Gracias al coraje de Carlota Saorsa (nombre ficticio) que, a escondidas, grabó y denunció la violencia con la que Vivotecnia maltrataba animales, nos hemos enterado de lo que sucede en los laboratorios de experimentación.

Esta demanda supone el primer caso relacionado con los derechos de los animales de la jurisdicción penal de nuestro país, además de ser el primero en lograr el estatus de testigo protegido para quien demanda.

“Solicitamos el estatus de testigo de Carlota Saorsa porque ella temía que su identidad y circunstancias personales fueran conocidas por Vivotecnia y la opinión pública, dada la gran difusión del caso y que esto pudiera ocasionar un peligro grave para su persona, familia o bienes”, expresa el Dr. Carlos Contreras, primer doctor de España en Derecho Animal y encargado de la denuncia del caso Vivotecnia.

Carlota y el Dr. Contreras, acaban de ser premiados con el Lush Prize, el premio más grande en el sector de las pruebas sin animales, en la categoría Concienciación Pública con una dotación de 50.000 libras (casi 57.000 euros), por su denuncia.

El Lush Prize es precisamente una asociación entre Lush, marca británica de cosmética que no testa en animales, y Ethical Consumer, una asociación sin ánimo de lucro que premia las iniciativas en la ciencia y las campañas que trabajan para terminar o reemplazar las pruebas con animales, particularmente, en el área de investigación toxicológica.

“Pensamos que la experimentación en animales es una actividad más controlada con una finalidad científica, donde no hay maltrato, pero en la práctica las cosas son diferentes”, explica el abogado. El lobby de la experimentación animal es muy poderoso y no se le ha obligado a invertir en métodos alternativos.

“Manipulan a la sociedad diciendo que, gracias a que existe la experimentación con animales, se encuentran curas a enfermedades. Lo que los ciudadanos no saben es que existen métodos alternativos, y que cuando un ensayo es exitoso con un animal, casi nunca lo es con los humanos”, aclara Contreras.

"Los ensayos con animales son anticuados, innecesarios y básicamente peligrosos. Nos engañan haciéndonos creer que algo es seguro y no lo es. Sin duda, ya es hora de abandonarlos para siempre", expresa Karl Bygrave, director de Lush marca británica de cosmética que no testa en animales.

"Además, sus resultados no son directamente aplicables a los humanos, ya que difieren considerablemente en anatomía, fisiología y metabolismo. Incluso animales de distintas especies pueden reaccionar de forma muy diferente", añade.

Nuestra ley en este aspecto se basa en el principio de las 3R, que hacen referencia a reemplazar (utilizar métodos que eviten o sustituyan el uso de animales), reducir (utilizar el menor número de animales posible) y refinar (minimizar el dolor y mejorar el bienestar de los animales).

Pero, ¿son las 3R la solución al problema? Según el letrado, “no sirve aumentar el tamaño de las jaulas o reducir el dolor. Los animales siguen encerrados, maltratados y explotados en pos del beneficio humano. Esta experimentación animal se basa en la crueldad y ha quedado claro que no hay inspección, ni seguimiento eficiente de los experimentos".

En este sentido, "el incumplimiento de la Ley no tiene ninguna consecuencia. Todo esto, sin mencionar que la experimentación con animales es costosa, ineficiente, cruel y existen métodos alternativos que son mucho más eficientes”, añade el letrado.

El vídeo de Cruelty Free International muestra maltratos y sufrimientos de cientos de animales, entre ellos, conejos. iStock

El caso a día de hoy

En cuanto Carlota, mostró las imágenes grabadas y la ciudadanía se manifestó en los alrededores de Vivotecnia y la oficina de atención ciudadana de Madrid para solicitar su cierre y entrega de los animales. Una denuncia que logró la gran cifra de 772.000 firmas para la petición de cerrar Vivotecnia en Change.org y más de 1.144.837 para la iniciativa dirigida a la UE de reforzar la prohibición de los ensayos con animales para cosméticos.

Seguro que usted también vio al beagle con el número 32 pintado en la cabeza. Cientos de miles de personas vieron el video con imágenes explícitas de maltrato que la propia Comisión Europea condenó. Sirvieron para que la Dirección General de Derechos de los Animales, dependiente del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, manifestaran su compromiso para endurecer el control de los laboratorios que experimentan con animales.

El perro de la raza beagle con el número 32 pintado en la cabeza.

“Todo el proceso ha sido muy complejo por la cantidad de gente involucrada y por la cantidad de imágenes y videos que grabó la testigo protegida. El 11 de abril de 2021, una vez publicado el video, la Comunidad de Madrid, suspendió temporalmente la actividad investigadora de Vivotecnia, prohibiéndole expresamente realizar nuevos proyectos con animales", explica Contreras, y añade que, "sin embargo, la Comunidad de Madrid levantó la suspensión y Vivotecnia continuó su actividad normalmente”.

“Durante un año y medio se han practicado diligencias de investigación por un posible delito continuado de maltrato animal. El proceso se encuentra finalizando su etapa de instrucción, y la siguiente etapa sería la de preparación del juicio oral”, añade el abogado especializado en maltrato y abandono desde el despacho Murlá & Contreras Advocats, responsable de otros hitos en este ámbito.

Entre ellos, lograr que se le dé prioridad al bienestar de un animal por delante del derecho de propiedad, o impedir que una autoridad administrativa sacrifique a un animal porque su trazabilidad o identificación fuera irregular, permitiéndonos trasladar al animal a un santuario. 

¿Qué podemos hacer los consumidores?

El abogado, que acaba de ser elegido presidente de la próxima Comisión de Protección de los Derechos de los Animales del Ilustre Colegio de la Abogacía de Barcelona, lo tiene claro: “Escoger productos que no han sido testados con animales; apoyar ONG's que luchan por los derechos de los animales, tales como Cruelty Free International, y, sobre todo, apoyar manifestaciones en contra de la experimentación animal, para que los políticos vean que la sociedad demanda un cambio en este sentido”.