El filósofo sevillano David Pasto Vico posa para ENCLAVE ODS.

El filósofo sevillano David Pasto Vico posa para ENCLAVE ODS. Esteban Palazuelos

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David Pastor Vico (filósofo), sobre la soledad de los jóvenes: "Los padres la hemos cagado apoteósicamente"

El filósofo y profesor sevillano habla con ENCLAVE ODS sobre cómo la filosofía es esencial para "sobrevivir a este mundo hostil". 

15 mayo, 2023 02:26
Raquel Nogueira Esteban Palazuelos

David Pastor Vico (Bélgica, 1976) tiene poco de convencional. En realidad, cuando uno piensa en un filósofo 'de manual', no es a él a quien tiene en mente. Y por eso, precisamente, cuando llega al punto de encuentro con EL ESPAÑOL bromeamos con que tiene más pinta de miembro de una banda de metal que de pensador.

Cuenta que él, de chaval, quería ser historiador, paleontólogo, escritor, inventor, ingeniero, rock star… “Quería hacer muchas cosas y resulta que la filosofía me abría ese campo de posibilidades", dice. Al final, afirma, con esta rama de las humanidades descubrió "a todos los que se dedican a hacer de este mundo un lugar mejor".

Se reúne con este medio en el patio de la Fundación Juan March de Madrid, ahora que está momentáneamente de paso en la ciudad para presentar Ética para desconfiados (Ariel, 2023), una especie de manual de “filosofía esencial para sobrevivir a este mundo hostil”.

Vico posa para EL ESPAÑOL.

Vico posa para EL ESPAÑOL. Esteban Palazuelos

Como no podría ser de otra forma, empezamos hablando de rock, de esa música que, como dice, le salvó la adolescencia.

Pregunta: ¿Si pudiera hacer una banda de rock de filósofos, vivos o muertos, quiénes la formaría?

Respuesta: Hostia, qué subidón. Me los buscaría cafres. Por supuesto, no contaría con [Friedrich] Nietzsche porque no sería capaz de trabajar en grupo; además, es un tío con un ego que se le sale por las orejas. [Francis] Bacon me encanta porque es un tío muy grande, pero porque es de los filósofos altos. Tiene que ser una banda de gente grande, así que Bacon me mola.

También me gusta [René] Descartes, pero porque tiene el pelo largo. [Baruch] Spinoza porque tiene tatuajes. Y por supuesto Aristóteles porque tiene una barba ZZ Top fantástica. Entonces sería una cuestión estética. Y a Nietzsche lo aparto porque es imposible trabajar con este tío, y de los existencialistas franceses ninguno me vale, porque el tópico del que se suicida ya lo tiene el rock.

P.: ¿No habría ninguna mujer?

R.: Tía, es muy complicado. Porque si meto a Jantipa, lo va a querer ordenar absolutamente todo porque era la mujer de Sócrates. A Simone de Beauvoir… [sonríe con picardía] tendríamos unos líos ahí dentro con la libertad sexual y tal. No, no, no, es que donde tengas la olla no metas la polla, dice el refrán.

Por eso en los grupos con tías, como puede ser Epica, un grupo de heavy metal sinfónico holandés, hay problemas porque eran pareja cuando se formaron, después se separaron… Con Nightwish pasó exactamente igual. Es muy complicado meter tías en grupos de tíos.

P.: ¿Y si fuese un grupo, como dice, solo de tías?

R.: Serían pocas, lamentablemente. Tiraría de Hipatia, pero es que sería un grupo muy sosete, porque estarían muy separadas en el tiempo… Hoy en día sí funcionaría mejor, pero, claro, meter a María Zambrano en un grupo de rock es un bajonazo. María Zambrano es para Ella Bailar Sola.

P.: Zambrano sería Marta, pero ¿quién sería su Marilia?

R.: Yo metería a Gloria Fuertes, no me cabe duda.

El filósofo sevillano saca su lado más rockero para la entrevista con EL ESPAÑOL.

El filósofo sevillano saca su lado más rockero para la entrevista con EL ESPAÑOL. Esteban Palazuelos

Entre risas y chascarrillos da comienzo la verdadera entrevista. Esa en la que recuerda que “Los Simpson han atinado tantas veces con el futuro” que no sabe si son “una utopía o una distopía”, aunque no le cabe duda de que son “una -topía”.

Antes de nada, este filósofo sevillano nacido en Bélgica, de padres andaluces, recuerda que “la filosofía nunca nos ha dejado, siempre ha estado ahí”. Aunque hace autocrítica a la rama de las humanidades de la que es experto: “Hemos navegado mucho en contra de ella, le hemos dado la espalda, no le hemos dado el interés, la hemos vendido tan mal los filósofos, que la hemos apartado de la realidad útil y práctica que tiene porque sí la tiene”.

P.: ¿La filosofía nos podría ayudar a salvar el planeta, a luchar contra el cambio climático?

R.: La filosofía no nos ayuda a acabar con el cambio climático, pero sí a ser mejores seres humanos. Y cuando uno es mejor ser humano, se da cuenta de que es imposible ser mejor ser humano solo. La posibilidad de ser mejor ser humano es en conjunto, es con los demás.

P.: ¿Por qué con los demás?

R.: Porque ser mejor ser humano es buscar el bien de todos los seres humanos. Porque nos damos cuenta de que en el bien de todos está nuestro propio bien, de tal manera que ahí es donde aparece la urgencia del cambio climático. Querer ser mejor ser humano o ser mejor ser humano depende de las posibilidades de desarrollo del ser humano. El cambio climático está encima de la mesa. Si queremos vivir bien, si queremos optar a la posibilidad de la felicidad, necesitamos sí o sí arreglar esta mierda.

Vico durante la entrevista.

Vico durante la entrevista. Esteban Palazuelos

Esa emergencia climática de la que habla ya la hemos empezado a sentir en España, país al que Vico volvió “hace no tanto” por motivos de causa mayor. “Vivía muy bien en México”, donde llevaba desde que la crisis de 2008 le obligase a buscar un futuro al otro lado del charco.

He tenido que elegir entre algo que no me apetecía, que era morirme, y vivir. Y esa elección de vida me ha hecho tener que volver a España”, confiesa. Y es que si quería sobrevivir al cáncer que le detectaron, tenía que abandonar el país que vio nacer a sus hijas. Las facturas médicas del tratamiento en México –donde el sistema de salud público no funciona– le forzaron a instalarse aquí.

P.: Es un hijo de sevillanos nacido en Bélgica que se fue a México a buscarse la vida. ¿Están los hijos de inmigrantes destinados a ser migrantes? ¿Es su sino?

R.: No es una cuestión de que estemos destinados, sino de que normalmente los hijos de migrantes somos hijos de pobres. Alguien que tenga unos grandísimos apellidos te aseguro que si se va a otro país es o para estudiar porque le pagan unos estudios o para irse de vacaciones. El signo de la pobreza en España viene aparejado con huir de España, porque huyendo de España no es que huyas del país, sino de la pobreza.

Y efectivamente, en mi caso es absolutamente cierto: mis padres, sin conocerse, siendo andaluces que no se conocían en Andalucía, se conocieron en Bélgica porque se fueron en los años 60. Yo nací de esa casualidad. Volvimos en el año 82 y en el 2008, cuando la cosa se puso muy cabrona aquí en España, la cultura, en lo que yo trabajaba, se recortó rápido.

El sino, insiste Vico, “no es que seamos aventureros, que lo somos; no es que seamos gente que quiera conocer otro mundo, que lo somos; sino que somos gente que huimos de la necesidad”.

P.: Se huye de la necesidad y de la incertidumbre. ¿Nos ayuda la filosofía a capear ese temporal?

R.: La incertidumbre, por definición, es no tener certeza de las cosas y, sobre todo, no tener certeza de lo que nos puedan hacer los otros. El ser humano no es desconfiado por naturaleza; es todo lo contrario: el ser humano nace absolutamente confiado por naturaleza, no hay nada que confíe más en otro que un bebé. Y en este modelo de sociedad en el que vivimos ahora, nos vamos construyendo desconfiados. Lo que el otro nos pueda hacer nos da mucho miedo. Y ahí es donde aparece la filosofía para leer cuál es la herramienta para evadir esa incertidumbre.

El filósofo durante su entrevista.

El filósofo durante su entrevista. Esteban Palazuelos

Esa herramienta, confiesa, es la moral. Es ella la que, dice, “nos evita la incertidumbre y la que regla la convivencia entre nosotros”. Por eso, insiste, es tan importante que “entendamos estos rudimentos y no vayamos como 'outsiders' despavoridos por la sociedad, huyendo de los demás”.

Porque, hay “una red” que permite capear la incertidumbre. Aunque, admite, “tenemos que aprender a ver cómo se construye esa red, y sobre todo a sacarle el mejor de los partidos posible”.

P.: Ese cómo se construye esa red me lleva a pensar en la importancia de la salud mental, que también depende de una red. ¿Le da la impresión de que se está intentando sustituir la filosofía por la psicología?

R.: No es psicología; estamos intentando sustituir la razón por la emoción. Esa es la realidad. Porque la razón, la construcción de la razón, requiere esfuerzo. Y viviendo en una situación de comodidades y de 'inmediateces', es mucho más fácil apelar a la emoción que a la razón. Y cuando apelamos a las emociones, hay una serie de recursos, podríamos incluso hablar de disparadores, que no desde la psicología, sino desde el psicologismo, que es muy diferente, funcionan.

Los psicologismos, cuenta Vico, tienen “un resultado inmediato”. Y lo ejemplifica diciendo que “lo que mal llamamos autoayuda” no es más que una serie de psicologismos. Es decir, “disparadores emocionales” con los que se juega. “Si empezamos a decirle a un estadio con mil personas que la solución a todos sus problemas está dentro de ellos, que en el fondo tienen problemas de autoestima y que, de no ser así, se daría cuenta de que la solución a todos los problemas del mundo está a su alcance […], lo que buscamos es la catarsis”.

Pero esa catarsis, explica, es “fatua, es mentira”. Y prosigue con el ejemplo diciendo que cuando la gente sale de ese estadio, “lo único que han hecho es alimentar las emociones”. En ningún momento se ha alimentado la razón. “No les hemos dado herramientas del pensamiento para llegar a ese mismo estado, que se puede, pero no es lo que se busca”.

Con todo esto, predice, “el que se va a forrar es aquel que escribe el libro de cómo superar el bajón de los libros de autoayuda”. Ese, zanja, es “el malentendido que hay entre el trasvase de competencias de la filosofía a la psicología”.

Una imagen de la entrevista.

Una imagen de la entrevista. Esteban Palazuelos

P.: ¿Filosofía y psicología deberían, entonces, estar en parcelas separadas?

R.: La psicología está para solucionar un problema que ya apareció. Y la filosofía está, entre muchas cosas, para evitar que aparezca ese problema. La filosofía no es terapeuta 100%, es profilaxis, es enseñar a vivir bien, a tener una vida sana, hacer una vida bien ordenada, un pensamiento ordenado y que eso evita después muchas circunstancias.

Pero ojo, el pensamiento ordenado parte sí o sí de tu conocimiento en el reflejo del otro, de encontrar a ese otro, a esos otros que forman la sociedad, a reforzar los vínculos de confianza y de amistad en los demás, a darnos cuenta de que, como decía Aristóteles, sin amigos es imposible vivir. Nadie desearía vivir sin amigos, porque sin amigos es imposible ser felices.

P.: Insiste mucho en eso en su libro.

R.: Eso se lo dice Aristóteles nada más ni nada menos que a su hijo Nicómaco. Es decir, el que nos mete el golpetazo con libros que son unos tratados imposibles de leer y dificilísimos, de repente cambia el tono, se dedica a escribirle a su hijo y le da herramientas para que sea feliz. Esos libros se escriben desde el cariño.

La ética, de todas las disciplinas de la filosofía, es la única que es inmediatamente práctica. Y eso Aristóteles lo sabía, Epicuro lo sabía, los filósofos lo sabíamos porque decían 'existen los médicos que curan los cuerpos, pero nosotros, los filósofos nos dedicamos a curar las almas'. ¡Qué cosa más hermosa!

Los adolescentes de hoy

P.: En el libro dice de nuestra adolescencia que fue un torbellino que "dejó un reguero lleno de mierda". Sin embargo, ahora le vendemos a los jóvenes que es "un camino de baldosas amarillas". ¿Es más difícil ser adolescente ahora que en los 90 o a principios de los 2000?

R.: Yo tengo la percepción de que sí es más difícil y te voy a decir por qué: si algo me salvó a mí en la adolescencia, aparte del heavy metal, son mis amigos. Esos que en los peores momentos de la adolescencia, de la desubicación, del no encontrarte, del no saber cuál es tu sitio, van y te dan una patada o un abrazo. Esa patada o ese abrazo es fundamental. Pero hoy, cuando trabajo con adolescentes, de lo que me doy cuenta es que esa posibilidad del amigo que te da el abrazo o la patada no está.

Tenemos a muchísimos adolescente –y mire que juego más tonto de palabras– que adolecen de soledad. Y cuando un adolescente no tiene amigos, ¿dónde está esa patada?, ¿dónde está ese abrazo? Y entonces, de repente, ahí es donde aparecen estos grandísimos problemas de salud mental que cada vez nos están asfixiando más a los profesores, porque no tenemos las herramientas para ayudar a salir de estos agujeros en lo que nos encontramos.

Vico, durante la entrevista.

Vico, durante la entrevista. Esteban Palazuelos

Ahí, dice, es donde se da cuenta “de lo difícil que puede llegar a ser ser adolescente hoy en día”. Sobre todo, asegura, en las grandes ciudades, porque “en el ámbito rural, tanto de España como de Latinoamérica, la cosa cambia”.

P.: ¿En qué cambia?

R.: En el ámbito citadino, te encuentras con jóvenes que viven en bloques de viviendas donde hay a lo mejor 10 o 12 chavales que no conocen, que no saben cómo se llaman, que nunca jugaron con ellos en la calle, que nunca se han relacionado, que nunca han entrado en sus casas. Y cuando yo descubro esto digo ¡qué jodido es ser adolescente en este momento!

P.: Para muchos eso no supone un problema.

R.: Porque ellos dicen 'no estoy solo, tengo mi grupo por internet'. Y entonces hay que recordarles una cosa trágica: si nos vamos al diccionario y buscamos la palabra virtual, vamos a encontrar una definición que da pavor, porque virtual es aquello que parece lo que no es, aquello que es una simulación.

¿Quién cojones quiere tener un amigo que parece lo que no es y que es una simulación? Yo no puedo tener un amigo así. De hecho, no quiero. Me niego. Para eso tengo a Siri o a Alexa. Eso no es un amigo, eso es una herramienta. Tener un amigo es ir a mear juntos, llorar juntos, alegrarse juntos, enfadarte con él y después reconciliarte. Tener un amigo es mucha cosa y no precisamente una simulación.

El filósofo, durante la entrevista.

El filósofo, durante la entrevista. Esteban Palazuelos

De la paternidad y del aburrimiento

P.: Vivimos en un mundo hiperconectado, sin embargo, como dice, cada vez hay más gente, especialmente joven, que se siente sola, aislada.

R.: Nunca habíamos estado tan conectados y nunca tan solos.

P.: ¿Es culpa de esas redes sociales que nos tienen enganchados a todos?

R.: Para nada. Las redes sociales son una herramienta oportunista en una coyuntura muy concreta. Esto es culpa de los padres, hija. Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. En grandísima medida, la culpa de todo esto la tienen los padres.

P.: ¿Y por qué los padres?

R.: Los padres, haciendo lo que creíamos que era mejor para los hijos, la hemos cagado apoteósicamente. Hemos decidido que gracias al buen nivel social o económico que disfrutábamos, nuestro hijo no estudiaran en el colegio más cercano a casa, que era público, sino que sí lo podíamos pagar, lo íbamos a llevar a un colegio más lejano. Y además, allí o lo más cerca posible, le vamos a dar un montón de actividades extraescolares.

Y cuando llegue a casa lo vamos a saturar de herramientas para que no se aburra. Porque aburrirse nos han dicho que es muy malo y el niño tiene que estar siempre estimulado. Y de repente no nos damos cuenta de los problemas que tiene.

P.: ¿Cómo les afecta a los niños eso de llevarlos a estudiar y a hacer actividades lejos de casa?

R.: Si sacamos a nuestros hijos del entorno social inmediato en el que deben de estar por mucho tiempo, jamás van a tener la oportunidad ni de jugar con los vecinos, ni con los niños con los que van a la escuela, que deberían de ser también sus vecinos. Cuanto más lejos los llevamos, más impedimos que se puedan relacionar después de las horas escolares con estos niños.

Además, si les llenamos las agendas de actividades extraescolares, estamos cometiendo el mismo error. ¿Crees que juegan en ese tiempo? No juegan. De hecho, están dos horas a la semana haciendo kárate y nunca van a poder jugar con sus compañeros, jamás van a poder desarrollar esas habilidades sociales que da el juego.

Vico durante la entrevista.

Vico durante la entrevista. Esteban Palazuelos

P.: Se hace para que no se aburran, entiendo.

R.: Pero es que los niños necesitan aburrirse y no nos tiene que doler el corazón cuando se aburren. Y cuando lo hacen, ¿sabes lo que hay que decirles? Pues desabúrrete. Y el niño va a decir '¿pero cómo?'. Y entonces tú le dices 'pues lo descubres tú solito, hijo. Ahora te quedas ahí y dale vueltas al coco. Y si te aburres mucho, mucho, pues llama a Juanito del 5º y te vas a jugar con él. Y ya no te aburres'.
Dice Platón, 'el alma propia de los niños de entre los dos y seis años se da al juego de manera natural'. No intervengas en el juego de los niños.

P.: ¿En qué sentido?

R.: A mí me revienta cuando papá y mamá dicen eso de 'yo soy el mejor amigo de mi hijo'. ¡Y un jamón! Usted está capando las posibilidades de su hijo, usted está lastrando las posibilidades de su hijo, porque usted está interviniendo en el juego de los niños. Y no hay que intervenir, hay que dejarlos jugar. Porque ellos, decía también Aristóteles, son capaces de encontrar las reglas de manera natural a su juego. Y decía más Aristóteles: no intervengas, obsérvalos jugar, porque observando jugar a los niños podrás saber hacia dónde dirigirlos en el futuro. ¡Toma castaña!

P.: ¿Las normas siguen siendo las mismas que en época de Aristóteles?

R.: El ser humano no ha cambiado biológicamente ni cerebralmente ni un ápice en los últimos 2.500 años. Y ni un ápice los últimos 200.000. Si todo está ya inventado, por qué lo estamos jodiendo. Si sabemos cómo tenemos que hacer las cosas, porque las mentes más lúcidas de la historia de la humanidad nos lo han dejado por escrito, qué narices estamos haciendo comprando discursos new age, que al final lo que están haciendo es reventar las posibilidades de futuro de nuestra juventud.

P.: ¿Ayuda la filosofía a ser mejores padres?

R.: La filosofía nos puede ayudar a ser mejor de todo, siempre y cuando seamos suficientemente críticos con lo que estamos leyendo. Porque hay gente que lee mis libros o me ha visto en conferencias, o en los vídeos de BBVA, y me dice 'Vico, tienes toda la razón'. Y les pregunto si ha cambiado en algo su forma de pensar y me dicen que sí. ¿Y tú forma de actúar?, pregunto. 'Ah, bueno, es que eso es diferente'. ¡Entonces de qué sirve!

La filosofía es gratuita en el sentido de que es muy barata –son libros muy baratos y lo pdf de lo clásico los tienes–, pero tiene un costo: entender el sacrificio que esto tiene, a nivel personal, de realmente afrontar un cambio de pensamiento, que es sí o sí afrontar un cambio de la acción.

Un poco de rock ‘made in Spain’

Vico asegura ser “fan” de “hacer homenajes a la música en español o en inglés” en sus textos, e incluso en sus clases y conferencias. Llena sus libros de referencias culturales más allá de la filosofía para que esta “no sea aburrida”.

El rock español, confiesa, “tiene ese mensaje que te llega y que puedes entender fácilmente”. Y bromea: “Especialmente a los de mi generación, que somos pésimos”. Por eso, eligió un álbum emblemático del grupo gallego Siniestro Total para titular uno de los capítulos de Ética para desconfiados: Ante todo, mucha calma.

P.: ¿En qué situaciones ha tenido que apropiarse del título del álbum de Siniestro Total y pensar 'ante todo, mucha calma?

R.: Un montón de veces. Porque yo soy muy vehemente y en mi adolescencia he sido terriblemente vehemente. Además, lo notas en mi forma de hablar. Cuando cuentes palabras, te vas a volver loca. Por andaluz y por vehemente voy como una moto. Y hay tres cosas fundamentales en la vida que te obligan a tomarte las cosas con calma. Una de ellas es la educación, tu propia educación: no puedes ir con prisa leyendo a Kant y vas a necesitar, en mi caso, leerte a Kant. La educación requiere calma.

P.: ¿Cuál es la segunda cosa que hay que tomarse con calma?

R.: El trabajo: trabajar, lograr crecer en el mundo laboral, en tu carrera, requiere calma. A esa gente que se licencia y quiere al mes siguiente cobrar 4.000 euros y no sé qué, hay que decirle 'oye, ante todo, mucha calma'. Tienes muchas cosas que demostrar.

P.: ¿Y la última?

R.: En el amor. El amor requiere mucha calma. El amor no se cuece en caliente, aunque tengas momentos muy tórridos. Pero el amor requiere de un trabajo calmado, de entender las necesidades de la otra persona, de entender tus necesidades, de pactar, de ver qué partes se sacrifican. Esto jode mucho. Hay quien dice 'pero por qué me tengo que sacrificar, me tiene que querer tal cual soy'. Es que no eres tú, es que hay partes que tienes que sacrificar y hay partes que tienes que entender y eso requiere mucha calma. Y esto no lo digo yo; lo dice muchísimo mejor José Antonio Marina, que para eso es un gran maestro.

El Vico más rockero hace un corte de manga a la cámara.

El Vico más rockero hace un corte de manga a la cámara. Esteban Palazuelos

P.: Y para acabar, volvamos a Siniestro Total: ¿sobre la tumba de quién bailaría?

R.: Soy muy respetuoso con los seres humanos, pero no suelo serlo con lo que piensan algunos seres humanos. La lista es muy amplia; el único problema es que soy tan mal bailarín que sería tan patético verme bailar… Ya me han quitado, por suerte, la tumba de Queipo de Llano de la Macarena de Sevilla. También han sacado de sus tumbas a otro par de cabrones del Valle de los Caídos.

No sé, creo que hay muchas tumbas… aunque a lo mejor no bailaría, pero ¿sabes qué?, una buena micción como los del 27 sí me echaría sobre alguna tumba. Pero no te digo cuál; eso lo dejamos para la siguiente entrevista.