Daniel Montero Esteban Urreiztieta

Rodrigo Rato y sus hermanos utilizaron una red opaca en Antillas Holandesas para desviar 1,3 millones de euros a España de origen desconocido. La operación, detectada por Hacienda e incluida en el sumario que investiga los negocios del ex vicepresidente del Gobierno, se produjo en 2007 cuando el dinero fue enviado a una firma denominada Naviera del Pilar, S.L. Sobre el papel, esta empresa tiene como socios a Rodrigo Rato, dos de sus sobrinos y a la viuda de su hermano Ramón. Sin embargo, Hacienda ha detectado que, en realidad, la empresa se controla desde el paraíso fiscal de Curaçao.

Según el fisco español, pese a que Rato y sus familiares figuran como socios en el acta de la Junta Universal de la naviera, radicada en el despacho del ex vicepresidente, todas las acciones de esta empresa "opaca" están realmente en manos de una sociedad holandesa llamada Lacarna BV, domiciliada en Amsterdam. Aquí arranca el juego de muñecas rusas en forma de empresas. Lacarna BV es propiedad de Lamartine Beheermaats Chappinj. Esta, a su vez, depende por completo de Sarasino Corporation NV, domiciliada en Curaçao, según la documentación de una pieza secreta levantada ayer por la Audiencia Nacional y a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL.

La viuda de Ramón Rato

La Agencia Tributaria constata que Rodrigo Rato, propietario sobre el papel del 33% de las acciones por medio de Explotaciones de Carabaña, nunca afloró en sus declaraciones sobre bienes situados en el extranjero (el conocido como modelo 720) la existencia de esta sociedad en Antillas Holandesas. Sí lo hizo, por su parte, Luis Alberto Salazar-Simpson, hermano de su cuñada, que reconoce ante Hacienda una participación en la sociedad Sarasino de 2,6 millones de euros.

Naviera del Pilar es una sociedad que permanece "prácticamente inactiva" desde 2004, sin personal asalariado y que tres años después, todavía sin actividad, recibió fondos para realizar inversiones financieras por 1,3 millones de euros. Entre 2010 y 2013, estos fondos fueron repartidos después entre Rato y sus familiares, hasta vaciar la empresa.

Los investigadores trabajan con la tesis de que la familia Rato empleó la sociedad abierta en 1951 como vehículo para traer a España el dinero usando la empresa como pantalla instrumental. "No consta el origen de dichos fondos ni la posible tributación de los mismos", explica el informe de Hacienda. A juicio de los investigadores, "su análisis ha permitido descubrir tres empresas fuertemente opacas pertenecientes a los hermanos Rato Figaredo que abren una nueva línea de investigación".

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