La salud es un derecho fundamental y, al mismo tiempo, uno de los grandes desafíos globales de nuestro tiempo. Hoy sabemos que la salud de las personas, el cambio climático y la desigualdad social están estrechamente conectados.

No podemos hablar de bienestar individual sin hablar del entorno que lo hace posible. La salud del planeta y la salud humana son, en realidad, la misma conversación.

En este contexto, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) nos marcan un camino claro: promover el bienestar (ODS 3), avanzar hacia una producción y un consumo responsables (ODS 12), actuar frente al cambio climático (ODS 13) y proteger la vida de los ecosistemas terrestres (ODS 15). Pero más allá de los compromisos internacionales, el reto real está en traducir estos principios en acciones concretas que transformen nuestros sistemas alimentarios y económicos.

En Danone creemos que promover la salud de las personas va de la mano de proteger la salud del planeta. Por eso, llevamos años impulsando una transformación profunda de nuestros productos y de nuestras cadenas de valor, alineada con las recomendaciones globales que fomentan dietas más saludables, sostenibles y accesibles.

Cada año destinamos 120 millones de euros a innovación e investigación para seguir mejorando la calidad nutricional de nuestros productos y desarrollar alimentos funcionales que cuiden la salud digestiva, ósea o inmunológica.

Reformular productos para reducir azúcares y mejorar perfiles nutricionales es parte de ese camino, igual que escuchar a consumidores que, cada vez más, piden coherencia y transparencia.

Todo este recorrido nos ha llevado a ser la empresa con el porfolio más saludable del sector de gran consumo.

Pero el cuidado de la salud —y del planeta— comienza mucho antes de que un producto llegue a la mesa. Empieza en el origen. Trabajamos con agricultores, ganaderos y proveedores locales para impulsar prácticas agrícolas regenerativas que mejoren la calidad del suelo, favorezcan la biodiversidad y reduzcan las emisiones de carbono.

Gracias a este trabajo conjunto, hemos reducido en un 20% la huella de carbono de nuestras granjas lecheras, demostrando que es posible producir de manera más sostenible, generando a la vez valor económico y social. Este modelo de producción regenerativa no solo protege los ecosistemas (ODS 15), sino que también fortalece las economías rurales y contribuye a la resiliencia de las comunidades con las que colaboramos.

Creemos que solo desde un enfoque integral —donde innovación, ciencia y colaboración caminen juntas— podremos avanzar hacia un modelo alimentario que sirva a las personas y al planeta.

La sostenibilidad ya no es una opción ni una tendencia: es una condición necesaria para garantizar la salud pública, el desarrollo económico y la equidad social.

Solo así podremos construir comunidades más saludables y resilientes, donde el bienestar de las personas y el del planeta vayan de la mano.

Porque cuidar de las personas empieza por cuidar de aquello que las alimenta.

***Silvia Canals es directora de Sostenibilidad de Danone Iberia.