP. Han ofrecido a los anticapitalistas aumentar aún más las partidas sociales -la propuesta de JxS ya implicaba un aumento de gasto de más de 800 millones en este concepto-, abrir la puerta a modificar el IRPF e imponer nuevos tributos que sustituyan algunos suspendidos por el Tribunal Constitucional. Puigdemont también ha intentado sumar a esta presión a las entidades civiles como la ANC y Òmnium, con las que mantuvo un encuentro el viernes. La CUP, no obstante, todavía considera que las cuentas no son “de ruptura” y ha rechazado las ofertas planteadas hasta ahora.



A pesar de la incertidumbre, desde la CUP trasladaron el lunes un mensaje de esperanza sin concretar demasiado. “Soy más optimista que la semana pasada”, aseguró el diputado anticapitalista Benet Salellas. “Estamos viviendo un momento en que debemos ponernos de acuerdo y en esto estamos”, añadió Salellas, que también confirmó que en ambos lados había “voluntad de fondo clara de encontrar puntos de encuentro”.



También se ha percibido un cambio en el tono desde el Govern, que ha moderado sus críticas a la formación asamblearia durante los últimos días. Tal y como sucedió con la investidura de Mas, los mensajes más duros han corrido a cargo de CDC mientras que ERC ha vuelto a jugar ese papel ambiguo y de moderador entre los dos partidos. Puigdemont calificó el sábado de “destructores” a los anticapitalistas si finalmente no aprobaban las cuentas. Junqueras, no obstante, rebajó la tensión y afirmó que las diferencias residen básicamente en el ritmo del proceso independentista.



10 nuevas embajadas

El Govern aumentó el lunes por la noche la presión sobre la CUP al anunciar un plan para ampliar la red de delegaciones exteriores que tiene la Generalitat. Según los objetivos del departamento liderado por Raül Romeva, en un año el nombre de embajadas pasaría de las 7 actuales a 17 sedes.



Esta ampliación de la representación exterior del Govern depende de la aprobación de los nuevos Presupuestos, que prevén un aumento de casi el 50% en la partida destinada a “reforzar la red exterior”. Las nuevas delegaciones están previstas en Lisboa, Copenhague, Varsovia, Roma, Zagreb y Ginebra. Fuera de Europa se prevén embajadas en Rabat, Seúl, Buenos Aires y México DF.

El consejero de Sanidad, Toni Comín, también se ha sumado a la presión a la CUP recordándoles que el principal beneficiado de unos nuevos Presupuestos no es el Govern, si no las familias más vulnerables. “Deberíamos fijar nuestra mirada en estas familias”, ha asegurado este martes tras la reunión del Govern. “Todos sabemos cómo viven y debemos tomar las decisiones mirándoles a ellos, no al Govern”.

Noticias relacionadas