¿Acertó Felipe VI? La trifulca política en torno a la nominación real de Pedro Sánchez continúa, y el último capítulo se ha producido este martes: Celia Villalobos ha presentado una protesta formal ante la Mesa del Congreso política contra Patxi López, el presidente del Congreso. Villalobos acusa a López de “tergiversar” la verdad el pasado martes 2 de febrero cuando comunicó a los medios que el rey había propuesto a Sánchez como candidato a la presidencia del Gobierno tras la segunda ronda de consultas.

Según fuentes populares, el presidente del Congreso “mintió” al afirmar que Mariano Rajoy “había mantenido la misma postura que la semana pasada”. Esto es, que había declinado por segunda vez la oferta del rey. “Esto es del todo falso: como dijo el propio Rajoy en rueda de prensa, no desistió esa vez porque el rey no se lo llegó a ofrecer”, señalan desde el PP.

Una bronca privada

Detrás de la protesta de Villalobos se esconde la bronca privada que comenzó a saltar de corrillo en corrillo en la carrera de San Jerónimo tras la nominación del pasado martes. El diario El Mundo ha puesto este martes sobre la mesa ese mar de fondo político al referirse a una supuesta “tensión” entre Zarzuela y el PP porque Rajoy no contaba con la nominación de Sánchez en su estrategia para ir directo a nuevas elecciones.

“Aquí no se hace política”, es la respuesta oficial de Zarzuela. “Cada uno tiene su manera de ver las cosas, pero el que cumple la Constitución es el rey”. El artículo 99 de la Carta Magna obliga al monarca a “proponer” a un candidato, pero no a “decidir” o a “nombrar” presidente o Gobierno, insisten en Zarzuela. “Lo que hizo fue desbloquear la situación, poner el reloj en marcha porque hubo un diputado que se declaró dispuesto a intentar armar un Gobierno”, señalan en la Casa. “Eso lo hizo, además, después de oir la opinión de todas las fuerzas políticas en dos vueltas diferentes”.

Las expectativas del PP

La línea oficial del PP niega malestar por la decisión del rey. No obstante, fuentes solventes del PP explican así qué se debe ese malestar: “El rey actuó según el libro, de manera impecable, pero hay gente que tenía otras expectativas porque se trata de una situación inédita. Hay muchos votantes del PP que se preguntan por qué no intervino más activamente, bien alargando el tiempo de espera, bien juntando a Rajoy y a Sánchez para mediar entre ellos y obligarlos a pactar”.

Las mismas fuentes critican también el papel del presidente del Congreso: “No ha sido ecuánime ni como facilitador de acuerdos ni dándole tanto tiempo a Sánchez. Eso no contribuye a poner en marcha el reloj: lo que ha hecho López es hacerle el juego a Sánchez. Por eso hay gente del PP que piensa que Sánchez lo que quiere es enredar y ganar tiempo para evitar la cita con su partido el 8 de mayo”.

Finalmente, arremeten contra Sánchez por “explotar descaradamente” su papel de ungido por Felipe VI: “No para de repetir eso de que ¨el rey me ha encargado¨. Utiliza al rey para incrementar su protagonismo, pero en verdad fue una decisión inducida porque él se ofreció. Eso es negativo para el monarca: es una forma de meterlo en la política”.

Nuevas elecciones

Desde el PP no se descarta incluso que Sánchez “rompa el vínculo fiduciario” con el rey y regrese a Zarzuela en el último momento antes de la investidura para declararse incapaz de llevarla a cabo. En este improbable escenario es el que entraría en juego la existencia de ese informe del Consejo de Estado que sirvió como base a la repetición de elecciones en la Comunidad de Madrid en 2003.

Ese es el informe que el PP estudió en los días previos a la nominación de Sánchez para ir a nuevas elecciones sin investidura. “Rajoy es muy correoso. Tiene tantas vidas como un gato. Aquí pensamos en 2008, cuando todo el mundo lo daba por muerto. Ha asumido que el foco político está ahora en Sánchez y va a esperar. Pero cuidado, él va a jugar la partida hasta el final”, señalan fuentes de Génova, donde no dan por finalizado el papel del rey en los meses de incertidumbre que se aún visualizan.

Otras formaciones políticas, como Ciudadanos, se muestran partidarios de ser “extremadamente cuidadosos” con la Casa del Rey: “Es contraproducente para el PP poner a sus votantes en contra del rey. El PP es el caladero natural del voto monárquico. Además, hacen un flaco favor a la monarquía”.

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