En los últimos años, hemos sido testigos de una profunda transformación. La sostenibilidad ha evolucionado. De ser un ideal deseable, se ha convertido en un imperativo estratégico. Para empresas y organizaciones de todo tipo de industrias, la sostenibilidad hoy significa algo muy concreto.

Consiste en minimizar riesgos y maximizar la eficiencia operativa. Ya no es solo un "mundo bonito" de descarbonización. Es una cuestión de supervivencia empresarial.

Esta perspectiva pragmática es fundamental. Se alinea directamente con el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 9. Este ODS busca construir infraestructuras resilientes. También promueve una industrialización inclusiva y sostenible.

Además, fomenta la innovación en todos los niveles. La experiencia de osapiens, plataforma que ofrece soluciones a las empresas para crecer de forma sostenible, nos demuestra que la tecnología es el motor clave.

La digitalización, la automatización y la inteligencia de datos son catalizadores. Nos permiten avanzar hacia una sostenibilidad real. Una sostenibilidad que es medible y, crucialmente, económicamente viable. Estas herramientas no solo mejoran nuestra eficiencia. Nos capacitan para adoptar prácticas industriales más responsables. Esto es vital en el complejo panorama global actual.

La sostenibilidad para nuestras empresas se traduce en minimizar riesgos y maximizar eficiencia. Esta frase encapsula nuestra realidad. La tecnología nos ofrece soluciones concretas. Aborda los desafíos en tres niveles fundamentales. Primero, a nivel de producto. Nos ayuda a asegurar la trazabilidad y el cumplimiento normativo.

Segundo, en la cadena de suministro. Utilizamos la inteligencia artificial. Analizamos millones de artículos de prensa semanalmente. Esto nos permite identificar riesgos potenciales. Es esencial para evitar interrupciones. La pandemia y los conflictos han expuesto la fragilidad de estas cadenas. La tecnología aporta una resiliencia indispensable.

Tercero, a nivel de empresa. La automatización simplifica los reportes de sostenibilidad. El CSRD, por ejemplo, se vuelve más manejable. La tecnología hace que estos procesos sean practicables. Los hace eficientes y, sobre todo, económicos. Así, el cumplimiento normativo se integra fluidamente.

Análisis de equipos empresariales de cuadros de mando digitales interactivos con visualizaciones de datos. Istock

Permítanme darles ejemplos concretos. Empleamos IA e imágenes satelitales para verificar el origen de productos como el café o el caucho. Así nos aseguramos de que no provengan de la deforestación. Esto sería inviable de forma manual. Esta capacidad es una manifestación directa del ODS 9. Impulsa la innovación industrial responsable.

Además, la tecnología facilita la "sostenibilidad circular". La capacidad de reparar productos es fundamental. Reduce el desperdicio de recursos. Promueve un uso más eficiente de los materiales. Esto es un pilar de la industrialización sostenible. La innovación tecnológica lo hace posible y escalable.

La tecnología es fundamental para transformar la sostenibilidad de un concepto idealista a una estrategia pragmática y rentable. Esta transformación es crucial. Las empresas deben no solo sobrevivir. Deben crecer de forma sostenible. La tecnología nos proporciona las herramientas necesarias. Nos permite navegar la complejidad actual.

En un mundo marcado por la incertidumbre, la innovación tecnológica es la respuesta. Nos permite a las industrias adaptarnos. Nos ayuda a ser más responsables. Nos dota de la capacidad de resiliencia. Es el camino hacia un futuro industrial más justo y sostenible para todos.

La digitalización, la automatización y la inteligencia de datos son catalizadores para una sostenibilidad real, medible y económicamente viable. Nuestra visión es clara. La tecnología no es un lujo. Es una inversión estratégica indispensable. Una inversión para el progreso. Una inversión para el planeta.

*** Alberto Zamora es CEO y cofundador de osapiens.