Mariana Goya
Publicada

La ciudad brasileña de Belém do Pará se convertirá este mes en el epicentro de la política climática mundial. Del 10 al 21 de noviembre, la capital del estado de Pará albergará la 30.ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), considerada el mayor evento medioambiental del planeta.

Se espera la asistencia de más de 60.000 personas, entre jefes de Estado, representantes gubernamentales, científicos, organizaciones internacionales y miembros de la sociedad civil, procedentes de más de 160 países.

La edición de este año tiene un carácter simbólico. Pues, será la primera vez que una COP se celebre en la Amazonía, un bioma que concentra alrededor del 20% de las especies animales y vegetales del planeta. La elección de Belém subraya la relevancia de la región amazónica como punto clave en la lucha contra el cambio climático y en la protección de la biodiversidad global.

La Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) participa como socio estratégico del Gobierno de Brasil en la organización del evento.

Su papel incluye la coordinación de aspectos logísticos e infraestructurales, así como el apoyo a la programación y la supervisión de los procedimientos para garantizar que el desarrollo de la COP30 cumpla con las buenas prácticas ambientales, sociales y éticas.

La OEI participa como socio estratégico del Gobierno de Brasil en la organización de la COP30. Cedida

"En la COP30 vemos una oportunidad única para asumir un papel estructurante y simbólico, contribuyendo a la organización de la infraestructura, la articulación de socios y la valorización de los diversos conocimientos de Iberoamérica", señala Rodrigo Rossi, director de la OEI en Brasil.

"Queremos que las decisiones tomadas en Belém reflejen el protagonismo de los pueblos amazónicos, las comunidades tradicionales y los jóvenes, porque hacer frente a la crisis climática es también promover la justicia, la inclusión y un legado sostenible para las próximas generaciones", añade.

Sede: Belém

La sede principal del evento se ubicará en el Parque de la Ciudad de Belém, donde se han construido más de 250.000 metros cuadrados de instalaciones.

La infraestructura cuenta con dos áreas principales. Por un lado, la Zona Azul, destinada a las negociaciones diplomáticas entre los países, y, por otro, la Zona Verde, abierta a la sociedad civil, instituciones académicas y organizaciones no gubernamentales.

Además, la estructura levantada para la COP30 será de carácter permanente, con el objetivo de dejar un legado duradero para la ciudad.

Entre las obras que permanecerán tras la conferencia se encuentran el Centro de Economía Creativa y el Oratorio del Agua y la Luz, espacios concebidos para fomentar la educación ambiental, la innovación y la cultura sostenible.

'Iberoamérica Viva'

Uno de los principales aportes de la OEI será el desarrollo del espacio Iberoamérica Viva, ubicado en la Zona Verde. Este lugar reunirá una agenda programática centrada en la educación, la ciencia, la cultura, las lenguas y los derechos humanos, como ejes fundamentales para abordar los desafíos climáticos.

La programación incluirá paneles, talleres, exposiciones y actividades culturales, con la participación de expertos y representantes de toda la región iberoamericana.

Su objetivo es destacar que la acción climática no se limita a la dimensión técnica o económica, sino que también requiere transformaciones culturales y educativas profundas. Porque, tal y como afirma Mariano Jabonero, secretario general de la OEI, "la cooperación internacional solo cumple su función cuando produce resultados concretos y compatibles".

Por ese motivo, continúa Jabonero, "la agenda de Iberoamérica Viva apuesta por tres ejes: fortalecer las redes de conocimiento, ampliar la participación de la juventud en los debates climáticos e integrar la ciencia y la educación como pilares de las políticas públicas sostenibles".

La Cumbre de los Pueblos

En paralelo a las negociaciones oficiales, la OEI apoyará la realización de la Cumbre de los Pueblos, un evento que reunirá entre 20.000 y 30.000 personas procedentes de más de 400 movimientos sociales.

Este foro popular busca dar espacio a las comunidades indígenas, campesinas, juveniles y feministas, entre otras, para debatir temas como la justicia climática, la transición energética, los derechos territoriales y la soberanía alimentaria.

Organizada en torno a seis ejes temáticos, abordará cuestiones vinculadas al racismo ambiental, la belleza territorial, el protagonismo de las mujeres y la inclusión de los pueblos amazónicos en la agenda global del clima.

Así, la COP30 en Belém se perfila, como una conferencia de alcance global, pero también como una oportunidad para conectar los saberes locales con las decisiones internacionales. Porque, en palabras de la OEI, la meta es avanzar hacia una transición climática "plural, inclusiva y sostenible", capaz de garantizar que nadie quede al margen del futuro verde que se pretende construir.