La tercera edición del Informe Voluntare 2025, en el que han participado 236 organizaciones, analiza las tendencias del voluntariado corporativo en Europa y Latinoamérica en la última década y sus conclusiones son cuanto menos sorprendentes.
Según el estudio, realizado por en Voluntare en colaboración con la Universidad de Almería, y con el apoyo de Voluntariado CaixaBank, Fundación Repsol y Fundación Telefónica, donar nuestro tiempo ha pasado de ser una acción aislada a convertirse en "un pilar de la estrategia social y de gestión del talento de las empresas".
Y es que, asegura la investigación, el 97% de las compañías ya ofrecen actividades de voluntariado en horario laboral, frente al 82% en 2015. Asimismo, la participación en estas ha crecido. En concreto, el 77% de las organizaciones moviliza a más del 10% de su plantilla (frente al 29% hace diez años), mientras que el 45% supera el 20%.
Esto se traduce en que, en casi la mitad de las empresas, uno de cada cinco trabajadores participa en acciones altruistas organizadas por la propia compañía. Una participación que, como destaca Jordi Pastó, director de Impacto Social y Voluntariado de CaixaBank, es "fundamental para poder llegar a más beneficiarios".
El informe también recoge que el voluntariado corporativo refleja, a su vez, un "compromiso ético y social" de las empresas europeas y latinoamericanas con su entorno. Y le pone datos a tal afirmación: casi el 99% de las compañías dice promoverlo por responsabilidad social y el 98% lo orienta a causas valoradas por grupos de interés.
Además, casi el 96% de los empleados consideran que pueden poner en valor su solidaridad a través de voluntariado, frente al 81% en 2015. Entre los principales beneficios identificados, las compañías destacan su papel en el desarrollo de competencias (97%), el fortalecimiento del orgullo de pertenencia y la motivación (97,7%) y que, además, promueve las relaciones y el compromiso de la organización con la comunidad y el entorno (98,4%).
Estos datos, asegura la directora de Voluntare, Benedetta Falletti, demuestran que "el voluntariado corporativo ha pasado de ser un gesto altruista a convertirse en una herramienta estratégica que genera valor compartido: para la empresa, para las personas y para la sociedad".
Grandes retos
El estudio destaca tres grandes tendencias futuras en el voluntariado corporativo: la digitalización y el aprovechamiento de la tecnología, el crecimiento de las actividades basadas en habilidades y conocimientos, y la cultura de alianzas para aumentar el impacto.
Eso sí, a pesar de las mejoras, el informe recoge retos clave para este tipo de acciones en Europa, que pasan por la necesidad de movilizar a más personas, reforzar la innovación o seguir aumentando el compromiso de la alta dirección.
En Latinoamérica, por su parte, los desafíos que ya están presentes y se harán más evidentes en el futuro tienen que ver con la profesionalización de la gestión y ampliar los recursos.
Así, dice Juan Ángel Poyatos, fundador de la red Voluntare, "este informe no solo retrata el presente del voluntariado corporativo, sino que marca el rumbo
futuro hacia un modelo más profesional, participativo y transformador".
