Es el paradigma del Estado fallido. Las estructuras gubernamentales apenas tienen presencia en Somalia y el terror de Al Shabaab, filial de Al Qaeda en el Cuerno de África, azota los cimientos de uno de los países más pobres del mundo. Trece efectivos españoles están destinados en la misión que la Unión Europea tiene desplegada en Mogadiscio, capital somalí, con instrucciones de asesoramiento y adiestramiento de las tropas locales. Esta misión, conocida con el nombre de EUTM Somalia, tenía una fecha de caducidad: diciembre de 2016. Pero la inestabilidad extrema que se respira en la región ha hecho que la UE –y también España, como miembro activo en la seguridad de la Unión- se planteen prolongar su presencia militar en el país africano.

“El actual mandato acaba el 31 de diciembre de 2016, pero casi con toda seguridad se va a prorrogar dos años más, hasta diciembre de 2018”, apunta el coronel Luis Carcaño, jefe del contingente español en Somalia, en una entrevista realizada por el Observatorio Internacional de Estudios sobre Terrorismo (OIET), a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL.

Las declaraciones del coronel Carcaño hacen referencia, además, a un posible refuerzo del personal español en la misión. En el marco de la EUTM Somalia, además de los trece efectivos desplegados en Mogadiscio, hay otros dos –uno en Nairobi y el otro en Bruselas- que actúan como enlaces. “Hemos recibido directrices de valorar una posible expansión en el siguiente mandato –apunta el militar-. Al finalizar el proceso de planeamiento se sabrá si se necesita más personal y, si así fuera, sería en una conferencia de generación de fuerzas donde se determinaría el número de personal que aportaría cada país. Es pronto para saber si el contingente español aumentará”.

La “misión más exigente”

En su última visita a Mogadiscio, el ministro español de Defensa en funciones, Pedro Morenés, advirtió que esta misión es la “más exigente” a la que se enfrentan las Fuerzas Armadas. El objetivo final, además de dotar a las tropas locales de los instrumentos necesarios en la lucha contra el terrorismo, es el de acabar con los focos que la piratería encuentra en suelo somalí. La lucha contra la piratería se complementa con otra misión marítima, la Atalanta; un esfuerzo militar y de inteligencia con el que se ha conseguido que no se registre ningún ataque en los últimos tres años.

El coronel Carcaño, al frente del operativo español en Somalia.

“El peligro siempre existe”, reconoce el coronel Carcaño, en referencia a la inestabilidad con la que operan los efectivos españoles. “En el momento en que salimos de la base sabemos que estamos expuestos a cualquier tipo de acción, ya sea directa hacia nosotros o como objetivo de oportunidad”, añade.

Desde que se puso en marcha la misión de la UE, se han adiestrado a unos 5.000 efectivos del contingente somalí: “Es un Ejército que parte de cero, después de tantos años de guerra civil, de ausencia de instituciones del Estado, de principios básicos de vivir en sociedad, de servicios, de infraestructuras... –explica el militar-. El Ejército somalí no tiene una gran capacidad de mando y control de todas las unidades desplegadas por todo el territorio”.

Atacar a la “raíz” del terrorismo

“Para derrotar a estos grupos [como Al Shabaab] hay que hacerlo donde son fuertes y tienen su raíz”, defiende el coronel Carcaño. Según su criterio, la lucha contra el terrorismo tiene que centrarse en los lugares “donde es fuerte”: “No podemos esperar a que venga”, apunta.

Pero para llevar a cabo estas actuaciones militares, la determinación debe proceder desde el ámbito político: “Es una decisión del Gobierno español refrendada por el Parlamento”. En caso de que la Unión Europea prolongue su misión en Somalia –como todo parece apuntar- será el futuro Ejecutivo el que determine si España prolonga y refuerza su misión militar en este escenario.

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