Ha llegado la hora del reemplazo. Los 222 efectivos de la Brigada Paracaidista desplegados en Besmayah (Irak) regresan a casa tras pasar los últimos seis meses en uno de los países en los que el terrorismo islámico golpea con más fuerza. Su misión: adiestrar a las tropas locales en la lucha contra el DAESH. Medio año “en unas condiciones muy duras” bajo las que se ha formado a tres mil militares iraquíes de diversos batallones. Las imágenes del regreso de las tropas en las que abrazan a sus seres queridos ya se han convertido en viral en Internet.

La Asociación de Familias de Militares Españoles (AFME) ha montado los vídeos de la llegada de las primeras rotaciones al aeropuerto, así como las sorpresas que algunos de los efectivos dieron a sus hijos al aparecer por sorpresa en sus colegios. “Estamos acostumbrados a ver estas imágenes con soldados norteamericanos, pero no en España”, afirman desde la organización. “Lo hicimos como homenaje no solo para los soldados, también para las familias que los apoyan y que hacen posible su misión”, afirman. En tres días y entre Facebook y YouTube, el vídeo suma más de 20.000 reproducciones.

Teresa es esposa de uno de los militares destinados. A través de una carta publicada por la asociación Familia Fuerzas Armadas, retrata el sentimiento que afronta al despedirse de su marido: “Que pasen ya los 6 meses que me quedan para poder volver a tener a mi familia completa, en casa, y fuera de peligro”. ¿Cómo se afronta medio año separados por 4.300 kilómetros? “Empieza a programarse para intentar quitar hierro al asunto y tener la mente ocupada en algo”, responde esta mujer.

El relevo de la misión

La presencia militar española en Irak se integra en una coalición internacional compuesta por sesenta países y liderada por Estados Unidos. En la capital, Bagdad, hay desplegados 42 militares y otros 30 en Taji, una localidad próxima. En Besmayah, a unos 45 kilómetros de distancia, estaban los 222 militares de la Brigada Paracaidista. Su lugar lo han ocupado 231 efectivos procedentes, en su mayoría, de la Brigada de Infantería Mecanizada Extremadura XI.

El acto de relevo se ha celebrado en la base Gran Capitán de Besmayah. El coronel entrante, José María Gutiérrez del Olmo González, ha recibido el testigo por parte del coronel saliente, Francisco Javier Romero Marí. Militares estadounidenses, británicos, portugueses, así como autoridades iraquíes, han asistido al acto. Precisamente, el Ejército norteamericano ha condecorado al coronel Romero y a varios efectivos prestados por su labor destacada en la instrucción de las tropas locales.

“Estas condecoraciones se otorgan a personal norteamericano y ocasionalmente a personal de países amigos por méritos sobresalientes contraídos en acciones no combatientes”, advierten desde el Estado Mayor de la Defensa (EMAD). Este órgano detalla, además, las condiciones a las que han tenido que hacer frente los efectivos que ahora regresan a casa: “Desde las temperaturas superiores a los 50 grados, hasta las inundaciones que obligaron a detener la instrucción para dedicarse a tender pasarelas, construir diques con sacos terreros o achicar agua”.

La visita de Pedro Morenés

El ministro de Defensa, Pedro Morenés, ha regresado este miércoles de un viaje por Kuwait e Irak, en el que se ha despedido de los efectivos desplegados antes de que concluya la legislatura y trasladarles su agradecimiento en la lucha contra el Estado Islámico. “Es posible ganar la batalla contra el terrorismo”, ha asegurado el ministro, tras encontrarse con unas tropas “llenas de moral y de convicción en la misión que están realizando”.

Irak, no obstante, es un país “con muchas complicaciones, buscando un futuro difícil de alcanzar”, ha aseverado Morenés. Al viaje, además, han asistido el Jefe de Estado Mayor de la Defensa, almirante general Fernando García Sánchez, y el Comandante del Mando de Operaciones, almirante Teodoro López Calderón.

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