Nada se sabe del paradero de Arantza Quiroga, que lleva cinco días sin dar señales de vida. A la presidenta del PP vasco se la esperaba este martes por la mañana en el Comité Ejecutivo de la región, pero su ausencia disparó todavía más las dudas sobre su continuidad al frente del partido. Fue María Dolores de Cospedal quien, desde Bruselas, intentó poner un poco de paz asegurando que se había tomado unos días de descanso. Por la tarde, la expresidenta de Castilla-La Mancha era quien pilotaba la reunión de la cúpula nacional en Génova ante la ausencia de Mariano Rajoy. Tras el encuentro, ningún miembro del aparato hizo ninguna declaración pública para no reavivar la crisis. Se esperó a última hora del día para anunciar una comparecencia de la propia Arantza Quiroga para este miércoles en la sede del partido en San Sebastián. Será el momento en el que ella misma despejará su futuro. 

Todas las preguntas que se hacían en el PP versaban sobre el futuro de Quiroga. Mientras que la secretaria general del PP vasco, Nerea Llanos, aseguraba durante la mañana del martes que esperaba que se resolviese en horas qué iba a pasar con el liderazgo del partido en la región, Quiroga se reunía en Madrid con Cospedal, que intenta por todos los medios convencerla de lo importante que es para el PP que no haya ninguna crisis interna antes de las elecciones generales.

A última hora del día, las mismas fuentes aseguraban a EL ESPAÑOL que las conversaciones no habían fructificado. “Quiroga sigue empecinada en abandonar la jefatura del PP vasco” a 70 días de las elecciones. Se tomaría la noche del martes para reflexionar qué rumbo tomar antes de anunciarlo públicamente este miércoles, sin retrasar ni un solo día más la decisión final. Mientras la líder del PP vasco reflexiona, en Génova empiezan a buscar sustitutos ante su posible espantada. 

El único que pidió públicamente a la 'desaparecida' presidenta que tomara una decisión fue Iñaki Oyarzábal. A su salida de la sede del partido nacional, aprovechó para echar un poco más de leña al fuego y pidió a Quiroga que hiciese pública “inmediatamente” la decisión que iba a tomar. Mientras, el equipo más cercano de la presidenta del PP vasco prefiere mantener silencio ante las insistentes llamadas y preguntas para no ofrecer una versión distinta a la que defenderá durante esta mañana la propia líder.

Según las fuentes consultadas, Quiroga, protagonista del supuesto giro de la postura del partido con respecto a la banda terrorista ETA y del acercamiento a Bildu, no perdona que Alfonso Alonso aprovechara una entrevista radiofónica para desautorizarla públicamente. “Se debe exigir la condena expresa del terrorismo y su historia criminal”, dijo con contundencia el ministro de Sanidad, que también dirige el PP en Álava. “Esta batalla se ha convertido en una guerra a nivel nacional entre Cospedal, que aupó a Quiroga a la Presidencia del PP vasco, y Soraya Sáenz de Santamaría, íntima de Alonso”, confesaba a este diario un alto cargo del partido.

Palabras sacadas de contexto

El problema surgió cuando el PP vasco registró el martes pasado en el Parlamento autonómico una ponencia para llegar a un acuerdo sobre los “principios básicos de convivencia” que incluyera a todos los grupos políticos, también Bildu, a los que Quiroga exigía que rechazaran expresamente la violencia. La moción no incluía la palabra que desató la polémica: “condena”. El primero que llamó la atención a la líder vasca fue Alonso, que rectificó a su compañera y dijo que la postura del PP no se había modificado. La presión pudo con Quiroga, que dio las explicaciones pertinentes tanto a Cospedal como a Javier Maroto y Jorge Moragas. También apareció en público, visiblemente emocionada, y prometió que sus palabras habían sido sacadas de contexto.

La bola fue creciendo y, a pesar de que en Madrid intentaron entonces cortar de raíz el problema, fue imposible. La AVT, la Asociación de Víctimas de Terrorismo, emitió un durísimo comunicado en el que exigía que el PP desautorizara a Quiroga. La presión siguió en aumento y, finalmente, optó por retirar la moción. En privado, mantiene que se haya utilizado “de esa manera tan retorcida la moción para cargar” contra su persona. Lo que más le duele a la líder regional es que Alonso haya hecho una vez más público la difícil relación que hay entre ambos, sobre todo desde que Quiroga apartó de la secretaría regional a Iñaki Oyarzábal, íntimo de Alonso y muy cercano a Sáenz de Santamaría.

¿Dónde está Quiroga?

Durante toda la jornada de este martes, la gran pregunta era dónde se escondía Quiroga. Sus más allegados reconocían que ha estado todo el puente del Pilar con “su familia, aislada, sin coger el teléfono a nadie y con una decisión firme: abandonar la dirección del partido este mismo martes”. Sin embargo, las súplicas de Cospedal para que “aguante dos meses” y evite una mayor fuga de votos en un momento tan delicado para el Partido Popular habría hecho recapacitar, al menos hasta este miércoles, a la líder del PP vasco. Ni siquiera en privado altos dirigentes del PP nacional y del PP vasco se arriesgan a hacer una quiniela sobre la decisión final que tomará Quiroga. La última decisión está en su mano. 

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